El Heraldo del Henares
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha remitido hoy una carta «reprendiendo al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por lo que considera infundios vertidos en el Congreso de los Diputados contra Madrid», según han informado fuentes del Ejecutivo autonómico madrileño en un comunicado.
“Es inadmisible que el presidente del Gobierno de todos los españoles ataque en sede parlamentaria a un Gobierno autonómico, como el de Madrid, en un momento de crisis sanitaria sin precedente”.
Díaz Ayuso argumenta que siempre ha sido leal al Gobierno de la nación y a las Comunidades Autónomas, aunque, dentro de esa lealtad “solicité lo que era un clamor: poner fin a la falta de material sanitario. Ni en esa reunión, ni en las siguientes, recibí una sola respuesta del presidente del Gobierno”.
En el comunicado, la presidenta de la Comunidad de Madrid recrimina a Sánchez por no decretar luto oficial para honrar la memoria de las víctimas, “en lugar de comparecer hoy para dar explicaciones por esas cuestiones y otras muchas más, se ha dedicado a atacar, junto a la portavoz de su partido, Adriana Lastra, a los representantes de los madrileños”.
“¿En qué país del mundo, ante esta pandemia, su presidente ha eludido su responsabilidad atacando a sus administraciones inferiores?”, ha escrito Díaz Ayuso.
“Entre los infundios más graves que han vertido hoy tanto el presidente en el Congreso como su portavoz, destaca la falsedad de que Madrid no compró material con antelación. Es un hecho contrastable que la Comunidad de Madrid sí fue previsora y tras numerosas gestiones formalizó su primera compra de material el 4 de marzo”, y asegura que el 42% del material entregado por el Gobierno a Madrid llegó el lunes 6 de abril, cuando habían llegado ya los dos aviones fletados por el Ejecutivo autonómico de Díaz Ayuso.
Relata en el texto todas las reuniones y cartas enviadas a los portavoces parlamentarios, a pesar de estar confinada en un hotel, para terminar pidiendo la retirada de las acusaciones contra Madrid de las actas del Congreso de los Diputados.
Además, Díaz Ayuso acusa a Pedro Sánchez de haber «utilizado a su antojo tanto RTVE como la sala de prensa del Palacio de la Moncloa como altavoz, irrumpiendo al unísono en todas las televisiones en las horas de máxima audiencia, haciendo gala de un poder mediático sin precedente. En la cadena pública, por cierto, se arrojan constantes y durísimas críticas, cuando no falsedades, contra la sanidad madrileña.
Algo que contrasta con la actitud de la presidenta de la Comunidad de Madrid, quien asegura en el comunicado que «por mi parte he ofrecido tres ruedas de prensa y más de 30 entrevistas en televisión, radio y prensa donde los periodistas han preguntado sin censura alguna».
La Comunidad de Madrid, pionera en tomar medidas contra el coronavirus
La Comunidad de Madrid fue pionera en establecer medidas de control de la pandemia, como decretar el cierre de colegios y universidades el día 9 de marzo, un día después de la celebración de numerosas actividades multitudinarias en la capital de España, que no fueron canceladas por el Gobierno de Sánchez.
De este modo, Madrid se adelantaba al Gobierno de España en casi una semana hasta que se decretó el Estado de Alarma, al suspender la actividad docente presencial en todos los niveles educativos: universidades, Bachillerato, Educación Secundaria, Educación Primaria e Infantil y Formación Profesional. Asimismo, se suspendían las actividades complementarias educativas.
Los centros educativos de la región reabrirían el día 26 de marzo, fecha condicionada a la valoración epidemiológica que realice la Dirección de Salud Pública.
En el medio laboral, Díaz Ayuso anunció que la Comunidad de Madrid había recomendado a las empresas que se realizaran teletrabajo siempre que fuera posible, así como revisaran y actualizaran sus planes de continuidad de la actividad laboral ante emergencias.
También se aconsejaba que se facilitara flexibilidad horaria para mejorar conciliación familiar en estas circunstancias, así como fomentaran las reuniones por videoconferencias.
En el mismo Consejo de Gobierno extraordinario de 9 de marzo, también se adoptaron otras medidas respecto a incrementar el número de camas y espacios hospitalarios para pacientes de coronavirus; suspender operaciones no urgentes para dedicar todos los medios a luchar contra esta pandemia; recomendar a los mayores que tuvieran el menor contacto posible con el exterior para evitar contagios; posponer espectáculos culturales, como Teatralia, entre otras.
El día 13 de marzo, antes de que Sánchez decretara el Estado de Alarma, Díaz Ayuso ya ordenó el cierre de todos los espectáculos públicos, actividades recreativas, locales, establecimientos y comercios minoristas.
Con el objetivo de garantizar los suministros de productos básicos y de alimentación a la población, podían seguir abiertos con normalidad los comercios minoristas de alimentación, de venta de productos de primera necesidad y supermercados, entre otros.
En la práctica, esta decisión suponía el cierre, entre otros establecimientos, de cines, teatros, discotecas, salas de exhibiciones, salas de conciertos, auditorios y salas de exposiciones.
También estaban afectados por esta medida gimnasios, locales o recintos deportivos cerrados, los destinados a la práctica deportiva de uso público, casinos, salones de juego, locales específicos de apuestas y salones recreativos.
Del mismo modo, se ordenaba el cierre de parques de atracciones, parques zoológicos, parques recreativos infantiles, verbenas, desfiles y fiestas populares.
Y, finalmente, también se decretaba el cierre bares de copas, tabernas y bodegas, cafeterías, bares, chocolaterías, heladerías, restaurantes, salones de banquetes y terrazas, entre otros.
Por otro lado, ese mismo día 13 de marzo, la Comunidad de Madrid puso en marcha un plan para unir por primera vez a la sanidad pública y privada bajo una misma coordinación para combatir la expansión del coronavirus (COVID-19) y dar la mejor respuesta en el tratamiento de los afectados.
Gracias a esta colaboración pionera, se creaba un sistema centralizado de UCIs para llegar hasta las mil camas destinadas a los pacientes que requirieran de cuidados intensivos.
