Los trabajadores de Lactalis-Nestlé de Marchamalo (Guadalajara), alrededor de 500, están secundando de forma prácticamente los paros parciales de cuatro horas por turno convocados por el comité de empresa (CCOO, UGT y CSIF y USO) tras dar por agotada la negociación del convenio colectivo de la empresa.
La huelga se desarrolla sin incidentes. Comenzó a las 22.50 horas de auer lunes 20 de noviembre, a la entrada del turno de noche, cuando de los 170 integrantes solo acudieron a trabajar un par de encargados, han informado fuentes de CCOO-CLM en un comunicado
En el turno de mañana, algo más numeroso por la incorporación de los empleados de administración, han entrado a las 06.50 de la madrugada “algunos jefecillos y algún trabajador de oficinas, que parece que el convenio no va con ellos. Todos los demás han secundado los paros. Todas las líneas de producción has estado paradas. Caminones no ha salido ni entrado ni uno”, indicó Ángel Fernandez, responsable de la sección sindical de CCOO en Lactalis-Nesté.
“Estamos muy contentos de la respuesta y del apoyo de los compañeros y estamos seguros de que el seguimiento de los paros volverá a ser unánime tanto en el turno de la tarde de hoy como en las próximas tres jornadas que tenemos convocadas”, este jueves, 23 de noviembre, y los días 12 y 14 de diciembre.
“La empresa, que tome nota. Después de 10 años de recortes de salarios y derechos, se ha pasado los últimos once meses dando largas en la negociación del convenio y ha jugado hasta el final a intentar dividir a la plantilla. Hoy puede ver que estamos unidos y totalmente determinados a luchar por un convenio justo”, subrayó Fernández.
Desregulación de las relaciones laborales
La dirección de Lactalis-Nestlé y el comité de empresa llevan desde enero embarcados en la negociación de la ordenación de las relaciones laborales en Lactalis-Nestlé, una ‘joint venture’ a la que la multinacional Nestlé transfirió en 2007 la titularidad de su fábrica de Marchamalo.
A lo largo de estos diez años, el crecimiento orgánico, las sucesivas reorganizaciones de la actividad y los cambios impuestos por la empresa han llevado a que en estos momentos los trabajadores convivan en la fábrica bajo una pluralidad de condiciones laborales y de escalas salariales.
“Además, desde la creación de Lactalis-Nestlé, se ha producido con la excusa de la crisis un deterioro de las condiciones sociolaborales (disponibilidad absoluta, trabajo en fines de semana y festivos con jornadas semanales de hasta 56 horas…) y una constante merma del poder adquisitivo de los salarios”, ha añadido este sindicalista.
Al finalizar el año pasado, al perder su vigencia el Pacto que regulaba las relaciones laborales y con Lactalis-Nestlé en beneficios, el comité planteó la conveniencia de afrontar la negociación del convenio colectivo de la empresa, pero hasta el pasado mes de septiembre la dirección respondió “con una mera e inaceptable propuesta de subida salarial.”
Ya en septiembre, y tras presentar el comité un borrador íntegro de convenio, la empresa aceptó valorarlo, “pero dejando siempre fuera los aspectos claves de la propuesta sindical: las subidas salariales durante la vigencia del convenio; los avances hacia la unificación de las diferentes escalas salariales que se aplican a distintos colectivos de la plantilla pese a realizar tareas similares; los pluses; y las licencias o permisos retribuidos.”
“Nuestra empresa tiene un balance muy saneado y suculentos beneficios; pero hasta el final han estado dando largas; hasta hoy mismo han jugado a los trileros sin aportar nada nuevo, solo cambiando de sitio las bolitas para ver si engañaban al comité y a los trabajadores”, ha concluido Fernández.