El contacto piel con piel, CPP, o también conocido como método canguro es una técnica sencilla que consiste en poner al recién nacido a término en contacto directo con la piel de su madre, o en caso de que no sea posible sobre el padre (por ejemplo, en una cesárea). Cuanta más superficie corporal esté expuesta entre los dos mucho mejor..
*Por Esther Calleja González, graduada en Enfermería
Para ello, según el bebé nace se le coloca directamente sobre el cuerpo desnudo de la madre, no se le seca, ni se le limpia, simplemente se le cubre con un paño por encima para evitar la pérdida de calor y se le realizan los controles pertinentes sobre su madre.
Actualmente, la gran mayoría de hospitales opta por practicar esta técnica que cuenta con el respaldo de numerosos organismos como la OMS, la AEP y la SEN (Sociedad Española de Neonatología) entre otras, y día a día los profesionales son testigos de los grandes beneficios que aporta para la madre y para el bebé, entre los que cabe destacar:
- Regulación de la temperatura corporal: Hay que recordar que el bebé parte de un medio líquido, a una temperatura aproximada de 37ºC y con su salida al exterior se expone a un cambio brusco y además no tienen la grasa suficiente por lo que el contacto con la madre le proporciona esa temperatura ideal para él. Además, es a quien reconoce, su olor, su voz y el latido de su corazón, calmándole del llanto, lo que va a llevarle a que se sienta protegido y seguro mejorando sus constantes vitales.
- Se libera la conocida “hormona del amor”: las primeras miradas, el contacto, la unión entre ambos, hace que se libere por parte de los dos oxitocina, favoreciendo en el caso de la madre la regresión uterina, disminuyendo el sangrado y estableciendo ese vínculo madre-hijo que influirá de forma positiva en el desarrollo del bebe. El calor, las caricias, el latido del corazón, esa sensación de seguridad, van a ser las mejores herramientas para favorecer la conexión neuronal del cerebro, que se va a desarrollar en base a lo que percibe, a lo que está sintiendo, además de mejorar las habilidades cognitivas y su madurez emocional.
- Facilita el agarre espontáneo y con ello el inicio de la lactancia materna: el bebé aprovechando el periodo de reactividad en el nacimiento, de forma instintiva es capaz de reptar desde el abdomen de su madre hacia el pecho, guiándose por el olor y la pigmentación de la areola que hace que focalice su objetivo, llegar hasta el pezón y empezar a succionar iniciando de esa manera la lactancia materna. Si logramos que se produzca este momento, tendremos con mucha seguridad una lactancia materna exitosa.
Es importante que este método no se destine exclusivamente a las dos horas posteriores al parto, sino que se prolongue en el tiempo y se practique meses después ya que son múltiples los beneficios que se obtienen para quienes lo practiquen y no se limite solo a la madre sino también pueda realizarlo el padre o incluso hermano/as.
Además, son numerosos los hospitales que se están sumando en sus unidades de neonatología a poner en práctica este método como parte esencial del cuidado del bebe pretérmino, observándose en múltiples estudios sus efectos: mayor ganancia de peso, mejor regulación de la temperatura, mayor duración de la lactancia materna, menor número de infecciones nosocomiales y consecuentemente menor tiempo de hospitalización.
*Esther Calleja González es graduada en Enfermería, Unidad de Preparación al Parto de la Clínica El Carmen de Guadalajara
**Artículo cedido por la Revista Médica El Carmen