El Heraldo del Henares
Un SUV eléctrico fabricado en China que no tiene nada que envidiar a los europeos y con un precio final y unas condiciones de venta mucho mejores que la de su más directos rivales. Tal vez esto sea parte del éxito en ventas que está teniendo en nuestro mercado.
Para los más miedosos a la hora de comprar un coche fabricado en China, Omoda asegura disponer de un 98 % de los repuestos del modelo, incluida la batería, y un plazo de entrega de 24 horas en cualquiera de los concesionarios del territorio nacional.
La pregunta que casi todos nuestros conocidos nos hacen a los que tenemos cierta relación con el mundo del motor en estas fechas es común ¿Eléctrico, combustión, híbrido? Si soy sincero, mi respuesta sincera no gustaría ni convencería a casi nadie. Pero si buscamos una respuesta realista, la mejor que podemos dar es “… depende de tus circunstancias…”
No todo el mundo tiene las mismas necesidades ni las mismas posibilidades, por lo que el coche que compre tiene que adaptarse a ellas. Fuera de esto, si nos decidimos por el eléctrico, Omoda es una alternativa muy seria a tener en cuenta.
En primer lugar debemos dejar de lado los prejuicios que tenemos a la hora de comprar un coche chino como es el Omoda. Las cifras del grupo Chery, fabricante de este modelo son bastante importantes. Este año 2024 cerrará cifras de fabricación con la friolera de dos millones de coches, de los cuales un 20% han sido de propulsión eléctrica.
Nuestro país ha sido el elegido por la marca para hacer el desembarco en Europa y ha desplegado todo su potencial, cerrando el año con 75 concesionarios y un almacén de repuestos que cubre el 98 % de los accesorios, incluyendo la batería. Así que si teníamos miedo por la asistencia técnica o la reposición de repuestos, es un miedo irreal.
Omoda es un SUV que estará evolucionando continuamente, ya que una de las premisas de la marca es tener los oídos muy abiertos y escuchar todas las opiniones de los clientes y personas que tienen la oportunidad de probarlo.
Estética
Con un diseño muy acorde a la época en la que estamos, no podemos decir que sea un modelo que llame poderosamente la atención por su diseño futurista o exclusivo, pero sí que tiene unos detalles exclusivos que le diferencian de otros de su misma categoría.
Por sus medidas, con 4,4 metros de largo, 1,83 metros de anchura y 1,58 metros de altura, debemos encuadrarlo en el Segmento C de los SUV. El coeficiente aerodinámico es de 0,281, mejorado en gran respecto de su hermano el térmico, por su llamativa parrilla delantera, con un formato cerrado, algo típico en los eléctricos. Otro punto a favor de la aerodinámica son las llantas de 18 pulgadas diseñadas exclusivamente para tal efecto.
Un aspecto muy importante a la hora de decantarnos por un coche u otro es el maletero. En esto caso, el Omoda dispone de un suelo con dos bandejas ajustables en diferentes alturas para así poder aprovechar más sus capacidades de carga y aislar objetos para evitar su movimiento. Su capacidad en condiciones normales es de 370 litros, llegando a los 1.075 con los asientos traseros abatidos.
Escondida totalmente y abatible por medio de un botón físico colocado en la parte izquierda del volante, tenemos la toma de carga. Una vez finalizada la misma, con un leve empujón para volver a colocarla en su sitio, queda de nuevo perfectamente escamoteada.
El diseño del Omoda tiene ciertos toques deportivos que se ven refrendados en la parte trasera sobre todo, que se ve reforzado con un segundo spoiler, de menor tamaño que el principal, y que se sitúa entre la luna y las ópticas posteriores. Estas, dispuestas de lado a lado, son de tecnología Full-Led y tienen la forma de unas teclas de un piano e integran en el centro del conjunto las letras de Omoda.
Las cotas exteriores del Omoda dotan al habitáculo de un espacio muy amplio tanto para el conductor y pasajero delantero como para las plazas traseras. Ofrece una gran sensación de confort, más bien típica de coches de un segmento Premium, gracias al acabado con materiales del alta calidad y tacto blando en la consola central, salpicadero y puertas.
En la consola central carece de palanca o selector del cambio automático lo que le da si cabe, más sensación de espacio y limpieza de líneas. En este punto es donde aún mantiene algunos botones físicos que controlan alguna función del climatizador, el warning y el botón selector para el cambio de modo de conducción.
Esta consola central incluye dos tapas que ocultan unos prácticos huecos porta objetos y el soporte del teléfono móvil, con posibilidad de carga por inducción de 50W. En la parte de abajo, disponemos de más espacio para colocar objetos de más tamaño y tomas de conexión USB, USB-C y la clásica 12v de mechero. No podemos olvidar y como detalle de calidad y confort, un útil espacio bajo el reposabrazos delantero que sirve de nevera refrigerada.
El salpicadero tiene un diseño que sigue la tendencia actual de mantener piezas que atraviesan de lado a lado el salpicadero. Dispone de dos pantallas de 12,3 pulgadas, la primera colocada detrás del volante que sirve como cuadro de instrumentos y en la que aparece tal cantidad de información que permite saber que ocurre dentro y fuera del Omoda. La central, multimedia, incluye órdenes por voz, navegador, sistema de conexión inalámbrica Android Auto y Apple Car Play… La visibilidad de estas pantallas es muy buena tanto de día como de noche.
A la hora de manejar la Multimedia, conviene perder algo de tiempo en leer el manual del usuario. Tiene tantos menús y submenús que para poder sacar todo el partido y aprovechar al máximo todo el potencial de programación y personalización que ofrece, debemos perder el tiempo en leer el manual. Algo aconsejable las primeras veces que usemos el Omoda es hacerlo con el vehículo totalmente parado para evitar distracciones en la conducción. Con esto no quiero decir que sea difícil su manejo, si no que debemos entender como funciona y con un par de días de uso todo parece más intuitivo y fácil de usar.
Todo el interior está perfilado con líneas Led de decoración, que proporcionan una iluminación de ambiente que podemos personalizar hasta con 64 colores, pudiendo elegir entre fijas o que puedan cambiar en función del modo de conducción elegido o, incluso, variar de tono al ritmo de la música.
En marcha
Desde el primer momento que te sientas al volante del Omoda y colocas el asiento y volante a tu gusto, notas que te sienta como un guante. Tienes buena visibilidad a ambas pantallas y una vez conoces bien su funcionamiento, todo queda bajo control y tan solo tienes que preocuparte de pisar el acelerador.
Mecánicamente hablando, estamos ante un motor eléctrico que mueve exclusivamente el tren delantero y que tiene una potencia máxima de 150 Kw, que traducidos al lenguaje que todos entendemos llega a los 204 cv. Con un diseño algo especial, este motor es extremadamente silencioso, por lo que su nivel de sonoridad en marcha se reduce casi exclusivamente al ocasionado por la rodadura.
Este motor esta alimentado por una batería de tipop LFP con una capacidad máxima de 61,05 kWh y celdas con diseño Blade que aumentan su eficiencia y seguridad. Este tipo de baterías, en carga rápida alcanza los 80kW en corriente continua y es capaz de pasar del 30% al 80% en 28 minutos.
El consumo que anuncia es de 15,5 kWh/100 km, por lo que se supone que llega a los 430 km de autonomía. En nuestra prueba, el consumo real ha sido algo mayor, situándose en los 19, también debido en gran medida a que las temperaturas de 0 grados en las mañanas frías elevan bastante el consumo en los primeros kilómetros de uso. A pesar de esto, en las dos cargas que hemos tenido durante la prueba, el Omoda siempre superaba los 340-350 km de autonomía real con el 100% de carga.
Las prestaciones del Omoda 5 llegan hasta los 172 km/hora de velocidad máxima y una aceleración de poco más de 7,5 segundos en alcanzar los 100 km/hora.
Conducción
Con coche que casi llega a los 1.800 kilos de peso y que está pensado para un nivel de confort muy alto no podemos esperar prestaciones y comportamiento deportivo. Es un coche ágil en ciudad, muy fácil de conducir, con un tamaño exacto para no encontrar problemas de aparcamiento casi en ningún sitio. En las largas autovías es donde más vamos a notar las bunas sensaciones del Omoda, con un coche que ofrece un gran aplomo y estabilidad incluso superando las velocidades legales.
El conjunto de puesta a punto de chasis y suspensiones nos parece perfecto, ya que tiene un punto intermedio entre la dureza necesaria para mantener la línea de la carrocería en su posición y la “dulzura” la hora de leer las imperfecciones del asfalto y filtrarlas casi al 100% para que no lleguen al habitáculo.
Disponemos de tres modos de conducción para elegir nuestras prioridades y gustos del momento. Podemos elegir en primer lugar la posición ECO, con un comportamiento muy relajado, sin grandes aceleraciones y, en nuestra opinión el ideal para moverse por la ciudad. En segundo lugar, la posición Normal, donde aumentan ligeramente la aceleración y prestaciones. Si ya queremos sacar el máximo partido a los 204CV, debemos optar por la opción Sport, pero debemos ser conscientes de que en esta posición todas las sensaciones son más deportivas pero también el consumo se incrementa ligeramente.
El Omoda 5 también dispode de tres tipos de frenada regenerativa que van de menos a más. Por defecto, la que está seleccionada es la de menor intensidad y también es la más cómoda. Esta sincronizada con el acelerador y es la que más parecida a la frenada convencional de cualquier vehículo.
Hasta 16 ADAS dispone el Omoda para mantener la seguridad durante la conducción. Muchas de ellas son conocidas ya que son comunes a muchos modelos y entre ellas podemos destacar: Control Electrónico de estabilidad ESC; alerta de colisión frontal FWC; frenada automática de emergencia AEB; asistente de arranque en pendiente HAC; sistema de evasión automáticos para evitar accidentes; sistema de advertencia de apertura de puerta DOW; control de crucero adaptativo (ACC) con cinco tramos de distancia; asistente de circulación en atascos (TJA); asistente de permanencia de carril (LCA) con alerta de cambio involuntario (LKA); detector de ángulo ciego (BSD); cámara panorámica de visión 360 grados; luces de carretera automáticas (IHC); sistema de monitorización del conductor (DMS); Asistente inteligente de velocidad (ISA) y llamada automática de emergencia (e-Call).
Conclusión
El éxito de este modelo es fácil de explicar. Está en el segmento más vendido en España, el de los SUV, con un diseño moderno y atrevido pero nada extravagante y con prestaciones al máximo nivel, o como mínimo, al mismo que sus más directos rivales pero a un precio y unas condiciones de venta mucho mejores. Si cumple nuestras expectativas de autonomía y prestaciones y nuestras condiciones permiten la carga sin depender de las “electrolineras”, sin duda, el Omoda 5, es una alternativa de compra no europea muy interesante.
Omoda ofrece una garantía oficial del fabricante de 7 años o 150.000 kilómetros, una cifra que no supera ningún otro fabricante. Según OMODA puede dar esta garantía por la calidad del diseño, producción, componentes y materiales de sus automóviles, que se someten a los tests más duros de fiabilidad durante su fase de desarrollo. Esta garantía es transferible al siguiente propietario del vehículo. También incluye 3 años de asistencia internacional en carretera, con opción de ampliar hasta 7 años.
