Ya lo hemos dicho en repetidas ocasiones. El mercado de los SUV puede que sea uno de lo más duros y las marcas optan por ofrecer distintas alternativas para intentar “pillar” un trozo más grande del pastel.
Crónica de fotografías de José Andrés Merino
Unos compiten por precio, otros por diseño, otros se conforman con el prestigio de su marca y el SsangYong Korando lo hace con una alternativa muy interesante y que no muchos conocemos: el GLP.
La mayoría están obsesionados con obtener ventajas económicas diarias con los vehículos electrificados, bien sea híbridos con un sistema u otro, bien sea totalmente eléctricos, aunque ya sabemos la limitaciones que tienen estos últimos. La alternativa que nos ofrece SsangYong y que durante esta prueba vamos a tratar de “exprimir” es el combustible GLP.
¿Qué es el GLP? Se trata del Gas Licuado del Petróleo. Es una mezcla de butano y propano con una composición, características y proporciones que lo convierten en apto para automoción. El 60% del GLP que se comercia es obtenido de yacimientos de gas natural o petróleo, siendo el 40 % restante producido a raíz de la destilación del petróleo en las refinerías. Aunque su colocación en el mercado de automóviles es muy inferior a la gasolina o diésel, poco a poco van aumentando las marcas que lo ofertan así como las estaciones de servicio que lo suministran.
Dos combustibles
El SsangYong Korando ofrece dos posibilidades de combustible en su versión GLP. Por un lado un deposito convencional de gasolina que alcanza los 50 litros y, por otro lado, otro depósito de GLP con 57. Este último está colocado debajo del maletero, por lo que pierde la rueda de repuesto (ofrece un kit anti pinchazos) y algo de capacidad de maletero. Aun así, su capacidad es de más de 400 litros con la cortinilla estirada.
Hay que destacar que el depósito de gasolina del Korando es de verdad, con 50 litros como hemos comentado, ya que otros modelos de otras marcas se conforman con un deposito mucho más pequeño que en algunos casos no llega a los 100 kilómetros de autonomía. La teoría nos dice que el Korando, gracias a sus dos depósitos llega hasta los 1.200 km de autonomía.
La forma de repostar el GLP es muy sencilla. Una pistola muy parecida a la convencional se coloca en la boca del gas y, tras esperar a que se adapte y coja presión, pulsamos un botón y esperar a que se llene. Lo más bonito de esto es el precio que pagaremos por ello. En carretera hemos visto precios que oscilan entre los 0,65 y 0,70 euros litros, pero en ciudad, hemos repostado a 0,59. Desde luego a este precio debemos considerarlo como una alternativa muy interesante.
Por defecto, el Korando funciona con GLP y el conductor, si quiere hacerlo, con tan solo pulsar un botón en el lado izquierdo del salpicadero puede cambiar a la gasolina. Estos cambios son prácticamente inapreciables a la hora de conducir y si es aconsejable gastar periódicamente la gasolina para que no permanezca mucho tiempo en depósito.
Hablando de combustible, tenemos que continuar contando como funciona el motor. En este caso se trata de la versión G15T de 163 caballos. Como hemos comentado es un motor gasolina Turbo que también puede funcionar con GLP. Eso si, a cambio de esa pequeña capacidad en el maletero hemos ganado una pegatina de ECO en el salpicadero que es muy cotizada…
El propulsor siempre arranca en gasolina para transcurridos unos segundos pasar a tirar del gas siempre que haya suficiente en el depósito. Unas señales luminosas nos van a indicar siempre el estado del depósito de gas y además, cuando está acabándose, una señal sonora nos indica que pasa a usar gasolina.
A la hora de andar con él, destacamos una absoluta suavidad en todo su rango de rpm. Así mismo, también nos llama la atención la poca sonoridad que tenemos dentro del habitáculo. La caja de cambios manual de 6 velocidades, tiene unos desarrollos bastante largos, sobre todo en las ultimas marchas, con el resultado final de bajar considerablemente los consumos. En nuestra prueba, mas de 1.500 km, la media ha sido de poco más de 7 litros, con un 60% de conducción interurbana y el resto por ciudad.
Es un coche muy rutero ya que ha esa escasa rumorosidad interior le añadimos que ofrece un generoso espacio para los ocupantes y un comodidad a prueba de bombas a la hora de lanzarnos a hacer kilómetros con el.
Circulando con el en la ciudad, con un tamaño y diseño que gusta a todo el mundo, se mueve con una soltura impresionante. El diámetro de giro no llega a los 11 metros y sus medidas permiten aparcarlo casi en “cualquier hueco”. En carreteras reviradas no transmite balanceos exagerados de la carrocería si entramos alegres en alguna curva y no aparecen signos de falta de tracción o adherencia en las zonas de peor asfalto o con condiciones climatológicas adversas.
En cuestión de seguridad a la hora de conducir, el Korando está al máximo nivel. Frenada de emergencia en ciudad, aviso del abandono de carril con asistente de permanencia en el mismo, aviso de cansancio, lector de señales de tráfico, alerta de distancia de seguridad o avance del vehículo precedente… entre otras.
Dentro
Como hemos comentado líneas más arriba, el Korando tiene unas dimensiones que gustan a todo el mundo. Ni es demasiado pequeño, ni es demasiado grande y con ello consiguen satisfacer a una amplia gama de clientes. 4,45 metros de largo, 1,87 de ancho y 1,62 de alto permiten ofrecer cinco plazas realmente amplias y cómodas. Parece un SUV recogido y de menor tamaño, pero la verdad es que engaña y es un SUV eminentemente familiar. Como dato anecdótico, es 9 cm más alto que la versión anterior Korando.
Los guarnecidos y plásticos interiores muestran una buena calidad y ajuste. Destaca en la consola central la enorme pantalla central de 8 pulgadas con unos menús que facilitan mucho su funcionamiento. Dispone tanto de Apple Car Play como Android Auto. Dispone de volante multifución y casi todas las opciones de confort y multimedia las podemos manejar sin tener que recurrir a la pantalla táctil.
Estéticamente es todo un SUV que destaca por sus números detalles estéticos exteriores. Vemos por ejemplo las barras longitudinales del techo muy prácticas para las familias actuales, protectores de los bajos, montantes de las ventanillas, llantas de aleación, faros con tecnología led de iluminación diurna, detalles que suman un conjunto muy agradable a la vista y le convierten en todo un SUV del siglo XXI.
Terminamos citando datos que también son importantes como la batalla que llega hasta los 2,675 metros (gran culpable de la habitabilidad y comodidad interior), su peso final que no llega a los 1.500 kilos, capacidad de maletero de 423 litros, sin bandeja 520 o casi 1,300 si abatimos los asientos.
Conclusión
El Ssangyong Korando es un gran coche. Lo mires por donde lo mires, pocas cosas en contra podemos encontrar en él. Gran habitabilidad, buenos acabados, excelente autonomía y economía de consumo, precios ajustados… una buena alternativa coreana al aluvión de SUV europeos y japoneses.