jueves , 21 noviembre 2024

Sigüenza brilla en sus XIX Jornadas Medievales

Miles de visitantes disfrutaron de música en directo, de los más de 130 puestos artesanos que jalonaron toda la ciudad, de la mano de la animosa Asociación Medieval de la ciudad, que, junto al Ayuntamiento, organiza las Jornadas.

La ciudad del Doncel ha vivido tres hermosos días de julio, de calor, pero seguntino, en la XIX Edición de sus Jornadas Medievales. Picaba el sol en las horas centrales del día, pero por la mañana, y al caer la tarde, la temperatura ha sido ideal para disfrutar del fin de semana legendario que proponían la Asociación Medieval y el Ayuntamiento de Sigüenza, con la colaboración de un buen número de empresas patrocinadoras.

El evento, estas Jornadas Medievales, nacen del pueblo y del respeto que provoca en los seguntinos la triste historia de Doña Blanca de Borbón, reina de Castilla, repudiada por su marido, Pedro I, El Cruel.  De origen francés, vivió varios años confinada en el Castillo de la ciudad. Sus almenas y torres son escenario de buena parte del programa de actos que se lleva a cabo, en el mismo lugar donde sucedieron los hechos reales.

El viernes por la noche, más concurrido que nunca, comenzaba con los acordes populares de la música medieval y el hechizo de las Brujas de Sigüenza.  Cada año, son ellas quienes iluminan el casco viejo de la ciudad, llenándolo de velas, y esparciendo, en este caso, sus buenos augurios, entre seguntinos y visitantes.

Más de 130 puestos se abrían al público en la mañana del sábado, confiriéndole a la ciudad, también con sus mercaderías, los aires de otros tiempos, legendarios, que se buscan como atractivo turístico desde hace casi dos décadas por estas fechas. Viandas de todas clases, bisutería, orfebrería, libros de historia, artesanía local, camisetas hechas a mano, piedras preciosas o jabones, se podían encontrar en la ciudad.

Desde primera hora, humos suculentos, procedentes de las parrillas, se mezclaban con el aroma de jabones y lavandas, en la cuesta de la calle Mayor.

Ya solo por el mercado, merece la pena la visita a las Jornadas Medievales, pero es que además, hay muchas propuestas que reivindican nuestra historia y nuestros monumentos”, valora Óscar Hernando, concejal de Turismo de la ciudad.

Inés García, de Librería Rayuela, ha sacado este fin de semana los libros a la calle, además de libretas hechas a mano, con tapas de cuero o marca-páginas de diferentes estilos.

Muy cerca de ella estaba Marta de la Concepción. Como la librera, también esta artesana seguntina exponía las manualidades que elabora con dedicación en un puestecito de madera en la Plaza del Obispo Don Bernardo. Allí mostraba sus “mensajes positivos, para decorar despachos o habitaciones, y sus letras hechas a mano”, muy animada a vender.

Al otro lado de la Plaza, estaba Álvaro Prieto, con su curioso puesto de heráldica.  “Este es el tercer año que acudo a Sigüenza desde Madrid”, contaba. Sobre el mostrador, libros sobre esta especialidad, muchos de ellos escritos por autores de la tierra, y también las láminas con las explicaciones pertinentes de apellidos comunes en la ciudad, como el de Alguacil. “Empezamos ayer viernes, con muchas visitas y buenas ventas, y esperamos continuar con la misma racha”, decía el sábado

En la misma  Plaza Mayor está Beatriz Guiral, docente del Taller de Empleo El Doncel de Sigüenza, que este año tiene como argumento el diseño, gestión, organización y producción de eventos turísticos y culturales.

“En este tiempo le estamos dando a los alumnos una formación teórica, que se completa con otra activa y práctica. En las Jornadas Medievales, los alumnos del taller informan a los visitantes sobre el desarrollo del evento, y del periodo que recrea, así como también dan orientaciones sobre los principales monumentos de la ciudad, y los espacios de naturaleza cercanos, resolviendo las  dudas de los turistas”, decía.

Uno de los grupos que ha actuado en las calles de la ciudad este fin de semana ha sido el aragonés Ixera.

“Como cada año, desde hace siete, animamos las calles de Sigüenza, transmitiendo alegría a la gente, y agradecidos y contentos”, decía uno de sus integrantes. Su música está basada en el sonido tradicional aragonés, “transformado en folk ‘bastardo’, influenciado por la música almogávar, puesto que representamos a los soldados de la Corona de Aragón que reconquistaron el Mediterráneo”.

Su estandarte, hecho con una calavera de cabra en su centro, piel y madera, refleja las en las franjas rojas y gualdas de Aragón, y tiene dos culebras enraizadas que simbolizan a la Fuente de Jánovas, en Ordesa.

Sandra Serrano representaba, este año por primera vez, el papel de Doña Blanca de Borbón, personaje histórico que, como es bien conocido, es el eje  de las Jornadas Medievales. Tiene 18 años, una edad similar a la que tenía la reina cuando llegó a la ciudad. Vivía su primera experiencia con una gran ilusión. “Es un honor para mí representar este papel en Sigüenza, y aún más cuando veo que los seguntinos se vuelcan con sus Jornadas Medievales”. Sandra había preparado a conciencia sus intervenciones, los lamentos de la reina en el Castillo, y  el destierro.

“La de Doña Blanca de Borbón es una historia triste, pero bonita al mismo tiempo, que, en ningún otro lugar se puede revivir como aquí”.

El sábado, a las doce de la mañana, los personajes históricos se daban cita en la Plaza de Don Hilario Yabén, para recorrer el casco antiguo de la ciudad. El cortejo le añadía brillantez a los monumentos por los que pasaba. Allí estaba, cómo no, Juan Gonzalo, que con sus bailes y reverencias precedía el desfile. Pedro I El Cruel, y su esposa, Doña Blanca de Borbón, así como el resto de personajes  históricos, recorrieron las calles del Cardenal Mendoza, Plaza de Don Bernardo, Mayor, Travesaña Alta, Plazuela de la Cárcel, Puerta del Hierro, Portal Mayor, Castillejos y Plaza del Castillo, seguidos de todos los grupos musicales y de animación que han participado en las jornadas. En total, más de un centenar de personas.

Los dulzaineros, cómo debe ser en la ciudad de José María Canfrán, marcaban el ritmo musical, en este caso con música cortesana. En el trayecto, Don Pedro y Doña Blanca mostraron, este año especialmente, sus respetos a la Fortis Seguntina y al Museo Diocesano, ambos de celebración en 2018.

Una vez el desfile llegó al Patio de Armas del Castillo, tomó la palabra Primitivo Alguacil, en representación de la Asociación Medieval seguntina, para irle dando paso, sucesivamente, a las actuaciones programadas en aquel escenario.

En primer lugar, el obispo Pedro Barroso, les dio la bienvenida a los reyes, quienes además, recibieron las llaves de la ciudad, aunque tampoco sucediera así en la realidad. A continuación, Doña Blanca declamó sus versos tristes, dando lectura a su manifiesto. Su inicio dice así: “Por la ventana del Castillo, que las tierras de Sigüenza miran, yo, la reina de Castilla pienso, si el cruel rey Don Pedro, vendrá a verme, o me olvida. Desterrada y presa fui, en la torre de este Castillo. ¿Quién se acordará de mí, sumida en este destierro?”, declamó. Pues bien, un año más, toda la ciudad, y sus miles de visitantes, volvieron a honrar la memoria de la reina francesa y de su penar.

A continuación, la concejal de Cultura del Ayuntamiento de Sigüenza, Sonsoles Arcones, también miembro de la Asociación Medieval, presentó el reconocimiento que las Jornadas Medievales le han concedido este año al periódico Nueva Alcarria, por la labor de promoción que del evento que ha llevado a cabo a lo largo de estos años, “y que haremos extensivo a otros medios de comunicación en años sucesivos, reconociendo así la importancia de los medios de comunicación para  divulgar nuestras Jornadas, y detrás de ellas, la ciudad de Sigüenza”, anunció Alguacil.

Lo recogieron, de manos del alcalde de Sigüenza, José Manuel Latre, Miguel Bernal, presidente de Nueva Alcarria, y Pedro Villaverde, director adjunto.

“Para Nueva Alcarria es un orgullo y un enorme honor recoger esta distinción. Como seguntino, quiero subrayar la labor de todos  los que participáis en las Jornadas Medievales, dando con ello una muestra de generosidad y cariño hacia nuestra ciudad dignas de admiración”, dijo.

A continuación actuaron todos los grupos que, a lo largo de los tres días, han amenizado las Jornadas Medievales: Ixera, Barromba, Barzonia, el Grupo de Danza de Manzanares El Real, los Dulzaineros de Alcalá, y los Caballeros de Baucan.

“Este año hemos introducido algunos cambios que creo han mejorado el desarrollo del evento, algo que el público ha percibido positivamente”, explicaba Primitivo Alguacil sobre el desarrollo de las Jornadas.

Ya por la tarde, de nuevo, y aunque no sucediera realmente, partidarios de doña Blanca intentaron asaltar el Castillo para liberar a la reina de su confinamiento. Allí se escenificaron combates entre las tropas de Pedro I, El Cruel, y estos animosos seguntinos, que lamentablemente, no lograron el objetivo de rescatar a la reina. A continuación, tuvieron lugar las justas a caballo en el parque de las Eras del Castillo.

A partir de las diez de la noche, el corazón medieval de la ciudad se llenó de velas. Aparecieron las brujas, para extender sus conjuros, en este caso benefactores, sobre propios y extraños.

Las acompañó el grupo de batucada de la banda de la Vera Cruz de Sigüenza. Ya por la noche, siguió la música, hasta altas horas de la madrugada.

El domingo, la ciudad ha revivido el destierro de Doña Blanca, camino de Jerez de la Frontera, un hecho histórico que sí sucedió realmente. Doña Blanca murió en Medina Sidonia por causa desconocida pero, con seguridad, no natural. El III Duque de Borbón, hermano de Doña Blanca, quiso vengar su muerte, y en 1366 envía una tropa al mando de Du Guesclin para apoyar a Enrique de Trastámara en su lucha contra Pedro I de Castilla y de León, ambos hermanos bastardos.

Este mismo Du Guesclin es quien posteriormente en otro episodio histórico, ayuda a Enrique de Trastámara en su duelo fratricida con Pedro I, causándole la muerte en Montiel en 1369, e instaurándose así en Castilla la dinastía de los Trastámara. En este episodio es donde parece ser se pronuncia por Du Guesclin la célebre frase de «…ni quito ni pongo Rey, pero ayudo a mi Señor».

Y aunque realmente el combate tuvo lugar en Montiel, también se ha revivido esta mañana en el patio de Armas del Castillo, siendo el momento de la muerte de Pedro I El Cruel, el más aplaudido de las jornadas, junto con el homenaje que, igualmente en la mañana de este domingo, ha recibido María Pérez, la voluntaria de la Asociación Medieval que ha representado durante años el papel de Doña Blanca. Sus compañeros, y por extensión Sigüenza, le han hecho entrega de una placa conmemorativa, así como un pergamino que reconoce su labor en favor de la promoción de la ciudad, y también de la Asociación.

A lo largo del fin de semana, todas las plazas hoteleras y hosteleras de la ciudad se han colmado.

En el desarrollo de las Jornadas han colaborado un total de 200 voluntarios, entre personal de Cruz Roja, de Sigüenza y Guadalajara, Protección Civil, de Sigüenza, Guadalajara y El Casar, y voluntarios de la Asociación Medieval, además de Guardia Civil y Policía Local.

“Agradezco a la Asociación Medieval su generosidad y esfuerzo para beneficiar el turismo hacia la ciudad y  a todos  los voluntarios que de una u otra manera colaboran, aumentando cada año el número de actividades, de visitantes y de participantes. Las Jornadas Medievales unen a la gente, a los seguntinos, nos recuerdan nuestra historia, animan a contemplar Sigüenza y sus monumentos, y toda su riqueza patrimonial, folclórica y gastronómica”, concluía el alcalde de Sigüenza, José Manuel Latre.

En diferentes momentos del fin de semana, han acompañado a los seguntinos y su corporación municipal presidida por José Manuel Latre, en la celebración de las Jornadas Medievales el senador Juan Antonio de las Heras, la congresista Silvia Valmaña, además de diputados regionales y provinciales.

Acerca de El Heraldo del Henares

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