viernes , 22 noviembre 2024

Carta semanal del obispo de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara: ¡Coronavirus’

El coronavirus está sembrando desconcierto, incertidumbre y miedo en todos los ámbitos de la sociedad: políticos, económicos, laborales y religiosos. Ante esta novedosa e impensable realidad, vienen a nuestra mente algunas preguntas: ¿Serán suficientes las medidas que se han tomado para hacer frente a la pandemia? ¿Habría que tomar otras distintas? ¿Qué podemos hacer nosotros en esta inesperada realidad?

Pienso que, ante todo, hemos de obedecer las normas dictadas por las autoridades civiles, así como las indicaciones de los responsables de la sanidad. Con el cumplimiento cuidadoso de estas normas, estaremos poniendo los medios para impedir que el virus nos afecte y que se propague a nuestros semejantes, especialmente a los mayores.

Por otra parte, este tiempo no podemos dejarlo pasar sin darle la importancia que tiene cada momento de nuestra existencia. Entre otras muchas cosas, hemos de aprovecharlo para la reflexión personal, para la lectura de la Palabra de Dios y para el crecimiento espiritual. La invitación a permanecer en nuestros domicilios nos permite regalarle más tiempo al Señor y a los miembros de nuestra familia, cuidando unos de otros.

El encierro en nuestras casas no puede aislarnos de la realidad social ni de las necesidades y sufrimientos de nuestros semejantes. A nuestro lado o cerca de nuestro domicilio, con toda seguridad viven personas ancianas o que están solas. Ellas pueden necesitar alimentos, medicación u otros servicios y no pueden salir a comprarlos. Por caridad cristiana y solidaridad, todos hemos de estar cerca de estos hermanos. Una llamada telefónica o una visita personal, respetando en todo momento las normas civiles y sanitarias, pueden ayudarles a descubrir nuestra disponibilidad y cercanía. Los cristianos, en todos los momentos de la vida y de un modo especial en estos tiempos de emergencia social, tenemos el encargo del Señor de practicar las obras de misericordia con los necesitados.

Os invito a todos a seguir orando en familia o particularmente por los enfermos y sus familiares, así como por tantas personas que cada día, en los hospitales o en el cumplimiento de las normas dictadas por las autoridades civiles, entregan su tiempo y su sabiduría al servicio del bien común, que es el bien de cada uno de nosotros.

Atilano Rodriguez

Agradezco especialmente a los sacerdotes la labor callada y generosa que realizan al servicio de sus comunidades y les invito a permanecer cerca de quienes sufren o experimentan momentos de angustia. Como ya lo hacéis, no dejéis de acoger y de ofrecer una palabra de consuelo y de ánimo a cuantos lo necesiten, brindándoles así la posibilidad de descubrir que el Señor también está presente en estos momentos de sufrimiento y confusión para ofrecer luz y esperanza a todos.

Con mi sincero afecto y bendición, feliz día del Señor.

Atilano Rodríguez, Obispo de Sigüenza-Guadalajara

NOTA DE LA REDACCIÓN: EL HERALDO DEL HENARES acepta el envío de comunicados, cartas y artículos de opinión para ser publicados en el diario, sin que comparta necesariamente el contenido de las opiniones ajenas, que son responsabilidad única de su autor, por lo que las mismas no son corregidas ni apostilladas.

EL HERALDO DEL HENARES se reserva la posibilidad de rechazar dichos textos cuando no cumplan unos requisitos mínimos de respeto a los demás lectores o contravengan las leyes vigentes.

Acerca de El Heraldo del Henares

Diario digital de Guadalajara y el Corredor del Henares fundado en 2009.

Ver también

Tribuna libre de Antonio de Miguel Antón, miembro de SOS Rural: ‘La DANA de Valencia no solo ha provocado cientos de muertes: dejará un profundo daño emocional durante años’

Esta DANA de Valencia no solo va a dejar barro y multitud de vidas y …

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.