La ciudad de Alcalá de Henares no acogerá 450 inmigrantes ilegales de los miles que han llegado a las costas de las Islas Canarias en las últimas semanas, como se informó días pasados por el Gobierno municipal de la ciudad complutense, sino a 1.134.
Esa es la cifra que le ha trasladado el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, a la propia alcaldesa Judith Piquet, en una videoconferencia que el miembro del Gobierno de Pedro Sánchez ha mantenido con responsables autonómicos y municipales para anunciarles su decisión de trasladar desde las islas a la península a la avalancha de inmigrantes que están arribando a territorio español de forma incesante las últimas semanas.
El problema, según las autoridades municipales, es que el ministerio no les ha informado ni en qué condiciones llegan estos inmigrantes ilegales ni cuánto tiempo está previsto que se queden. Tampoco, si el Gobierno de Sánchez reforzará los servicios sociales y la seguridad de los municipios a donde están remitiendo este incesante flujo de personas de forma unilateral y sin contar con los respectivos ayuntamientos y comunidades autónomas.
Los inmigrantes serán alojados en las antiguas instalaciones militares del cuartel militar de la Bripac ‘Primo de Rivera’, de la ciudad complutense.