El diario ELMUNDO.es ha publicado hoy una información según la cual Fernando, el supuesto autor material del asesinato de un matrimonio y su hija en una vivienda de la calle Fuente Valdoma, en la urbanización Medina Azahara, de Chiloeches (Guadalajara) en la madrugada del pasado sábado 13 de abril, habría confesado tras su detención unas horas después que «los maté porque me reconocieron».
Según esta información, Fernando, que contaría con un historial de antecedentes policiales, había trazado un plan junto a su amigo David para entrar en el chalé de Laura, a la que conocían por ser la ex novia del tío de David, C. B., para robar. La chica, según dicho diario, les había contado tiempo atrás que su padre tenía una colección de relojes de lujo y que guardaba 5.000 euros en efectivo dentro de la vivienda.
Los dos jóvenes decidieron que irían a la casa, ubicada en la urbanización Medina Azahara, de madrugada y que perpetrarían el robo mientras la familia dormía. Llegaron en el coche de la madre de David, después de que su hijo se lo cogiera sin que ella lo supiera. Fernando bajó con dos machetes de grandes dimensiones mientras David se quedó esperando en el vehículo, insisten las mismas fuentes.
Fernando entró en la casa solo. Nadie más le acompañó. La madre, Elvira, de 52 años, se habría dado cuenta de su presencia al escucharlo. Ella no le conocía. Eran las 03.05 de la madrugada del sábado. La mujer llamó al 112. «Alguien ha entrado en mi casa», alertó con la voz entrecortada. Laura lo vio y, en ese momento, el robo se convirtió en asesinato. Fernando, tal como ha admitido, tuvo miedo de que Laura le denunciara y decidió matar a la familia. Al padre, Ángel, le dio más de 20 puñaladas. El hombre opuso una gran resistencia. El matrimonio fue asesinado en el dormitorio mientras que a Laura la mató en las escaleras cuando, según sospechan los investigadores, intentaba huir.
Dentro de la casa estaba el otro hijo del matrimonio, Yerai. Según aclaran las mismas fuentes al diario ELMUNDO.es, el joven llegó a su vivienda al mediodía del pasado viernes y ya no salió. Por eso, cuando Fernando acabó con la vida del matrimonio y de la hija, fue a por Yerai, pero este se atrincheró en su habitación. Atrancó la puerta desde dentro con varios muebles para que Fernando no entrara. El presunto asesino desistió. Fue entonces cuando robó la colección de relojes de Ángel, joyas y dinero en efectivo y las metió en el interior de la mochila que llevaba.
Antes de salir del chalé, le prendió fuego con Yerai aún en el interior. El chico era el único que tenía su habitación en la parte de abajo de la casa. Pudo salir por una de las ventanas y dar el aviso de lo que estaba pasando en su casa.
Después de que lo que iba a ser un robo se le fuera de las manos a Fernando, David también decidió cambiar los planes. Se asustó al ver la casa en llamas. Huyó con el coche de manera que cuando salió Fernando vio que su cómplice ya no estaba. Fue por este motivo por el que con la mochila en la espalda corrió campo a través hasta conseguir llegar a Pioz.
Desde allí, alguien le transportó hasta un hostal de Daganzo de Arriba (Madrid). Allí se alojó junto a su novia venezolana, detenida a su vez como encubridora. La mujer se registró con su DNI un día antes, el viernes. La habitación del establecimiento ha sido, después, del chalé una de las principales fuentes de prueba. En ella, los investigadores de la Guardia Civil encontraron todos los objetos robados y también una gran cantidad de droga, concretamente pastillas de éxtasis, tal como indican las mismas fuentes. La habitación quedó precintada y de ella extrajeron dos bolsas.
La juez envió a prisión a Fernando y a David el pasado miércoles. A la novia de Fernando la dejó en libertad con cargos. Los tres eran conocidos de la joven asesinada y de su exnovio C.B., que tenía una orden de alejamiento respecto a ella aunque los investigadores ya han descartado la violencia machista y el móvil personal en los hechos.
Los tres investigados, según ELMUNDO.es están imputados de manera provisional como presuntos autores de tres delitos de asesinato, delito de robo con violencia en casa habitada y delito de incendio. Estas imputaciones son provisionales y se concretarán a lo largo de la investigación judicial, ya que en este momento la instrucción en una fase muy inicial.