jueves , 21 noviembre 2024

Opel Astra Diésel 1.5 130 cv: para los más viajeros

El nuevo Opel Astra se ha renovado por completo y tiene como base la plataforma EMP2, proveniente del grupo Stellantis, con el que también comparte diferentes componentes que usa en otros compactos de su grupo. A pesar de ello, el Astra es un modelo con identidad propia, que lleva ya muchos años en el mercado pero que gracias a sus profundas renovaciones estéticas y dinámicas sigue siendo un compacto referencia en su segmento.

Antes de empezar de lleno con los detalles del Astra y dejando de lado los mitos y bulos sobre los motores diésel, debemos sacar los aspectos positivos que vamos a encontrarnos con el propulsor que empuja al Astra. Dejamos de lado las cifras y las prestaciones, que son excelentes, los motores diésel, en mi opinión, tienen una larga vida por delante. Tan solo depende de las necesidades que tengamos. Evidentemente, si vamos a hacer 100 km a la semana y no nos vamos a alejar más de 10 km de casa, tal vez no sea la mejor opción.

Pero debemos cambiar el chip. Si por el contrario, pasamos parte de nuestro tiempo en la carretera con desplazamientos no necesariamente muy largos, superando los 25-30.000 km al año, el Astra es una excelente opción. La verdad es cuando llenamos el tanque de combustible y aparece la cifra de kilómetros por delante que supera los 1.000  de autonomía, nos da un vuelco el corazón y, para que decir lo contrario, nos encanta.

Diseño

Este nuevo Astra se ha desarrollado bajo el paraguas de Stellantis pero sigue conservando las líneas maestras que han identificado desde sus inicios al Opel Astra. Alemán por sus cuatro costados combina perfectamente la elegancia y modernidad necesaria en los modelos de esta época con ciertos detalles deportivos que muestran la fuerte personalidad de este modelo.

Las medidas exteriores del nuevo Astra llegan hasta los 4,37 metros de largo, 1,86 metros de ancho y su altura es de 1,44. La distancia entre ejes es 13 mm más larga que la de anterior versión, se queda en 2,68 metros y esta es la culpable de la mayor habitabilidad de esta nueva versión.

En todas sus vistas podríamos destacar detalles que llaman la atención. En el frontal, la parrilla delantera de aspecto geométrico, está acabada en mate y es totalmente cerrada y va acompañada de esos pequeños detalles deportivos que le hacen distinto y le convierten en un compacto elegante y deportivo: un paragolpes de grandes dimensiones totalmente integrado y que termina con dos tomas de aire laterales más la inferior justo debajo de la matricula.

En la vista lateral continuas las líneas perfiladas con los espejos en acabado negro, las manecillas de las puertas en el mismo color de la carrocería y unas llantas de aspecto deportivo que, o te gustan mucho, o no te gustan nada. Son de un diseño con “triangulos en dos colores” que llaman la atención.

En la zaga, al igual que en la parte delantera, gran parte de la vista se nos va al enorme paragolpes. Pintado en el mismo color de la carrocería, finaliza en las puntas laterales con el mismo diseño que el delantero. En este caso, en vez de tomas de aire, son dos pilotos colocados en forma vertical.

Los grupos ópticos están divididos por el portón trasero, de un tamaño no muy grande y con la apertura en el logotipo de Opel de forma basculante. La altura de carga es algo elevada y el maletero cuenta con una bandeja que si la levantamos tenemos algo más de espacio para dejar objetos de no mucho tamaño y que no vayan sueltas.

La capacidad total del maletero llega hasta los 422 litros, aumentando su capacidad hasta los 1.339 litros cuando abatimos sus asientos, siendo esto posible en dos secciones.

La luna trasera esta tintada (otro toque deportivo más) y acaba en su unión con el techo con un pequeño spoiler que alberga la cámara de ayuda al aparcamiento.

Como apunte, los grupos ópticos delanteros son los sofisticados y exclusivos Intelli-Lux LED, capaces de ofrecer una luminosidad que hace casi de día la noche, con la particularidad de no deslumbrar al resto. Esto es gracias a su composición de 84 elementos matriciales por faro.

A la hora de acomodarnos en su interior, pronto observamos que es un coche con el que está pensado hacer muchos kilómetros. En primer lugar, los asientos AGR, una de las pocas cosas que quedan de la era GM, están certificados por un grupo alemán por su calidad, confort y ergonomía y denotan las claras intenciones de este Astra.

Va a ser muy fácil acoplarse al panel de mandos e instrumentos, no solo por la cantidad de posibilidades que ofrecen los asientos, sino porque nos va a resultar bastante familiar en todos los aspectos ya que tiene muchas cosas en común con otros modelos Stellantis. Incorpora el PURE PANEL, que lleva dos enormes pantallas digitales de 10 pulgadas cada una de ellas y que están orientadas hacia el puesto de conducción y unidas por una superficie transparente.

La que se encuentra tras el volante, permite pequeñas configuraciones para que el conductor pueda visualizar la información que más le interese. En la central, se pueden manejar muchas de las funciones del Astra pero deja unos cuantos mandos físicos tanto en la consola como en el volante que facilitan y aceleran mucho su funcionamiento. Entre ellos podemos encontrar la luneta térmica, de impecable y rápido funcionamiento, calefacción en los asientos y volante, funcionamiento del climatizador (aunque los cambios si los vemos en la pantalla), volumen del equipo de sonido, y ya en volante, control de crucero adaptativo, el micrófono para activar el manos libres…

Por supuesto cuenta con todas las opciones de conectividad posibles, Apple Car Play, Mirror, y varios enchufes de carga para teléfonos móviles y accesorios.

En las plazas traseras, como todo compacto que se precie, echamos de menos algo más de espacio, sobre todo en la plaza central. Aun así, sin ser uno de los más espaciosos del segmento ofrece un espacio más que aceptable y es posible viajar con las tres plazas traseras ocupadas ya que la ausencia de túnel central deja espacio libre para las piernas de la plaza central.

En marcha

Larga vida al diésel. Después de haber disfrutado durante un buen puñado de kilómetros, sigo pensando lo mismo. Creo que al diésel le quedan bastantes años de vida sobre todo gracias  a marcas como Opel que siguen teniendo estos propulsores en su gama.

Ya lo he comentado, hacer más de 1.000 kilómetros de autonomía con el Astra 1.5 es fácil. Pero no pensemos que los hemos hecho a punta de acelerador y aprovechando las bajadas para bajar casi al ralentí o metiéndonos detrás de camiones para aprovechar las inercia y la aerodinámica. Lo hemos hecho en condiciones totalmente normales de conducción, con tres pasajeros a bordo más su correspondiente equipaje y manteniendo las velocidades máximas legales permitidas en todo momento. Fueron 910 kilómetros hasta que se encendió la luz de la reserva y aún nos marcaba algo más de 100 km de autonomía. Una auténtica maravilla.

Todo lo hemos con unos niveles de comodidad dignos de cualquier marca “Premium”. Muy buena insonorización, una excelente calidad de rodadura que prácticamente mantenía en silencio el habitáculo  y una facilidad de conducción envidiable. Para sacar el máximo partido a este 1,5 litros de 4 cilindros, nada mejor que una caja de cambios manual de 6 velocidades que, es menos cómoda que una automática, pero que permite estas magníficas cifras de consumo y prestaciones.

En ciudad es un coche ágil y no presenta ninguna dificultad de conducción, aunque en esta zona es donde más echamos de menos el cambio automático, pero claro, no se puede tener todo.

Ya  hemos comentado más arriba que tiene ciertos detalles deportivos y el motor con la caja manual permite algunas florituras, pero la realidad es que es un modelo pensado para la ruta y sus suspensiones están más bien pensadas para mantener el confort y filtrar las irregularidades que para sacarle el máximo partido en las curvas al 1.5 litros. Los frenos van acordes al conjunto y mantienen el tipo en todo momento con una nota alta.

Conclusión

Si buscamos un compacto rutero, con líneas modernas y ciertos toques deportivos, equipado con tecnología de última generación y al que le vamos a hacer muchos kilómetros, el Astra es nuestro coche. Va a predominar el consumo y la efectividad sobre la deportividad, con un confort y equipamiento al más alto nivel y con una autonomía de más de 1.000 kilómetros. Ahhh y una cosa importante, etiqueta C en el parabrisas.

Acerca de José Andrés Merino

Fotógrafo y redactor motor. Pruebas y noticias del mundo del motor…

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