La hostelería está formada por más de 300.000 establecimientos que dan trabajo a 1,7 millones de personas y tiene un volumen de ventas de 123.612 millones de euros, con una aportación del 6,2% al PIB de la economía española, según datos de la patronal Hostelería de España.
Específicamente, los restaurantes, bares, cafeterías y pubs emplean a 1,3 millones de personas y tiene una facturación cercana a los 94.000 millones de euros, aportando el 4,7% al PIB nacional.
Solo en la ciudad de Guadalajara, este sector aglutina a cientos de pequeños empresarios y autónomos que general miles de empleos, entre directos e indirectos. Y a la hostelería habrá que sumar los gimnasios o el ocio nocturno, sectores criminalizados en toda España, excepto en la Comunidad de Madrid.
Y es que, en toda Castilla La Mancha, tras el cierre obligado en marzo por el Estado de Alarma decretado durante varios meses por el Gobierno de Sánchez, llega el segundo de los cierres políticos, el decretado por el Gobierno de Page.
Por eso, mientras uno de los principales motores de empleo y de riqueza del país, decíamos, está siendo criminalizado y se le está abocando al cierre y a la ruina, ni uno solo de los políticos de este país, ni mucho menos de Castilla La Mancha o de Guadalajara, con sueldos de 5.000 euros al mes (que nunca en su vida han ganado, ni ganarán, en la empresa privada por ‘méritos’ propios ninguno de los actuales dirigentes políticos y sus asesores) ha entrado en ERTE o en el paro ni, lo que es peor, ha renunciado a parte de su sueldo.
¿Sabían Uds. que mantener a todos los políticos y asesores del Ayuntamiento de Guadalajara cuesta al año cerca de dos millones de euros entre sueldos y pagos patronales a la Seguridad Social?
No pasa nada. En tres años se nos habrá olvidado todo y seguiremos votando a quienes no nos traen más que frustración, división, sectarismo, inexperiencia, mediocridad, ruina, hambre, paro y, sobre todo, clasismo, mucho clasismo: ellos, los que mandan, cobran, y muy bien, pase lo que pase y hagan lo -poco- que hagan; el resto, los que trabajan, a pagar y a callar.
Gracias, Roberto, por decir la verdad.
Imponen desde la atalaya, pero sin empatía porque no comparten ni sufren como los ciudadanos, las penurias por la merma o ausencia de sueldos de parte de los miembros de familia, por los cierres de negocios y los ERTE.
Prorroga y prorrogan las restricciones sin saber (o a sabiendas) que hay familias cuyos miembros llevan más de un año sin verse. Hay familias con algún enfermo, o con niños, en pisos reducidos que llevan un año casi sin salir, por responsabilidad. ¿Qué ayuda tienen?
Hay personas con alguna carencia física en alguna Residencia que llevan más de 12 meses sin poder salir de su habitación, sin recibir visitas y, en algunos casos, sin poder ver a su familia, ni siquiera por el móvil. No tiene Covid-19 ¿Se imaginan en qué estado físico y mental están?
Me cuentan que han hablado de llevar algún perro, en un intento de terapia, para ver si reaccionan. ¿No se puede habilitar una habitación aislada y distinta de la suya, donde pueda recibir la visita de un familiar?
Los políticos no han estado a la altura de la prevención, ni de la protección, ni de las vacunas, ni de la ayuda a los ciudadanos con la nevada y los hielos. Desde finales de 2019 ¿algún político, se ha bajado el sueldo o propuesto que no se suba la luz o el gas a los ciudadanos que tienen que quedarse en casa?
Me alegra que se den a conocer los sueldos de estos esforzados individuos y sus equipos de asesores. Los ciudadanos estamos avergonzados de tanto desgobierno, que ni a nivel nacional ni autonómico ha sabido lamentar, las empresas cerradas, la perdida de trabajos, ni contabilizar siquiera las vidas de las muchísimas personas que nos han dejado.