En el pequeño pueblo alcarreño de Trijueque, los puentes se han llenado de pancartas que claman por un colegio digno para los niños y niñas de la localidad.
La situación actual del centro escolar es alarmante: se trata de dos edificios separados entre ellos, con patios diminutos que no permiten el juego libre de los estudiantes.
En uno de los colegios,las aulas, en lugar de ser espacios adecuados para el aprendizaje, están divididas por un biombo,lo que fragmenta aún más el ambiente educativo y enfatiza las ya de por si precarias condiciones de los estudiantes,con el añadido de peligrosidad ante posibles evacuaciones en una emergencia.
Además, la proliferación de aulas prefabricadas tanto dentro como fuera del recinto escolar refleja el carácter provisional y precario de las instalaciones,y aún así para adecuar las aulas y los ratios a la normativa vigente,seguirían faltando este tipo de aulas temporales.
A esta falta de infraestructura se suma la inexistencia de un gimnasio, lo que obliga a los niños a desplazarse a un polideportivo que también se encuentra en mal estado, agravado por las condiciones climáticas adversas que ponen en riesgo su salud y seguridad. La situación es tan crítica que las puertas del colegio, que dan al exterior, carecen de control, lo que plantea serios problemas de seguridad.
Además, las obras necesarias para mejorar las instalaciones no han comenzado, y cuando llueve, las zonas exteriores de entrada al colegio y entrada a las aulas prefabricadas se inundan, creando un entorno aún más hostil para los estudiantes.
Este obsoleto y precario colegio también carece de los servicios básicos necesarios para las familias de hoy en día como pueden ser un aula matutina , un comedor o unas clases extraescolares,por su falta de espacio e infraestructura.
Por no hablar del servicio tan necesario de una biblioteca escolar,con el agravante de que hace más de 2 años que la biblioteca municipal de Trijueque cerró sus puertas y los estudiantes y vecinos deben desplazarse a pueblos aledaños para un servicio tan básico y necesario como es la lectura y la cultura.
La comunidad exige con urgencia una solución definitiva que garantice un espacio educativo seguro y adecuado para sus hijos y cubra las necesidades de los estudiantes.Años de lucha lo atestiguan.
La comunidad exige que en Trijueque se apueste por la infancia y la cultura.
C. D. B., vecina de la Beltraneja desde hace 27 años. Trijueque. Guadalajara
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