El Festival de Cine Solidario de Guadalajara continúa su desarrollo en el Auditorio Buero Vallejo exhibiendo una muy cuidada selección de cortometrajes agrupados en diez categorías temáticas que tienen como nexo común el afán del festival por visibilizar determinados conflictos y circunstancias injustas que quizás no sean demasiado conocidas.
Cuatro cortometrajes que narran algunas de las terribles consecuencias que los ataques terroristas tienen tanto para la seguridad como para la convivencia entre culturas son los que han completado la programación de Presuntos Culpables, una de las citadas secciones del festival que, sin lugar a dudas, ha provocado la reflexión del público.
En esta sección, el sorprendente planteamiento introspectivo de “El visitante”, trabajo que Noelia María presenta en FESCIGU, abrió la sesión de proyecciones, la cual continuó con “Un lugar”, otra no menos inquietante historia que nos llega de la mano de Iván Fernández de Córdoba y en la que se nos muestra la lucha de un inmigrante árabe para superar los prejuicios de una familia europea.
A continuación “Accès privé” nos situó en un utópico París del año 2022 en el que Timothée Catherine ubica el drama de dos disidentes políticos que tienen que luchar contra las circunstancias externas a la vez que tratan de manejar los condicionantes mutuos.
«Mute», otro corto extranjero, esta vez del austriaco Albin Wildner, puso fin a Presuntos Culpables, y en él pudimos ser testigos de la cruda historia de un joven africano en su pavorosa huida hacia un futuro mejor para él y su familia.
Directores en la Sección Oficial
A continuación dio comienzo la segunda de las sesiones de la Sección Oficial de Cortometrajes, que fue precedida por la intervención de la guadalajareña Raquel Larrosa, en la imagen de la izquierda, directora de “Skeikima” y Fernando González Gómez, en la imagen de la derecha, director de “Downunder”, quienes aprovecharon su presencia en el Buero para presentar sus trabajos ante el público asistente.
Concluidas las intervenciones, se proyectaron el drama familiar que Jorge Naranjo muestra en “Un billete a nunca jamás” la tensa historia de Adem Lethani, protagonista del film de Asier Urbieta “False Flag” y toda la violencia con que Fernando González Gómez ha revestido su trabajo “Downunder”.
Raquel Larrosa sorprendió con su valiente planteamiento a la hora de arrojar luz sobre la problemática de los jóvenes saharauis que viven en los Territorios Ocupados y se ven obligados a estudiar en Marruecos. Como no podía ser de otra manera, la joven directora recogió su recompensa por “Skeikima” en forma de una enorme ovación con que el público supo reconocer el trabajo de la directora local.
El rocambolesco planteamiento que Guillaume de Ginestel nos ofrece en “Braquage sérénade” y el morboso juego de “La puta y el cliente” pusieron fin a las casi dos horas de proyecciones, sin lugar a dudas, hicieron pasar al público asistente una velada muy intensa.
Tiempos convulsos en el cine
La tragedia del bullying mostrada desde del objetivo de María Martín Medinilla y Roger Grau Pérez en «Colgado”, el hallazgo que Tomás hace en “Les autres départs” del director Claude Saussereau o el sorprendente vericueto legal expuesto por Francisco Javier Rubio en “Dentro del sistema” dieron comienzo a la sección “Presente Imperfecto”, que se desarrolló anoche en FESCIGU.
Para finalizar la segunda jornada del festival, se proyectaron “Una china en el zapato”, de los directores Adrián Ramos y Oriol Segarra y la utopía “Timelapse”, de Aleix Castro.
Y el jueves más cine