Desde Ecologistas en Acción queremos manifestar, nuevamente, nuestra más profunda tristeza y desolación, ante el marcado carácter taurino que tendrán las ferias de Guadalajara, donde nuevamente el maltrato animal y el consumo exacerbado de alcohol, son los ingredientes principales, sino únicos.
Aparte de los coloquios taurinos, los encierros por las calles, las 4 corridas de toros y los concursos de recortadores, lo más indignante es la promoción entre los más pequeños de un acto cruel e inhumano como es la tauromaquia; la tortura y posterior muerte de un pacífico bóvido, mediante actos que pretenden presentar esta crueldad, como un juego, algo lógico y normal, anestesiando a los menores ante el sufrimiento animal. Desde luego tendrían que explicar los responsables del consistorio cuáles son los objetivos pedagógicos que se esconden detrás de estos actos de promoción de la crueldad hacia los animales.
No entendemos cómo un administración pública, pagada con el dinero de todos y una actividad que genera fuerte polémica por su inmoralidad y crueldad, sea promovida y protegida con tanto entusiasmo y aplicación por el Ayuntamiento de esta ciudad. Ojalá los concejales de este Ayuntamiento se hubieran empleado de forma tan apasionada en la defensa de la sanidad y la educación pública, la cobertura de los dependientes o cualquier otra causa que supusiera un beneficio para la sociedad. Solicitamos que la parte del más de medio millón de euros del presupuesto de ferias destinado a la promoción del maltrato animal, se use en programas de ayuda social en nuestra ciudad.
Pedimos que se reflexione sobre los valores que queremos transmitir a los futuros ciudadanos de esta ciudad y que al menos, las administraciones públicas dejen de subvencionar, promocionar, proteger y sustentar una actividad decadente y totalmente arcaica, como es la tauromaquia. Una Guadalajara que se pueda divertir sin maltratar animales, es posible.
Ecologistas en Acción de Guadalajara
NOTA DE LA REDACCIÓN:
EL HERALDO DEL HENARES acepta el envío de cartas y artículos de opinión para ser publicados en el diario, sin que comparta necesariamente el contenido de las opiniones ajenas, que son responsabilidad única de su autor, por lo que las mismas no son corregidas ni apostilladas.
EL HERALDO DEL HENARES se reserva la posibilidad de rechazar dichos textos cuando no cumplan unos requisitos mínimos de respeto a los demás lectores o contravengan las leyes vigentes.