Un empleado municipal del Ayuntamiento de Azuqueca de Henares (Guadalajara), será intervenido quirúrgicamente para extraerle el perdigón que se le quedó alojado en la pierna la pasada semana tras serle disparado desde un edificio mientras se encontraba trabajando en la calle en las labores de reparación de una fuga de agua en el pasaje de la Ermita, del municipio azudense.
Crónica de Roberto Mangas
Según la documentación a la que ha tenido acceso EL HERALDO DEL HENARES, el operario municipal, J. E. K. B, de 46 años de edad, ha denunciado ya estos hechos ante la Guardia Civil y el propio Ayuntamiento azudense, al considerar que sufrió un riesgo físico y que no fue atendido correctamente por la mutua de accidentes Fremap.
Los hechos tuvieron lugar el martes 20 de junio, sobre las 8.20 horas, cuando este trabajador se encontraba levantando la calzada con el martillo neumático para descubrir una avería de agua, momento en el que “sintió un fuerte impacto en la nalga derecha”.
No obstante, en ese momento “creyó que se trataba de lanzamiento de una piedra contra él y por la fuerza del impacto, que se había realizado con un tirador”, lo que comentó con un compañero de trabajo, sin que ninguno de los dos le dieran más importancia al tema.
Minutos después, el propio compañero del trabajo le advirtió de que tenía una “mancha de líquido en el pantalón, por lo que comprobó que era sangre y que procedía de la lesión que le había producido el impacto”, por lo que se fue con el jefe de equipo a la mutua de trabajadores Fremap para que le curaran.
Sin embargo, según ha denunciado, “en Fremap le hicieron una cura y no comprobaron en ese momento si había algún elemento incrustado en la nalga, ya que no hicieron radiografía alguna y como era una lesión muy leve, le hicieron una cura básica y siguió trabajando”.
El trabajador se fue a su casa con esta cura superficial y es cuando tras examinar de nuevo la ropa de trabajo se encontró un orificio en la zona del impacto, por lo que volvió al día siguiente a Fremap, para informarles de “que presentía que el impacto pudo haber sido efectuado por el disparo de un perdigón”.
Fue entonces cuando ya le realizaron la primera radiografía (en la imagen) “en la que se ve nítidamente un perdigón incrustado en su nalga derecha, por lo que fue derivado a Majadahonda para el día 26 de junio (cinco días después) para examen y posible extracción”.
Por este motivo, los delegados de prevención de riesgos laborales del Ayuntamiento han puesto una queja al Fremap ante la edil de Personal y presidenta del comité de Seguridad y Salud del Ayuntamiento de Azuqueca, Elisa Cansado, “por el mal diagnóstico de la lesión y su demora en la solución: no es posible que el trabajador deba tener tanto tiempo el objeto dentro de su cuerpo”.
También, el trabajador ha puesto por estos hechos una denuncia en el cuartel de la Guardia Civil de Azuqueca, en la que indica que el disparo pudo proceder del bloque que está enfrente de una discoteca del pasaje de la Ermita, 2, o del edificio de la calle perpendicular, Santiago Ferrer.
Según ha informado el propio trabajador a EL HERALDO DEL HENARES, ingresará en el Hospital de Fremap de Majadahonda en la tarde de hoy miércoles 28 de junio para ser operado mañana jueves 29.