El Heraldo del Henares
Tamajón atesora uno de los yacimientos paleontológicos más excepcionales que se han descubierto en los últimos años en los materiales del Cretácico Superior. Se trata del yacimiento de huellas del Cenomaniense medio-superior, hace unos 95 millones de años, un intervalo de la Historia de la Tierra con un clima más cálido y húmedo que el actual y un nivel de mar más elevado, y con un registro fósil de vertebrados relativamente escaso en Europa. Asimismo, desde el punto de vista arqueológico, Tamajón sigue siendo un enclave esencial en hallazgos sobre evolución humana.
El yacimiento, descubierto en los años 80 del pasado siglo por el profesor Manuel Segura, de la Universidad de Alcalá, pero que no había comenzado a ser estudiado hasta hace unos pocos años, se encuentra en la Formación Utrillas, y corresponde a la superficie de un antiguo canal arenoso con influencia mareal (costero).
Precisamente el profesor Segura habló en FITUR sobre la importancia de los hallazgos paleontológicos y su trayectoria, así como también lo ha hecho Ignacio Martínez, de la UAH, en su caso al respecto de los arqueológicos.
Sobre esta llamativa superficie de arenisca ferruginosa (la presencia de hierro ha favorecido su conservación), destaca una extraordinaria concentración de huellas fósiles (icnitas) de numerosos cocodrilomorfos, algunas de ellas describiendo conjuntos de pies y manos correspondientes a un mismo ejemplar (rastros).
Entre las huellas, también se ha reconocido la pisada de un pie de un posible dinosaurio terópodo (bípedo y carnívoro) de pequeño tamaño, y varios surcos producidos por aletas de peces, cuya morfología corresponde con la clasificada por los especialistas como Undichna unisulca.
En la actualidad, los paleontólogos que estudian el yacimiento de Tamajón están finalizando el desarrollo del proyecto de la Diputación de Guadalajara “Los ecosistemas del Cretácico de Guadalajara”, que incluye éste y otros afloramientos ricos en fósiles, como el de Algora, entre sus áreas de investigación.
Como parte de este mismo proyecto, realizaron, en verano de 2018, una intervención de campo, financiada por el Ayuntamiento de Tamajón, que ha permitido examinar en detalle y registrar mediante técnicas de escáner 3D y de fotogrametría las huellas de la superficie del canal, y descubrir entre ellas algunas nuevas marcas fósiles, correspondientes a organismos no identificados hasta la fecha en el yacimiento, que ya están siendo estudiadas por especialistas internacionales.
Para dar a conocer de manera conjunta los descubrimientos paleontológicos que se están realizando en el Cretácico Superior de la localidad, que ya han suscitado el interés de instituciones como la National Geographic Society, así como los importantes hallazgos que están teniendo lugar en la tamajonera cueva de los Torrejones y el abrigo de la Malia, se ha creado en la Universidad de Alcalá un equipo multidisciplinar de investigadores de esta y de otras instituciones, como la Universidad Complutense de Madrid y el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, que, en coordinación con la Diputación de Guadalajara y el Ayuntamiento de Tamajón, están diseñando un futuro “Museo Paleontológico-Arqueológico” que se instalará en el Centro Cultural de la localidad.
Y es que también desde el punto de vista de la arqueología, Tamajón sigue siendo un enclave esencial en hallazgos arqueológicos sobre evolución humana.
El actual equipo de excavación que trabaja en la localidad agallonera y que dirigen los profesores Adrián Pablos y Nohemí Sala, además de rastrear las supuestas poblaciones paleolíticas en el paraje local de la Cueva de los Torrejones, también busca nuevos yacimientos en el entorno de Tamajón, que aporten información sobre las poblaciones de neandertales y/o Homo sapiens durante este periodo prehistórico.
La transición entre el Paleolítico Medio y Superior es una de las épocas que más incógnitas presenta sobre la evolución humana. Es en este periodo cuando se produjo la extinción de los neandertales y la colonización de la Península por las poblaciones de Homo sapiens, coloquialmente conocidos como cromañones.
En esta etapa de nuestra historia más remota quedan muchas preguntas por resolver. Algunos investigadores habían planteado en el pasado que el interior peninsular se encontraba prácticamente desierto, sin presencia de grupos humanos. Actualmente, para la ciencia es de vital importancia confirmar si realmente es así o, por el contrario, la aparición de asentamientos humanos era una constante en nuestro territorio.
Estos investigadores encontraron un lugar que ofrecía muchas posibilidades para confirmar esta última hipótesis: la Cueva de la Amalia, conocida localmente como “la Malia”. Un abrigo rocoso que alberga un relleno que contenía piezas de industria lítica (herramientas de piedra) características del Paleolítico y algunos fósiles en su superficie. Estos primeros indicios animaron al equipo a plantear una excavación en esta zona.
Durante el mes de septiembre de 2018 tuvo lugar la primera campaña de excavación en este Abrigo de la Malia, excavándose una superficie muy pequeña en relación con el tamaño del abrigo. Los hallazgos de esta campaña han superado las expectativas iniciales. En primer lugar, se han documentado rellenos sedimentarios con fragmentos cerámicos, metales, huesos y estructuras en el suelo, interpretadas como silos o graneros de una época de Prehistoria reciente, seguramente Calcolítico o Neolítico.
Estas poblaciones de agricultores y ganaderos realizaron sus actividades sobre un suelo que estaba plagado de restos fósiles e industria lítica de época mucho más antigua. Se trata de un nivel de ocupación humana riquísimo en cuanto a material arqueológico, con piezas de porte laminar y microlaminar, características del Paleolítico Superior.
El hallazgo de una pieza en concreto confeccionada en sílex apunta que podría tratarse del periodo correspondiente a la última glaciación, época en la que hay muy pocos registros en el interior peninsular. De momento es pronto para poder afirmar la cronología de este depósito. Lo único que se puede constatar es que el nuevo yacimiento es muy prometedor y que, sin duda, arrojará luz sobre este periodo tan esquivo y desconocido en nuestra sierra.
Para poner en valor todos estos hallazgos se están seleccionando y diseñando materiales expositivos para el futuro museo de Tamajón.
Las actividades didácticas y divulgativas que se llevarán a cabo en este centro mostrarán, a través de proyectos educativos, los relevantes descubrimientos científicos, arqueológicos y paleontológicos, que se están realizando en la localidad, empleándolos como un valioso recurso (dirigido tanto a alumnos de colegios, institutos y universidades, como al público en general) que ayudará a concienciar del interés de la conservación del patrimonio geológico, y a promover el turismo cultural en la región de Tamajón.
El Ayuntamiento de Tamajón, junto a la Diputación, la UAH, y los equipos de investigación, colabora activamente con el proyecto, y espera “en primer lugar, que los hallazgos arrojen luz sobre la evolución de la Tierra y también de la especie humana, y que se conviertan en un poderoso reclamo turístico y económico que nos ayude a luchar contra la despoblación”, valora Eugenio Esteban, alcalde de Tamajón.
