El pasado martes, la Guardia Civil desactivó cincuenta cohetes granífugos que se encontraban en una caseta sita en el paraje “Cabeza Mondéjar” de Mondéjar, propiedad de la asociación de Agricultores de la localidad de esa localidad.
El presidente de la Asociación de Agricultores de la localidad de Mondéjar comunicó a la Guardia Civil que en una caseta, propiedad de la asociación, tenían almacenados cohetes granífugos. El motivo de esta comunicación era para que la Guardia Civil se hiciera cargo de ellos, ya que a partir de la entrada en vigor del nuevo Reglamento de artificios pirotécnicos y cartuchería estos artefactos solo pueden ser manipulados y empleados por personal cualificado.
Hasta el lugar dónde se encontraban almacenados se desplazó un Equipo de Búsqueda y Localización de Artefactos Explosivos (EBYL) de la Guardia Civil de Guadalajara, quien recabó información precisa sobre el estado de conservación y de sus características, haciéndose cargo de los artefactos.
Tras realizar estas actuaciones, la Guardia Civil de Guadalajara dio aviso al Servicio de Desactivación de Explosivos de la Guardia Civil (SEDEX), con base en Valdemoro para neutralizar los cohetes que fueron trasladados a una cantera cercana de Mondéjar para su explosión controlada.
Esta explosión controlada se llevó a cabo bajo las medidas reglamentarias de seguridad, para lo que se utilizaron cargas especiales para minimizar el impacto medioambiental.
Los cohetes antigranizo, de apariencia exterior inofensiva, son altamente peligrosos por su composición interior, disponiendo generalmente de una carga explosiva muy inestable a cualquier tipo de manipulación.
Este tipo de cohetes se utilizaba para evitar tormentas de granizo ya que se estimaba que impedía la formación de grandes bolas de hielo en las nubes, si bien esta teoría ha sido cuestionada por determinados científicos.
Desde la Guardia Civil se recuerda que, ante la aparición de este u otro tipo de munición y/o artefacto, deben abstenerse de desplazarlo, modificarlo, o manipularlo, debido a su peligrosidad, debiendo limitarse la actuación del ciudadano a comunicar la incidencia en el cuartel de la Guardia Civil más cercano o llamando al teléfono de urgencias 062 y a señalizar la zona para evitar accidentes.