“Un estado de alta percusión rítmica y válvulas incandescentes causado por la necesidad de composición y existencia en éste siglo depresivo de principios… Eso es Shock”.
Crónica de José Luis Solano Provencio
Así se autodefine Shock, la banda de rock guadalajareña que esta noche actuará en el Café Teatro Monkey Man de la capital alcarreña a partir de las 23:00 para mostrar lo mejor de su repertorio en una velada en la que este grupo pretende hacer vibrar al público.
La banda está compuesta por el vocalista y guitarrista Daniel Salinas, el guitarra solista Nacho Lozano, el bajista Carlos Pajas y Pedro Peña a la batería, todos ellos músicos con décadas de experiencia a sus espaldas que acaban de grabar su segundo disco como Shock.
“Cuando se espanta el mal” es el título de este trabajo y de él ha hablado Pedro Peña, baterista de Shock, a EL HERALDO DEL HENARES.
“Shock es un proyecto musical con temas propios, un rock sin llegar a ser heavy, con temas que suenan muy muy bien y que se deja ver tanto en conciertos, a veces más familiares y otras veces más importantes”, afirma Pedro.
“Hacemos unas canciones que son muy escuchables, unos temas muy buenos, para todos los gustos. «Cuando se espanta el mal» es el segundo disco, el primero se llama «Shock», como la banda, pero en esa primera grabación yo no participé”, añade el batería.
La creatividad de Shock está fuera de toda duda y su intensidad se ha dejado sentir en diferentes reuniones y salas de conciertos, entre ellas la mítica Caracol.
No en vano, tal y como afirma Pedro, todos los miembros de Shock tienen un bagaje musical que sobradamente les avala.
Del suyo en particular también nos habló, remontándose a sus primeros años en la música.
Heavy metal en “Gente Joven”
“Yo, desde que tenía doce o trece años, mi vocación era ser cantante y en el 78 hicimos el primer grupo entre amigos. Empezamos diez o doce amigos a ahorrar dinero y al final quedamos cuatro o cinco”, afirma el batersita recordando sus comienzos en el mundo de la música.
“Formamos un grupo y llegamos a tocar por toda la provincia de Guadalajara y a la gente le gustaba. ¡Y hasta nos pagaban!. Después fue cuando fundamos Rugido Letal, un grupo de temas propios pero instrumentales porque no encontrábamos un buen cantante en aquella época”, recuerda Peña.
La pugna de las nuevas tendencias culturales por abrirse paso en una sociedad aún recelosa de los cambios, fue uno de los condicionantes que tuvieron que superar muchos de los grupos que ya se dejaban ver en nuestro país tocando al rebufo de la impronta que legendarios rockeros ya habían marcado a nivel internacional.
Los contrastes que la situación generaba era algo que, si bien entonces asombraba o incluso podía escandalizar, hoy en día puede resultar cómico.
“Llegamos a actuar en Gente Joven, con Rugido Letal en el año 84. Fue una cosa muy extraordinaria porque en aquel entonces llegar a TVE era casi imposible, y nosotros fuimos dos veces, en un programa en el que había tunas, grupos folclóricos… Y llegamos nosotros con nuestras melenas, con una batería de doble bombo y haciendo música heavy… Estuvo muy bien. La verdad es que tengo muy buen recuerdo del resultado de ello”, explica Pedro.
Rugido Letal en el programa Gente Joven de TVE. Año 1984
Lamentablemente el grupo no trascendió dado que, tal y como afirma el baterista “por problemas personales entre los miembros, justamente después de la segunda visita a TVE se deshizo el grupo. Fue una lástima porque realmente podríamos haber conseguido un poco de nombre a nivel nacional. Es complicado que un grupo esté junto siempre si no hay mucho dinero de por medio, como es el caso de las grandes bandas”.
Ligado a la música
“Después de Rugido Letal estuve en una orquesta de nombre Etiqueta Negra. Íbamos por los pueblos, y nos ponían un remolque para tocar. Tocábamos temas rockeros y modernos, y eso no era lo habitual en ese tipo de grupos. Yo llevaba una batería con dos timbales y ya solo con poner eso triunfábamos”, bromea Pedro Peña.
“Hace ya mucho que no me dedico a nivel profesional a la música. He conseguido aguantar e intento practicar al menos 10 horas a la semana y estudiar. He vuelto a retomar los estudios, eso es algo que te da fuerza para aguantar las malas historias que hay a diario”, afirma Pedro, quien reconoce que estuvo a punto de dejar definitivamente la batería.
“En 2015 no tenía grupo y por problemas de espalda me estaba planteando dejar de tocar la batería, por eso decidí hacer un disco, para dejar constancia de mi trabajo y con gente con la que había tocado muchos años, y así surgió Proyecto Inconsciente, un disco de versiones de temas clásicos de hard rock y heavy metal para el que conseguí que desinteresadamente colaboraran un montón de amigos, una cantidad de músicos buenísimos… Estoy alucinado con el resultado”, nos explica el baterista de Shock.
Por fortuna, y quizás gracias al éxito que supuso “Proyecto Inconsciente”, Pedro Peña siguió sentándose detrás de su batería, esta vez para aportar a Shock toda la intensidad que sin lugar a dudas tiene el talento cuando se une con la experiencia y la ilusión por no dejar de tocar.
“Una vez lo dejé y me puse a trabajar con un trailer con el que iba por toda España, y estaba descargando en Sevilla y estaba deseando llegar a Azuqueca a tocar la batería un par de horas… No me cuadra la vida sin la música”.
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