La plaza de Toros doncelina acogió ayer la fase local de este certamen, que llega, en 2018, a su tercera edición. Además de Gutiérrez, otro chaval, Jesús Moreno, de la Escuela Taurina de Albacete, también cortó una oreja.
En la tarde de ayer jueves 16 de agosto, se celebró en la plaza de Toros de Las Cruces, la fase local seguntina del III Concurso ‘Guadalajara Busca Torero’. En el festejo se lidiaron cuatro bravos novillos de la ganadería de Sandra Sopeña para otros tantos chavales, rebosantes de ilusión por ser toreros: Javier Adán, Alvaro Passalacqua, Leandro Gutiérrez y Jesús Moreno.
Abrió plaza Javier Adán, alumno de la Escuela Taurina José Cubero, ‘Yiyo’. Quiere ser torero porque “es lo que más siento, lo que más me gusta”. El chaval no tuvo suerte. El novillo se partió el pitón derecho en un tropezón, algo que le forzó a quedarse corto por ese lado.
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El joven novillero hizo lo que pudo, pero no tuvo con qué lucirse. “Cuando he empezado a desarrollar la faena, se ha vuelto más complicado y ha dado algún problema”, decía Adán después de llevarse algún revolcón. Varios pinchazos -mató de una media que exigió descabello- dejaron gris su faena. Escuchó palmas de una plaza que presentaba tres cuartos de entrada.
Alvaro Passalacqua, de la Escuela Taurina de Málaga, llegaba con mucha ilusión y ganas de demostrar su concepto del toreo en Sigüenza. El novillo, con más clase que el primero, permitió al chaval dejar detalles de sus aptitudes.
Mató con una casi entera, pero algo trasera, que le obligó a descabellar. “Ha sido un lujo torear en Sigüenza. Me he sentido bien y he intentado hacer las cosas lo mejor y más despacio posible”, decía Passlacqua. Mató de una estocada un poco tendida, aunque el chaval entró “derecho y para delante a matar”, explicaba. Se fue feliz con el público de Sigüenza, pero insatisfecho con su actuación.
Leandro Gutiérrez, alumno del CITAR de Guadalajara, fue el gran triunfador de la tarde. “Quiero llegar a lo más alto”, decía antes de vestirse, algo que demostró en la arena. Le hizo una faena extraordinaria a un novillo complicadísimo, de esos que no quieren saber nada dela lidia.
Por el pitón izquierdo no tenía un pase. Pero, Gutiérrez, con la mano derecha, le hizo embestir. Estuvo fantástico con un toro con mucho genio, con muchas dificultades, en una faena con emoción.
“El novillo se colaba por ambos pitones, pero al final, por el derecho, se ha entregado y lo he sometido. Me quedo con el conjunto de la faena, con las ganas que le he puesto”, decía orgulloso el chaval. El colombiano sabía que tenía el triunfo en su mano, y no se lo dejó escapar con la espada. “Ser torero es lo que más me gusta, mi pasión desde los doce años”.
Cerró plaza Jesús Moreno, de la Escuela Taurina de Albacete. “La de Sigüenza es una cita muy importante para demostrar que quiero ser torero”, decía antes de empezar. El muchacho demostró estilo, ante el mejor novillo de la tarde. En la espada, se dejó la segunda oreja.
“Me voy contento de Sigüenza, doy las gracias a la afición por esta tarde extraordinaria. La faena ha ido poco a poco, de menos a más, el novillo ha respondido y me he ido acoplando a él”, decía al terminar. Moreno quiere ser torero porque “aunque es la profesión más difícil del mundo, también es la más bonita a la vez.
Presidió el festejo la concejal del Ayuntamiento de Sigüenza, Charo Toro.