Nos adentramos en un especto muy relevante de la escritura. Es importante detectarlo, porque la espontaneidad habla a favor de la salud mental del escritor.
La escritura artificiosa nos puede hablar de una perturbación del sujeto.
La monotonía que conlleva, es considerada como señal del estado de ánimo, e implica una monotonía vivencial, un estado de despersonalización y un grave vacío interior.
Señalamos a continuación los rasgos más importantes de la espontaneidad en la escritura, que se traduce, en general, en una variabilidad gráfica:
- Diferencias entre el principio y el final de la carta o página. Suelen afectar a la velocidad y a la inclinación de la escritura. Es frecuente comenzar con una velocidad lenta, que posteriormente asciende.
- Escritura fluida y rápida. (Figura 1).
- Escritura progresiva. Como hemos indicado en otras ocasiones, los rasgos se dirigen hacia la derecha. (Figura 2).
Los rasgos fundamentales de la artificiosidad, son:
- Regularidad de principio a fin de la carta o página. Se observa en la inclinación, el tamaño, la velocidad etc.
- Escritura constante y de velocidad lenta o mesurada. (Figura 3).
- Escritura regresiva. Los rasgos se dirigen hacia la izquierda. (Figura 4).
Otros aspectos, que complementan o refuerzan los anteriores, son:
– En el caso de la espontaneidad:
- Los óvalos o trazos circulares (letras “a” y “o”), son abiertos. (Figura 5).
– En la artificiosidad:
- Óvalos (letras “a” y “o”) cerrados. (Figura 8).
En el próximo artículo continuaremos con el análisis de otros rasgos escriturales, menos importantes o que complementan los que he hemos señalado como fundamentales, para determinar la espontaneidad o la artificiosidad de una escritura.
María del Amor Barroso, grafóloga, grafoterapeuta y perito calígrafo
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