Siete rondas navideñas de otras tantas localidades vecinas y hermanas llenaron de alegría y cánticos tradicionales la iglesia y las calles de Pareja. Además, una de las veteranas de la Agrupación Musical de Pareja, organizadora del certamen, Virginia León, recibió una distinción por parte del Ayuntamiento.
Cuando suenan los villancicos en Pareja, es Navidad en La Alcarria. Anoche, fueron siete las rondas y grupos que se daban cita en La Iglesia Parroquial de la Asunción, para darle la bienvenida musical a estas fechas tan entrañables.
El calor de los cañones que caldeaban el ambiente del enorme edificio, emblema de Pareja visible a muchos kilómetros de distancia, aumentaba con el de la amistad que se ha ido fraguando, a lo largo de los años, entre las rondas participantes. Además, en muchos casos, viene de largo. Las siete agrupaciones musicales, de otras tantas localidades vecinas y hermanas, derrocharon alegría y buen humor en el certamen parejano, que llegaba anoche a su X Edición.
El evento comenzaba puntual, a las 18:30 horas. Se encargó de prologarlo el teniente alcalde del Ayuntamiento de Pareja. Ricardo Fernández agradeció su participación a las rondas presentes, su presencia al público, y la cesión de la Iglesia para la ocasión a Javier Lucía, párroco local. En torno a quinientas personas se dieron cita en la villa alcarreña para presenciarlo y participar en él.
Fue la concejal Beatriz Martínez la que se encargó de presentar, sucesivamente, a las rondas que iban saliendo a actuar. La primera, la Ronda de Alcocer. “Llevamos doce años ensayando primero y cantando después en Navidad. Empezamos treinta, ahora somos once mujeres. Los hombres se nos han ido, no sabemos por qué”, decía con humor Antonia Olmos, una de sus integrantes.
La Ronda de Alcocer ha participado ya en los certámenes de Illana y ayer en el de Pareja. Hoy es su gran día, puesto que hoy convocan en la localidad alcarreña el suyo. Utilizando solo voces y percusión tradicional, panderetas y losa, cantaron en Pareja ‘Huyendo del rey Herodes’ y ‘Soy un pobre pastorcillo’. Pilar Rincón, otra de las rondalleras, recordaba ayer en Pareja, no sin cierta nostalgia, que antes, la Navidad daba vueltas y más vueltas por Alcocer, al hilo de las canciones de las rondas. “Eso se ha perdido, las calles están vacías y esa tradición no se va a recuperar. Las nuevas generaciones parece que no tienen el mismo interés”, lamentaba.
A continuación, subía al altar de la Iglesia la Ronda de Alocén. Cantó, animosamente, ‘El abeto’ y ‘Campanas de plata’, “uno melódico, y el otro más rítmico”, decía la portavoz del grupo, Amparo Serrano. En los últimos meses han ensayado varios villancicos, de manera que eligen para cantar en los pueblos donde son invitados los que más les gustan y mejor entonan.
“Antes, las rondas recorrían el pueblo, casa por casa, pidiendo el aguinaldo. Con lo que sacaban, los rondalleros hacían sus meriendas. Ahora, los mayores se van a la ciudad, a pasar las fiestas con sus familias. Por eso es bonito que organicen estos certámenes, para que no se pierda la tradición, nuestras costumbres”, opinaba ayer en Pareja. Precisamente el de Alocén fue uno de los más madrugadores. Lo convocaron la semana pasada. Ayer, fueron trece los aloceneros que, acompañados por un violonchelo y los instrumentos típicos de la Navidad, cantaron en Pareja.
Por orden alfabético, le correspondió el turno después a la Ronda de Escamilla. Este año, su animosidad habitual cuenta además con el apoyo de un profesor, Javier Matía, que les ayuda musicalmente. Los escamilleros interpretaron otras dos tonadas: ‘No tuvo nada’ y ‘La Virgen va caminando’. “La Agrupación Musical de Pareja tiene el detalle de invitarnos todos los años. Nos encanta el ambiente de los pueblos en estos certámenes”, explicaba ayer Gloria Cano, portavoz de la Ronda e integrante de la Asociación de Mujeres de Escamilla. Como sucede en la Guadalajara rural, “la Navidad en Escamilla es triste, porque no queda gente”, suspiraba.
Sin embargo, “los que estamos, no queremos perder nuestras tradiciones. Sentimos profundamente nuestro pueblo y nuestras raíces, así que procuramos volver, aunque no vivamos allí”, seguía. Gloria afirmó ayer en Pareja que la gente joven de Escamilla, se implica. “Vamos por buen camino. La juventud nos escucha. Además, no teníamos hombres en la ronda, y este año nos han acompañado cuatro”, terminaba optimista.
La Asociación de Mujeres de Sacedón, con sus inconfundibles chalecos azules, también ha contado este año en Pareja con las voces de cuatro hombres. Cantaron ‘Que guapa es la madre de Dios’ y ‘Madroños al niño’. María del Rosario Nuevo explicaba ayer que también en Sacedón ha cambiado mucho la forma de vivir las navidades. “Eran más bonitas antes, más entrañables. Y eso que en Sacedón, el Ayuntamiento organiza una Ronda, y se convoca una zambombada”, decía.
En todo caso, la sacedonera recordaba que, a partir de este tiempo, las rondas salían a la calle todos los días, “y eso ha desparecido”. En todo caso, las mujeres de Sacedón, “ensayamos con el mismo entusiasmo todos los años, y lo haremos mientras podamos. Donde nos llaman, allá vamos, con nuestros chalecos”. En Pareja dejaron buena muestra de su buen hacer con zambomba, losa, pandero, pandereta y huesos. “Solo percusión tradicional”, destacaba la sacedonera.
La Ronda de Salmerón cantó dos villancicos, uno alcarreño, ‘Suenen panderos’ y otro manchego, ‘El verbo divino’. Óscar Balcones, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Salmerón, que ejerció de portavoz de la Ronda, explicaba ayer que ahora sucede lo contrario que hace unos años. “Los mayores se van a la capital a pasar las fiestas. Los pocos que nos quedamos, damos guerra -contaba animoso- porque no queremos que se pierda la tradición”.
La Ronda de Salmerón fue una de las más numerosas en su actuación en Pareja. “Tocamos percusión, panderetas, garrota y botella de anís, respetando lo nuestro, lo de siempre”, seguía. Y esto mismo es lo que hacen en Salmerón, cuando “salimos a la calle, a rondar”.
Uno de los villancicos que nunca falta entonces es ‘El Niño Dios se ha perdido’, que repasa la toponimia del pueblo. La Ronda de Salmerón lleva tantas participaciones como certámenes ha habido en Pareja. En todo caso, Óscar es de los optimistas con la Navidad rural. “A la gente le tira el pueblo, y empezamos a notar que la tendencia de marcharse por Navidad, se invierte”.
La Ronda de Tendilla es heredera de la rica tradición que había en el pueblo en este sentido. “Se cantaban villancicos, y se rondaba las mozas todo el mes de diciembre, con instrumentos de cuerda”, recordaba ayer Chelo Vázquez. Esta Ronda de Tendilla, y otras iniciativas parecidas que hay en la localidad en los últimos tiempos, son buena prueba de que, también en Tendilla, se aferran a sus costumbres de la mano de las nuevas generaciones.
“Empezamos hace bastantes años a cantar villancicos con instrumentos de Navidad. Mantenemos la tradición y acudimos a los certámenes donde nos llaman”, sigue. La Ronda de Tendilla cantó dos villancicos tradicionales, uno castellano-manchego con letra de Adela Perona, una buena aficionada a la música de la Casa de Castilla-La Mancha de Alcalá de Henares, y arreglos de Julio Bajo, titulado ‘Llega la Nochebuena’, y un segundo villancico con música de Carolina Moreno, la profesora de la Ronda, que se llama ’24 de diciembre’.
“Guadalajara es una provincia muy rica en música tradicional. Y creo que debemos reivindicarla, con las rondas, para que no se pierda. Tenemos que recuperar el sentido de la Navidad, anunciar que ya ha llegado como se hizo siempre, reunirnos con los pueblos y vecinos con los que hay amistad, y fomentar estos círculos sociales navideños, siempre de la mano de lo nuestro”, valoraba Carolina Moreno.
Y por último, la Agrupación Musical de Pareja, en su calidad de anfitriona, interpretó dos excelentes piezas, un villancico original de Chiloeches, ‘Antes de las doce’, con percusión tradicional, y unas coplas de ‘Nana al niño’, con letra popular y música compuesta por la propia Carolina Moreno, que también es la profesora de la Agrupación parejana. “Igual que otros grupos son más melódicos, y les gusta más la cuerda, a las chicas de Pareja les gusta tirar de raíces, utilizar la zambomba, el almirez y los hierros”, valoraba la profesora. En el primer villancico, y además de la percusión, destacó la voz entregada de Angelines Arribas.
Al final del certamen, una de las integrantes de la Agrupación Musical de Pareja, Virginia León, recibió por parte del Ayuntamiento de la villa alcarreña una placa conmemorativa, y el cariño de su pueblo y de los presentes, después de haber sufrido y soportado admirablemente en los últimos tiempos los avatares de la vida.
“Desde el Ayuntamiento queremos agradecer a Virginia su trayectoria y enorme labor como presidenta, durante más de 16 años, al frente de la Asociación de Jubilados y Pensionistas de Pareja”, destacó Ricardo Fernández, antes de entregarle una placa conmemorativa. Emocionada, Virginia León subió al altar a recoger la placa. Arropada por su familia y por los representantes municipales, recibió el aplauso unánime del público.
Después de terminar el homenaje, todas las rondas juntas cantaron un popurrí de villancicos. Cada ronda recibió el obsequio de un jamón. La tarde alcarreña terminó en la plaza Mayor de Pareja, con un caldito, embutido y limonada para todos.
Para el alcalde de Pareja, Javier del Río, «es justo felicitar desde el Ayuntamiento a todos los que han hecho posible que el certamen de villancicos sea ya un clásico indispensable para dar la bienvenida a la Navidad en nuestro pueblo y en nuestra provincia, tanto en esta décima edición como en las anteriores.
Una de esas personas siempre ha sido Virginia León, quien tanto desde la Asociación de jubilados durante más de 15 años, como desde la Agrupación Musical, ha colaborado para que siempre sea un éxito, como en esta edición. Por ello hemos querido reconocer la valía y el trabajo de quienes se esmeran por mejorar nuestro pueblo, como Virginia. Y por supuesto señalar la satisfacción que supone para el Ayuntamiento poder colaborar con esta actividad navideña otra vez más».