Llegan las fiestas de Azuqueca. Quedan unos días para el inicio oficial con el pregón y el chupinazo de rigor, aunque ya se están celebrando algunos eventos para abrir boca, torneos deportivos y algún acto de carácter religioso.
Metidos en harina, haremos de este blog un diario festivo, donde el diarista reflejará su deambular por las peñas y el pueblo, a su manera, desde el chupinazo hasta el último día de las fiestas.
Este año dos peñas públicas, LA PERRERA y ER´BIBERON, celebran su 25º aniversario, por lo que les felicitamos efusivamente desde aquí.
Con algún año de retraso, según algunos, la peña privada LOS VÁNDALOS celebra su 35º aniversario. Recuerdan aquel año, 1982, cuando, todavía en el instituto, un grupo de chavales con maneras rockeras, fans de Miguel Ríos y AC/DC, fundaron esta peña en Azuqueca, con un nombre que presumían provocador para diferenciarse del entorno.
Son muchos años y muchas fiestas, con muchas alegrías y algún recuerdo triste. De lo bonito relatan que los gaiteros de la Casa de Asturias de Alcalá de Henares vinieron por primera vez hasta aquí a petición de un vándalo aficionado a la gaita. Cuentan que se lo pasaron tan bien que quisieron repetir. Más tarde regresaron de la mano de otra peña, LAS TORRES, aunque de manera algo más institucional y formando parte del programa de festejos. Curiosamente este año ya no se celebra la fiesta de la sidra.
También se acuerdan algunos de los campeonatos de scalextric o del campeonato de chapas que iniciaron cuatro de la peña, donde el castigo por salirse del recorrido era tomarse un chupito. No está claro quién ganaba en realidad: el campeón que se llevaba la medalla o el que se hinchaba a chupitos.
Recuerdan las fiestas del 87, cuando estaban instalados en la calle de la Ermita. El año en el que comenzó a correr la cerveza. Unos adelantados. Ellos pusieron un grifo y tiraban barriles a gogó, sirviendo cerveza por la cara. Al parecer había otra peña, EL BOLLO, que también puso grifo, pero cobraban. Los Vándalos arrasaron, claro, bendita inocencia.
Como aquel año que, después del pregón, se inició el tradicional desfile por las calles de Azuqueca de las peñas, las charangas y hasta el alcalde Florentino, que entonces se estilaba eso, llegando al local de los Vándalos, donde bebieron, comieron y bailaron a modo.
Muchos recuerdos, muchas anécdotas de unos y otros… pero aquí estamos un año más. Toca disfrutar de las fiestas, con el tradicional buen sentido.