Cuando un partido que gobierna es corrupto, no sólo se consideran corruptos sus dirigentes, sino también los militantes que permanezcan dentro de sus filas y, por supuesto, los demás partidos que lo apoyan o gobiernan con él.
Después de las declaraciones de Aldama, queda demostrado que el PSOE no sólo cometería cualquier delito por seguir aferrado al poder, sino que se reafirma lo que he dicho en otros artículos de opinión: a los socialcomunistas sólo les importa perpetuarse en su mandato, al precio que sea necesario.
Se puede afirmar, sin ninguna duda, que hoy en España gobierna el partido más corrupto de nuestra historia (el PSOE). Pero también, que esa corrupción va unida o vinculada a partidos machistas (el caso Errejón de Podemos y Sumar), a fuerzas políticas filoterroristas (la ETA de Bildu), o a partidos desintegradores de la unidad de España, como Esquerra o Junts. Da pánico pensar qué nos espera como nación a partir de ahora.
Una vez desenmascarado el jefe de la mafia o el número uno de la organización criminal en que se ha convertido el PSOE, una vez demostrado que una familia corrupta dirige un partido también corrupto, y que ese partido a su vez gobierna al pueblo español, da miedo mirar hacia delante.
Entramos quizás a un momento crucial en el destino de nuestro país. En VOX somos conscientes de que es peor lo que viene desde las filas del Gobierno que lo que hemos visto hasta ahora. La peor versión de Corleone Sánchez está por asomarse después de unas declaraciones de Aldama, que lo dejan malherido y acorralado como político. La peor imagen del PSOE, su putrefacción moral y su desmoronamiento se incrementarán a pasos agigantados.
Llegará un momento en que incluso la Constitución penderá de un hilo muy fino. Puede incluso que alguien saque un cuchillo para cortar ese hilo (hablo en sentido figurado), o puede que alguien saque un arma para defenderla (sigo hablando en sentido figurado, por si acaso).
La película ha entrado ya en su etapa final. O se acabará de repente como si llegase un milagro del cielo, o no tendrá nunca fin, como la peor versión del comunismo. Compremos palomitas hechas en España y tomemos asientos. La cuarta parte de «El Padrino», patrocinada por el PSOE y dirigida por Corleone Sánchez, parecerá imposible de tanta realidad diaria llena de mentiras y corrupción.
Espero y confío en que los guadalajareños sean capaces de interpretar la situación política actual. Pero voy más allá, pienso en que los que siempre han votado al PSOE, entiendan que está en juego la democracia real y que es el momento de pensar y entender que los que hoy nos gobiernan, ni siquiera son sus representantes. Ni siquiera son los del PSOE de siempre (Felipe González, Alfonso Guerra o Joaquín Leguina).
Víctor Morejón, vicepresidente de Vox Guadalajara
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