Llegó el esperado día. La cuenta atrás que algunos reflejaban en un imán de notas en el frigorífico ha llegado a su fin. Las peñas y el público en general se han concentrado en la plaza del Ayuntamiento, con los cánticos y voceos de rigor, algunos carros para el repostaje en ruta de algunas peñas, vasos con bebidas para aplacar la sed y botellas con líquido para mojar a los valientes que se ponían delante, algunos ataviados con chubasquero para la ocasión.
El balcón del Ayuntamiento se va llenando de gente variopinta: alcalde, concejales, populares del año y familiares e invitados, se apretujan para contemplación extasiada de la repleta y muy animada plaza. Palabras del popular del año, por persona delegada al no poder acudir en persona por razones de salud; la ronda se arranca con la canción de Azuqueca, que no termina de calar en el público, aunque el coro le pone ganas y el respetable se arranca en algún estribillo.
Palabras del alcalde Blanco, este año muy institucional, que no levantan a las masas, que enciende el chupinazo y da comienzo oficial a las fiestas de Azuqueca. Para finalizar el acto, desmelene de fuegos artificiales, que pintó con alegría este comienzo festivo.