La empresa Desokupa Expres ha procedido a llevar este jueves 29 de septiembre la que han calificado como «la mayor operación de desalojo de okupas en España» en Guadalajara.
Según han informado fuentes de esta empresa en su página web, esta operación se ha realizado tras la solicitud de la comunidad de vecinos de tres bloques de viviendas ubicadas en la calle Francisco Aritio número 166 de la capital guadalajareña.
Concretamente en el edificio conocido como Campus Empresarial Alcarreño, que sufría problemas de ocupación desde 2017 en 96 viviendas.
El equipo de Desokupa Expres, compuesto por 75 personas especialistas en este tipo de operativos, ha contado con el apoyo y la coordinación con efectivos de la Policía Nacional que se personaron en el lugar, retirándose poco tiempo después sin que tuvieran que intervenir en el proceso, ya que se ha tratado de un procedimiento totalmente legal y organizado minuciosamente para garantizar el mejor resultado.
La rapidez de actuación de este equipo de profesionales ha permitido completar el desalojo con éxito de las casi 100 viviendas ocupadas, en tiempo récord, poco más de 2 horas.
Debido a la magnitud de la operación, en Desokupa Expres llevaban dos meses, desde el mes de julio, realizando trabajos de vigilancia en la zona y estudio de la situación, hasta el punto de infiltrar a varios de sus empleados entre la comunidad okupa, haciéndose pasar por conserjes.
El operativo ha consistido en sacar a todos los inquilinos de los bloques, tanto okupas como residentes legales. Después, tras la correspondiente identificación del personal, se ha permitido de nuevo el acceso a los legítimos propietarios de las viviendas.
La comunidad de vecinos de la urbanización fue quien se puso en contacto con Desokupa Expres solicitando sus servicios, «hartos de sufrir actos de vandalismo, destrozos e insalubridad en los edificios y sus alrededores, situación que se había agravada en los últimos meses», han señalado fuentes de esta empresa.
Los propietarios han tenido que soportar situaciones conflictivas entre okupas de distintas nacionalidades y etnias, peleas nocturnas, destrozos en garajes y zonas comunes es total dejadez como la piscina comunitaria.
Después de numerosos intentos por parte de los vecinos informando del problema al banco propietario Liberbank, «este no ha llevado a cabo ningún acto que hiciera posible la resolución de la situación, lo que llevo a la comunidad a recurrir a nosotros para finalmente solucionar el problema», han añadido.
Pero el trabajo de Desokupa Exprés no terminó hoy ya que un grupo de 30 miembros de su equipo de profesionales, vigilantes de seguridad y controladores de acceso, continúa en las inmediaciones, reforzando la vigilancia en zonas comunes, para asegurar que los okupas no regresen a instalarse en los pisos vacíos y evitar posibles conflictos en la zona.
Además, se han reforzado puertas y ventanas y el cuarto de contadores para evitar robos de fusibles y la manipulación de la instalación eléctrica.