En la tarde del sábado 5 de febrero, falleció el sacerdote diocesano José María Reyes López. Presidido por el obispo, su funeral se celebró en la concatedral de Guadalajara en la tarde del domingo 6.
Fue inhumado en el cementerio de El Pedregal, el pueblo que vio nacer el 12 de septiembre de 1931. Era sobrino de san Marciano José (el mártir de La Salle Filomeno López López).
Ordenado sacerdote en Sigüenza el 12 de febrero de 1956, desarrolló su ministerio sacerdotal, sobre todo, en dos largos destinos: Escariche y anejos, durante unas dos décadas, y después San Miguel de Azuqueca de Henares, durante otro tanto y hasta su jubilación por motivos de edad, decretada en 2010 por el entonces obispo monseñor José Sánchez.
Fue un gran promotor del culto a la Divina Misericordia, que no dejó en ningún momento, a pesar de que en los últimos años de su magisterio ya había perdido casi por completo la vista. Hasta su fallecimiento, Reyes se encargó de la distribución del libro «El mundo conseguirá la paz si se entrega a mi misericordia», de santa María Faustina Kowalska.
Entre otros destinos nada más ordenado sacerdote, sirvió en Alcoroches.
Residía en la Casa Sacerdotal de Guadalajara.
Don José María Reyes, in memoriam, por Laura y María Lara Martínez.