El Heraldo del Henares
La defensa del único detenido por el crimen de Miriam Vallejo en la localidad madrileña de Meco, así como el abogado de la familia, no descartan que pueda haber más detenciones conforme avance la investigación, que sigue bajo secreto de sumario.
Así lo han expresado ambos letrados ante los medios este miércoles tras la vista celebrada en la Audiencia Provincial de Madrid donde se decidirá en los próximos días sobre la puesta en libertad de Sergio S. M., de 29 años y vecino de Azuqueca, compañero de piso de Miriam y novio de Celia, amiga íntima de la joven asesinada, con la que también compartía piso. Sergio fue detenido el pasado 13 de agosto en el domicilio de sus padres, sito en la calle Guerrero de Azuqueca de Henares, a donde se trasladó tras romper con Celia tras aparecer el cadáver de Miriam.
El abogado del detenido había presentado un recurso de apelación contra su ingreso en prisión, alegando que no se cumplen las condiciones para esta medida como el riesgo de fuga o la destrucción de pruebas, algo a lo que se opone la Fiscalía, según ha informado MiraCorredor.
A la espera de que se dé a conocer la decisión judicial que podría poner en libertad al único detenido, algunas fuentes han señalado hoy que la joven de 25 años recibió más de 90 puñaladas y de diferentes armas, aunque en el lugar del crimen solo se encontró un cuchillo clavado en su cuerpo, lo que hace pensar a los letrados que podría haber más implicados. No obstante, fuentes cercanas a la familia han indicado que Miriam recibió alrededor de 40 puñaladas, no 90.
El cadáver de Miriam fue encontrado el pasado 16 de enero en un camino de Meco colindante con la localidad de Villanueva de la Torre (Guadalajara), en donde residía con Sergio y la novia de este, Celia. Miriam acababa de mudarse a esta vivienda procedente del domicilio de sus padres, en la vecina localidad de Alovera.
La noche de su asesinato, iba paseando a cuatro perros cuando fue atacada brutalmente por múltiples puñaladas.
La investigación sigue su curso y los abogados se muestran esperanzados de que las pruebas de ADN y otras pesquisas puedan arrojar luz a un caso todavía con muchas incógnitas por resolver.
