El Heraldo del Henares
Las nuevas tecnologías han ido cambiando la forma de trabajar, abriendo sin duda nuevas oportunidades que nos permiten optimizar nuestro tiempo de trabajo. El problema está cuando se hace un uso inapropiado de las mismas, cuando el hecho de estar hiperconectad@s provoca daños para la salud.
Mucho se ha hablado en las últimas semanas sobre el derecho de los trabajadores y trabajadoras a la desconexión digital. Un derecho que existe en países como Francia, impulsado vía legislativa desde el 1 de enero de 2017, y que cada vez está más cerca de llegar a España con la futura Ley de Protección de Datos que quiere sacarse adelante durante esta legislatura.
Pero no tanto se ha hablado de los daños de esta hiperconexión para la salud de las personas trabajadoras, sobre los que CCOO de Castilla-La Mancha quiere poner el acento, pues las TIC encierran nuevos riesgos laborales que no están recogidos en las políticas de prevención de las empresas e instituciones. Las nuevas tecnologías han arrollado todas las políticas preventivas.
Las personas estamos hiperconectadas. El 71% de las y los ejecutivos europeos admite que mira sus correos y otros dispositivos por la noche o durante el fin de semana y los días festivos. Un 76% de personas estima que los instrumentos digitales tienen un impacto negativo en sus vidas personales; y un 65% de las personas trabajadoras en nuestro país se siente requerido por su empresa fuera del horario laboral.
CCOO creemos fundamental advertir de los riesgos y daños de esta hiperconexión para la salud, apareciendo nuevas psicopatologías como el tecnoestrés, la tecnoansiedad, la tecnoadicción y la tecnofatiga. Las causas de estos desórdenes van desde la falta de adaptación a las nuevas formas de trabajo, a la dependencia absoluta de estas tecnologías, pasando por la fatiga mental y el cansancio asociado al uso o abuso de las TIC.
También la nomofobia (ansiedad o estrés ante los fallos de la batería del ordenador o el móvil) o la «whatsappitis» (tendinitis en la muñeca y el dedo pulgar causada por el uso excesivo de mensajería desde dispositivos móviles).
Las tecnologías no deben implicar en ningún caso una disponibilidad desmedida por parte de las personas trabajadoras, ni tampoco el alargar sin límites su jornada laboral, permaneciendo enganchadas al trabajo las 24 horas del día. Un 26% de las personas trabajadoras cree que el uso de internet y del móvil aumenta su horario laboral y el tener esa disponibilidad permanente le genera estrés.
Legislar en pro de la desconexión digital es un paso importante en nuestro país. Un debate que no es nuevo, hace más de veinte años la Audiencia Nacional ya se pronunció al respecto con una sentencia en la que decía que era ilegal obligar a un trabajador a tener conectado su móvil para poder ser localizado por la empresa.
CCOO venimos también defendiendo desde hace tiempo el derecho a esta desconexión, el derecho de los trabajadores y trabajadoras a no ser molestados por la empresa fuera del horario laboral, el derecho a no responder a mensajes ni a correos electrónicos una vez finalizada su jornada de trabajo, garantizando el derecho a su tiempo de descanso y a poder conciliar su vida laboral, personal y familiar.
La hiperconexión bien gestionada es una oportunidad, no la convirtamos en un daño para la salud.
Raquel Payo, secretaria de Política Institucional y Salud Laboral CCOO CLM
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