La patrulla del Seprona de la Guardia Civil de Brihuega ha instruido diligencias por un supuesto delito contra la protección de la flora y la fauna cometido en un coto particular de la localidad de Trillo.
Los investigados habrían cazado ilegalmente un ciervo y uno de ellos estaba procediendo a su decapitación para llevarse el trofeo, cuando fue sorprendido en terrenos sometidos a régimen cinegético especial sin contar con el preceptivo permiso del titular del coto.
Además de que esta conducta se habría desarrollado con incumplimiento manifiesto de lo preceptuado en la legislación de caza, en su huida del lugar habría puesto en peligro la integridad física de varias personas, según han informado fuentes del Instituto Armado en un comunicado.
Y otros dos imputados por cazar ciervos en plena berrea en El Recuenco
Asimismo, dos personas habrían incurrido en la comisión de importantes infracciones a la legislación de caza, cuando fueron sorprendidos por los efectivos del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil de Guadalajara en las inmediaciones de la localidad de El Recuenco en plena época de berrea del ciervo, sin contar con la documentación preceptiva para la práctica cinegética.
Las consecuencias penales de la caza ilegal
Es importante resaltar que las conductas de furtivismo y caza ilegal están tipificadas en los artículos 334 y 335 del Código Penal y pueden llevar aparejadas penas de prisión de seis meses a dos años, retirada de la licencia de caza de dos a cinco años, retirada de los permisos de armas, el pago de los daños causados y el decomiso de los trofeos.
También, se les pueden aplicar las infracciones contempladas en la legislación de caza de Castilla La Mancha que prevé sanciones de hasta 60.000 euros.
La necesidad de concienciar sobre estas conductas delictivas
La dificultad que conlleva la lucha efectiva contra las conductas de furtivismo, entendiendo como tales aquellas que se refieren a cazar fuera de temporada, no poseer las licencias o permisos administrativos requeridos, el uso de armas o municiones ilegales, la caza de animales listados como especies protegidas, las que se llevan a cabo dentro de las áreas restringidas o el uso de medios prohibidos, exige una mayor colaboración por parte de la ciudadanía.
Denunciar tales prácticas ante la autoridad competente tiene una gran importancia para el éxito de las actuaciones que lleva a cabo la Guardia Civil, que obviamente repercuten positivamente en el conjunto de los ciudadanos y de todos aquellos que se dedican a la actividad cinegética respetando la legislación vigente.