Desde hace años, el desastroso desarrollo urbanístico de Pioz desde años, ha llevado a la construcción de una alta densidad de adosados repartidos en 13 urbanizaciones, que ha arrasado centenares de hectáreas de bosque mediterráneo. Éste es especialmente rico en biodiversidad, con suelos bien conservados durante centenares de años que sustentan una comunidad de diversas especies de los Quercus (fundamentalmente encina, Quercus ilex) que acoge a una flora rica y variada (tomillos, romeros, etc) y, que sirve de cobijo a numerosa fauna, sobre todo aves. Este hábitat tan rico y representativo de nuestro territorio debería estar protegido, por los responsables directos del mismo, la Junta de Castilla-La Mancha y el Ayuntamiento de Pioz, que deberían poner más condicionantes para evitar la tala de ejemplares, así como recalificar suelo urbanizable a rústico en el resto de las 12 urbanizaciones, procedimiento que se aprobó en su día y no se han llevado a cabo.
En este momento se vuelve a reactivar la construcción y el Ayuntamiento y la Junta de Castilla-La Mancha cierran los ojos ante la desaparición de ecosistemas cada vez más valiosos, y continúan con las políticas contrarias a poner freno a la Emergencia Climática..
Por este motivo pedimos a ambos responsables que eviten la tala indiscriminada de masas de encinas, aún estando en zona urbana, y que se prohíba la tala de cualquier ejemplar que supere los 20 cm de diámetro, se realice una revisión de cada actuación urbanística de forma que se conserven el máximo de ejemplares y se adecúe la construcción al máximo respeto de los mismos. De igual modo instamos a la modificación de las ordenanzas municipales para que se evite la destrucción de más masa forestal y se lleve a cabo la recalificación de las 12 urbanizaciones no desarrolladas a suelo rústico.
Ecologistas en Acción de Guadalajara
NOTA DE LA REDACCIÓN: EL HERALDO DEL HENARES acepta el envío de comunicados, cartas y artículos de opinión para ser publicados en el diario, sin que comparta necesariamente el contenido de las opiniones ajenas, que son responsabilidad única de su autor, por lo que las mismas no son corregidas ni apostilladas.
EL HERALDO DEL HENARES se reserva la posibilidad de rechazar dichos textos cuando no cumplan unos requisitos mínimos de respeto a los demás lectores o contravengan las leyes vigentes.