El Heraldo del Henares
El ser humano no tiene un destino en el horizonte cultural terrestre, lo que sí tiene es un sentido en la vida. La dimensión humana es profunda y múltiple. Es paradójica, y a veces también contradictoria. Puede parecer limitada en una persona individual, pero en cada uno crece y se desarrolla la especie entera; participa de la materia y los elementos físicos, pero crece gracias al conocimiento y al espíritu que apuntan a otra dimensión. El anagrama de sentido, no es paradigma de destino, pero hace pensar, pues son las mismas letras.
Estábamos tomando un café, en un establecimiento público. De pronto, en la pantalla de la televisión, se anunciaba que «habían puesto en alerta los arsenales nucleares«. Ese órdago paralizó el local, todos miramos a la pantalla y… quedamos atónitos. ¿Cómo seguir el juego de esa humanidad capaz de volar los puentes del progreso? Apareció el Presidente ucraniano Volodímir Zelenski: «Debemos demostrar que la humanidad es capaz de protegerse a sí misma«.
Un profesor de literatura que estaba cerca y había leído a Eduardo Galeano, dijo: «Las armas exigen guerras y las guerras exigen armas y los cinco países que manejan las naciones unidas, los que tienen derecho de veto en las Naciones Unidas resultan ser también los cinco principales productores de armas. Uno se pregunta ¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuando la paz del mundo estará en manos de los que hacen el negocio de la guerra? ¿Hasta cuándo seguiremos creyendo que hemos nacido para el exterminio mutuo y que el exterminio mutuo es nuestro destino?»
-¿Cree usted que ese es nuestro destino?, le preguntó alguien al lado.
-No se trata de lo que yo piense, ni de lo que escribió hace bastantes años, E. Galeano. Se trata de si en la encrucijada de esta guerra de invasión y exterminio, puede creerse o no en «la posibilidad de cambio» .
– Con el arsenal atómico -de unos y de otros-, capaz de hacer saltar por los aires este planeta, no puede haber una postura muy optimista, para la paz ¿no os parece?
-El pensador israelí, autor de Sapiens, (un libro que ha sido un éxito internacional), cree que ahora mismo, y como se deduce del comportamiento humano a lo largo de los siglos, y de las ultimas guerras, hay dos posturas: 1) Quienes niegan que seamos capaces de cambiar. Esta corriente argumenta que el mundo es una jungla, donde los fuertes se alimentan de los débiles, y que el poderío militar es lo único que evita que un país se trague a otro. La historia se repite y solo cambian los escenarios
– Estoy bastante de acuerdo, dijo uno que había afirmando con la cabeza; ahí están las grandes guerras, como destino periódico. Pero me gustaría escuchar, cuál es la otra.
– 2) La otra escuela de pensamiento afirma que la ley de la selva es cualquier cosa menos una ley de la naturaleza. La guerra, no es una fuerza de la naturaleza, como la gravedad. Fue el hombre quien la inventó, y también puede modificarla. Depende de factores culturales y económicos y pueden cambiar. La paz también se vive y tiene su fuerza. Tanto, que en los últimos años la principal fuente de riqueza, según esta opinión, no es el oro o el dinero, sino el conocimiento.
– ¡Cierto! Ni la mayoría de los que estamos aquí, algunos con casi 80 años, hemos visto ningún conflicto entre superpotencias.
-Pero, precisamente las superpotencias, durante ese tiempo de calma, se han armado y han convertido las armas nucleares en un riesgo colectivo y suicida para los humanos y la naturaleza. Y las acaban de poner en alerta.
-Es verdad, el riesgo existe. Sin embargo, lo que nos ha permitido vivir y de nuestro trabajo, en tiempos de paz, es el estudio y el conocimiento, como dice la opinión segunda. Podrán aniquilarnos, pero eso no podrán robarlo, como antes hacían con el oro.
-Los políticos y las élites que gobiernan sí roban para enriquecerse; y son cada vez más ricos.
-¿Y quién los elige? ¿A quién han consultado para iniciar esta invasión contra Ucrania? Tal vez la clave de la corrupción está en «el silencio de los corderos» y «en la ideología de quienes quieren conseguir algo sin dar un palo al agua«.
-Es posible, porque así -como dice un jienense- hemos llegado a padecer un gobierno como el actual, donde “un enjambre de ministros/ministras, disponen de dinero sin control alguno y con el que mantienen ejércitos de servidores y crean “covachuelas” para aumentar una administración que no administra y que consume todo el dinero público, amén del que se obtiene con un sistema de deuda pública que nos aboca a una bancarrota, que antes o después llegará«. (Antonio García Fuentes)
Desde la mesa en que desayunaba una pareja, al escuchar el dialogo…
-La señora dijo: aunque haya fallecido hace unos años, no debemos olvidar la advertencia del científico Stephen Hawking. Un ciudadano nuestro escribió, de ello en 2018, por eso recuerdo que dijo: «Debemos abandonar la Tierra antes de cien años«.
– Cierto, yo también lo leí, pero tal vez ese gran proyecto, -de salir de aquí- ha saltado por los aires ahora, porque para ello los científicos y las grandes potencias que pueden financiarlo deberían estar unidos. Creo que de algún modo, el científico británico, se alineaba con quienes piensan que si no abandonamos el planeta, estaremos condenados a la extinción porque los humanos estamos acabando con él y la extinción sería nuestro destino como raza.
– Posiblemente una pandemia o el calentamiento global serían una gran amenaza, pero las armas son el gran peligro. De hecho, el mandatario americano Joe Biden ha dicho: “Una guerra nuclear no se puede ganar y nunca se debe librar”.
-¡Ya! Pero las potencias que disponen de ellas, están en alerta. Alguien ha escuchado ¿hasta cuándo?. Es la pregunta tanto de Galeano como del israelí Yuval Noah Harari.
– Un español que sí se ha implicado, el chef José Andrés, que llegó el 27 de febrero con su ONG World Central Kitchen (WCK), primero hasta Medyka la frontera con Polonia, y ahora desde Leópolis, paso para miles de refugiados en su huida hacia Polonia, donde está repartiendo miles de comidas. Nuestro Chef más internacional acaba de decir: «No podemos permitir más Putins en el mundo«. Y ha pedido al presidente Volodímir Zelenski, que permita a su organización y a otras similares entrar y salir por su frontera para poder atender y alimentar a los miles de refugiados que esperan para poder cruzar, la frontera: «Señor presidente, si da permiso a ONG como WCK, al Programa Mundial de Alimentos (WFP) y Samaritans Purse para entrar y salir cerca de la frontera, podremos alimentar a los miles de hombres y mujeres que están esperando para estar a salvo».
-José Andrés sí es un ciudadano del Mundo y, como tal se comporta, va donde se le necesita, y dice lo que muchos no se atreven a decir y menos hacer, por cobardía.
– Vale, vale, dijo el dueño de la Cafetería, esto no es el Parlamento.
-¡Tienes razón, no lo es!, replicó alguien a su lado, pero los políticos deberían escuchar la libertad con que se expresa el Parlamento de la calle!
– Sería bueno escuchar a quien tenga algo que decir aquí o en cualquier parte. La misma ONU, ha condenado la invasión rusa por mayoría, con solo 5 países votaron en contra. Por si había alguna, fueron la propia Rusia, Bielorrusia, Siria, Corea del Norte y Eritrea.
-Nuestro compatriota Javier Nart, que ha recorrido el mundo como corresponsal de guerra, primero y después como político, y desde 2014 como europarlamentario, (actualmente dentro del grupo Renovar Europa), dice en qué medida estamos o no cerca de la III Guerra Mundial.
-Lo que está sucediendo no está lejos ni somos ajenos al sufrimiento. Desde varias ciudades europeas, se están volcando con los refugiados. Se están recogiendo ropa, medicamentos y alimentos no perecederos para ayudar a los refugiados, de esta guerra. ¡También en nuestra ciudad!
Los valientes ucranianos han lanzado un mensaje esperanzador: ¡Sobreviviremos!
José Manuel Belmonte
