Si los tres pilares de la democracia (el Poder Legislativo, el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial) se encuentran en las manos de un solo hombre, de una ideología determinada, o de un partido político, eso significa que nos acechan las palabras de Proudhon «ser gobernado es ser observado, espiado, regulado, numerado, dirigido» (perdonen las repeticiones «ado», pero una dictadura pone hasta música a la hora de encarcelar o de matar).
El asalto al poder absoluto a través del control (repito la palabra c o n t r o l) de las masas y de la ideología contraria funciona desde las teorías de Lenin.
El anuncio de Pedro Sánchez de que controlará (use el eufemismo que use) el Poder Judicial, junto con el amordazamiento de la prensa, nos conduce al inicio de una dictadura en tiempo real.
La podemos llamar «al estilo europeo», «a la manera sanchista» o «a lo español», pero sin duda alguna abre las puertas al terreno y al fango de una dictadura.
Dueño al fin del Gobierno, del Congreso y del Poder Judicial, ya nada podrá hacer la oposición para defender los derechos fundamentales de los ciudadanos sin caer en la violación de las leyes dictadas por el Amo Supremo.
Atados de mano y boca los periodistas que se enfrenten al poder, controlados los jueces, con la mayoría del Congreso a su favor y con el Gobierno a sus pies, ya nada podremos hacer los españoles sin que parezcamos ilegales.
Es verdad que aún Sánchez no controla el Ejército ni la Guardia Civil, y ojalá no exista un proyecto silencioso que me desmienta.
Una vez controlados los tres poderes fundamentales y la prensa, el pueblo español poco podrá hacer para defender sus derechos humanos.
Ojalá la oposición, con VOX como bandera, evite esta tragedia que acecha sobre España.
Ojalá mis palabras sean solo un canto de sirena para entretenernos en el viaje hacia el infierno.
Ojalá mis presagios no se cumplan nunca.
Pero temo que dentro de muy poco el hoy presidente empezará a llamarse Pedro Castro Chávez.
Víctor Morejón, vicepresidente de Vox Guadalajara
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