Loquillo volvió a demostrar el pasado sábado en las pistas de atletismo de la Fuente de la Niña que el rock and roll, si está bien hecho, no pasa de moda.
Crónica y fotografías de José Luis Solano Provencio y Ayuntamiento de Guadalajara
Y el mensaje les llegó a los miles de seguidores que se acercaron a Guadalajara al rebufo de clásicos como Rock and Roll star, Barco pirata o Voy de negro.
No obstante la apoteosis llegó cuando José María Sanz nos invitó a asomarnos al Mervellé barcelonés desde el asiento de atrás de su Cádillac solitario tras haber admitido que él es en catalán, de Barcelona ciudad, de los que considera que «es mejor sumar que dividir».
Por supuesto, no se le quedaron en el tintero temas de hornadas más recientes a lo largo de los cuales se pudo comprobar la más reciente evolución de Loquillo y su actual banda, en la cual toma parte como guitarrista y vocalista uno de sus productores, el donostiarra Josu García.
Atrás quedaron los tiempos de Los Intocables y Los Trogloditas, los temas de Sabino Méndez y las colaboraciones de Alaska, pero no como algo que recordar del pasado sino como un trabajo de base fundamental para que, aún hoy en día y una vez más, Loquillo consiguiera que saliéramos todos del concierto canturreando: «quiero un camión… quiero un camión… quiero un camión…».