Clausurado el cuarto de los cinco otorgados por la UNED de Guadalajara. Desarrollado desde el 5 al 7 de julio bajo el título de “Las Virreinas en la monarquía de los Austrias. Un poder femenino dentro de las estructuras político-culturales de un imperio”, ha contado con las ponencias de doctorados, catedráticos y docentes de diferentes universidades especializados en Historia.
Se define virrey como la “persona que gobernaba uno de los territorios de la corona en nombre de rey”. El significado de virreina, en cambio, queda delimitado como “la mujer del virrey”. Pero, ¿fueron un mero poder informal y auxiliar o, en realidad, importantes agentes de transformación cultural y política? Ellas fueron las protagonistas de este curso de verano, desde una visión general hasta la exposición de ejemplos concretos que tienen cierta relación con la ciudad de Guadalajara.
Alejandra Betilde Osorio, coordinadora del curso y profesora del Wellesley College estadounidense, fue la encargada de la primera ponencia, “El poder de las virreinas y el problema histórico y teórico del poder femenino”, en la que apareció la familia Mendoza, que ordenó y financió la construcción de varios palacios y templos por toda la provincia de Guadalajara.
El nombre de la virreina Germana de Foix se mencionó en la segunda exposición de la primera sesión, a cargo de Manuel Rivero, Rodríguez, catedrático de Historia Moderna en la Universidad Autónoma de Madrid. Ella, sobrina del rey Luis XII de Francia, se convirtió en la segunda esposa de Fernando el Católico tras el fallecimiento de Isabel I. “El mecenazgo que ejerció fue brutal, al igual que su visión diferente sobre el poder político y los órdenes jurídicos”, expresó Rodríguez.
La segunda sesión de este curso tuvo lugar el jueves 6 de julio y se repartió en cinco ponencias, de 9 a 20 horas. Francisco Montes González, profesor titular de Historia del Arte en la Universidad de Sevilla, Inmaculada Rodríguez Moya, catedrática de Historia del Arte, Alberto Baena Zapatero, doctor de Historia de América, Ida Mauro, profesora de Historia Moderna en la Universidad de Barcelona y Esther Alegre Carvajal, profesora titular de Historia del Arte en la UNED, centraron sus palabras en las virrenas novohispanas, su imagen, representación y poder, en las mujeres de los virreyes de Nápoles dentro y fuera del palacio y en el papel de la condesa de Mélito en el Reino de Valencia durante la revuelta de las Germanías.
La primera alusión a una virreina novohispana tuvo lugar en 1604 y, a partir de aquí, comienzan a tener un papel activo en rituales y ceremonias. Juana de Aragón, hermana de Fernando el Católico y Ana de la Cerda, que aparece en la portada del Palacio de Pastrana, hija de hermano del primer duque de Medinaceli, esposa del conde de Mélito, descendiente directo del cardenal Mendoza, aparecen en escena en un momento en el que existe una gran presencia femenina de considerable poder en lo más alto de la nobleza española.