El Consejo de Ministros ha aprobado este viernes 10 de octubre el convenio para implantar un carril Bus-VAO en la A-2, un proyecto que fue impulsado por el anterior gobierno de Mariano Rajoy y que ha estado paralizado desde la moción de censura.
Este era el último trámite necesario para que la medida pudiera prosperar, tras el visto bueno del Ayuntamiento de Madrid y de la Comunidad, ya que será financiado por las tres administraciones, según ha informado MiraCorredor.
El objetivo es implantar en la A-2 un modelo de carril bus que priorice el transporte público, como ocurre con éxito desde hace años en el corredor de la A-6, y que posibilite que miles de usuarios utilicen diariamente el transporte público en el acceso a la capital, en detrimento del vehículo privado.
El Bus-VAO de la A-2, cuyas obras comenzarán a principio de 2020 para que pueda funcionar en 2021, contará con una inversión de 13 millones de euros y reservará el carril izquierdo de la calzada, en ambos sentidos, durante las horas punta para la circulación exclusiva de autobuses y vehículos con alta ocupación.
El carril se controlará mediante un sistema de Gestión Inteligente de la Carretera (ITS), que permitirá activarlo o desactivarlo en tiempo real en función de las necesidades que presente el flujo de vehículos en cada momento.
Tendrá una longitud de 19 kilómetros y partirá a la altura de la M-300, entre los municipios de Torrejón de Ardoz y Alcalá de Henares, para finalizar en el Intercambiador de Avenida de América.
Los puntos de acceso a este carril estarán situados en Alcalá de Henares, Torrejón de Ardoz, San Fernando de Henares, el barrio de Canillejas en Madrid y el Intercambiador de avenida de América.
Según los estudios del Consorcio Regional de Transporte los usuarios que utilicen esta infraestructura podrán ahorrar hasta 15 minutos en un trayecto cuya duración media actual se sitúa en 40 minutos.
El carril cobrará especial relevancia durante las horas punta. Así, se prevé que la mejora de este servicio y la reducción en los tiempos de espera puedan incrementar hasta en un 15% la demanda del servicio de los autobuses interurbanos en el Corredor del Henares.
Más de 15.000 usuarios se podrán beneficiar de este proyecto, que supondrá un ahorro para los usuarios de la vía de 500.000 horas al año y que contribuirá a la mejora de la calidad del aire evitando la emisión de hasta 900 toneladas de CO2 al año, según los cálculos de la Comunidad de Madrid.
De acuerdo con el convenio aprobado este viernes, al Ministerio de Fomento le corresponde coordinar los proyectos, dirigir y supervisar las obras y el mantenimiento. El ministerio del Interior se encargará de señalizar el carril, fijar las condiciones de utilización, así como de vigilar y sancionar a través de la DGT.
El Consorcio Regional de Transportes de la Comunidad de Madrid, por su parte, se encargará de la puesta en funcionamiento del carril respecto a las afecciones y necesidades al transporte público de viajeros, y del seguimiento y apoyo a la gestión por parte de la DGT del carril reservado.
Por último, el Ayuntamiento de Madrid deberá poner a disposición los terrenos precisos para la realización de las obras, correspondientes a su titularidad del tramo de la A-2, y asumirá el mantenimiento y conservación de las infraestructuras e instalaciones que sean de su titularidad.
Además, junto con la DGT deberá formalizar los instrumentos jurídicos y administrativos que sean necesarios para ejercer las competencias sancionadoras.