El pasado fin de semana, un total de 15 ovejas, la mayoría de ellas a punto de parir, murieron a consecuencia de un ataque de lobos en Robledo de Corpes, en plena Sierra Norte de Guadalajara, según han informado fuentes de ASAJA a través de APAG en un comunicado.
Según estas fuentes, esta misma explotación ganadera ya ha sufrido ataques de lobos en reiteradas ocasiones, por lo que Juan José Laso, vicepresidente de ASAJA CLM y presidente de APAG-Guadalajara, ha pedido a las administraciones públicas que “el lobo tendrá que tener una limitación en número en la Sierra Norte, no puede haber tantas manadas, ya que el ganadero no está para dar de comer al lobo, está para vivir y trabajar”.
Para la organización agraria, “la convivencia armónica del lobo y el ganado está a años luz de la realidad, por lo que no puede decidirse la protección del lobo desde un despacho sin hacer partícipes y compensar a los ganaderos que sufren las consecuencias”.
Por su parte, José María Fresneda, presidente de ASAJA CLM, ha señalado que “resulta incomprensible que, por un lado, se esté intentando fomentar la ganadería extensiva por su contribución demostrada a la mitigación y adaptación al cambio climático, a la fijación de población y empleo en el medio rural, etc. y, por otro lado, se desprecie a los ganaderos con decisiones de despacho que afectan a su supervivencia en muchas provincias españolas”.
“No podemos estar en un eterno conflicto con el lobo siempre, hay que pararlo con ayudas preventivas y con indemnizaciones reales, ya que a pesar de la línea de ayudas para implantar medidas de protección como los mastines o los vallados eléctricos, al final, de una u otra manera, el lobo termina matando al ganado”, ha añadido.
Además, estas fuentes han asegurado que la indemnización no alcanza para cubrir los daños reales porque no contabiliza otras consecuencias y gastos veterinarios que provoca en los animales que sobreviven al ataque, ni tiene en cuenta los corderos que estaban por nacer.
Por eso, la organización agraria plantea que, si verdaderamente se quiere facilitar la coexistencia entre la ganadería y la conservación del lobo, es necesario que se apoye al sector ganadero en Europa y se cambie el estatus del lobo de ‘estrictamente protegido’ a ‘protegido‘, además de poner en marcha medidas efectivas.
Entre ellas, ha señalado nuevas herramientas para reducir los daños del lobo, la gestión cinegética como actividad vital para controlar las poblaciones y mecanismos compensatorios suficientes para paliar los daños una vez ocasionados.
Finalmente, han recordado que la población del lobo se había recuperado en los últimos años sin haber estado incluido en ningún catálogo de amenaza o peligro de la especie y que quien más necesita ahora protección para sobrevivir es precisamente la ganadería extensiva.