El año que acaba de comenzar tiene reservados un puñado de curiosos y atractivos eventos astronómicos que se podrán observar en el firmamento en diferentes épocas, según han informado fuentes de la agrupación Astronómica de Guadalajara, Astrogu.
De esta forma, los aficionados a la astronomía o, sencillamente, a observar el cielo por las noches, en estos días, y si las nubes no lo impiden, podrán contemplar tres superlunas consecutivas, dos eclipses totales de luna y uno parcial de sol y dos alineaciones planetarias, eventos que destacan por encima del resto.
Dos alineamientos planetarios: el primero, el 21 de enero
Y no habrá que esperar demasiado para disfrutar del primero de ellos, ya que el martes 21 de enero seis planetas se situarán de este a oeste y en fila india a partir del amanecer y por este orden: Marte, Júpiter, Urano, Neptuno, Venus y Saturno.
A excepción de los gigantes helados, que se necesitará la ayuda de un telescopio para su observación, el resto serán visibles a simple vista.
Más insólito si cabe será el gran alineamiento del 28 de febrero, con siete planetas alineados ya que a este espectacular desfile se sumará Mercurio, un evento tan llamativo como excepcional que no volverá a repetirse hasta el año 2492.
Las alineaciones planetarias son habituales en el cielo, aunque dejan de ser comunes para convertirse en anómalas cuando involucran a seis o siete planetas como es el caso de este 2025, es decir, la práctica totalidad de estos cuerpos celestes sin brillo propio que giran alrededor de nuestra estrella en el Sistema Solar.
«Eso no quiere decir que en esas fechas estarán más próximos a la Tierra; lo que sucede es que aparentan encontrarse en línea recta desde el plano orbital que ofrece nuestra posición», según ha explicado Antonio García-Blanco, presidente de la Agrupación Astronómica de Guadalajara.
García-Blanco también ha añadido que «no se trata de un fenómeno astronómico como tal, sino una ilusión óptica desde nuestra perspectiva terrestre, dado que en realidad los planetas no se alinean, sino que parecen ubicarse en el mismo lado del Sol si observásemos el Sistema Solar desde una perspectiva cenital, desde arriba».
Además, tres eclipses, dos lunares y uno solar
Este año el calendario astronómico es pródigo en eclipses puesto que nos regalará hasta tres: dos lunares y uno solar.
En apenas dos meses se verá desde España un eclipse total de luna, que es conocido como Luna de sangre por el tono rojizo que adquiere nuestro satélite natural en el momento de máximo apogeo de este fenómeno, que también se seguirá en el Pacífico, América, África y el oeste de Europa.
Será el 14 de marzo, cuando la Luna se dirija de forma paulatina hacia la zona de sombra que proyecta la Tierra, que se identifica como umbra, hasta que quede completamente cubierta.
Este llamativo suceso comenzará a las 6:10 horas y la irrupción en el cono de sombra terrestre se producirá a las 7:29 horas.
«Dado que a esa hora la Luna ya se habrá puesto, nos perderemos el instante más esperado del eclipse, que es la ocultación total», ha señalado García-Blanco, que no obstante ha recordado a expertos, aficionados y profanos que habrá una segunda oportunidad para contemplar este mismo evento.
Será el 7 de septiembre y comenzará con la fase parcial a las 18:27 horas, por lo que el inicio de la entrada de la Luna en la umbra de la Tierra no será visible desde nuestra latitud al estar aún oculta.
Luego, el eclipse entero comenzará a las 19:31 horas, alrededor de las 21 horas concluirá la fase de totalidad y casi hora y media después, en torno a las 22 horas, habrá terminado el eclipse penumbral.
«Puesto que ese día el orto lunar se producirá a las 20:33 horas, desde Guadalajara veremos el disco lunar completamente eclipsado nada más salir por el este y con esa tonalidad rojiza característica», ha añadido el presidente de AstroGuada.
En cuanto al único eclipse solar visible desde España en este 2025 acontecerá el 29 de marzo y será de tipo parcial.
Ese día, la Luna se interpondrá entre la Tierra y el Sol y ocultará un 30% del disco solar sobre las 11:40 horas cuando alcanzará el máximo en ese tránsito efímero.
«A diferencia del eclipse lunar, que se puede observar sin ninguna precaución, en el solar jamás hay que mirar directamente al Sol sin la adecuada protección», ha enfatizado García-Blanco.
Seis superlunas a lo largo de 2025, pero solo tres de ellas visibles
Otra de las efemérides astronómicas que nos deparará este 2025 serán seis superlunas, que se producen cuando nuestro satélite natural alcanza el punto de la órbita más próximo a la Tierra (perigeo) y cuya distancia es inferior a 360.000 kilómetros.
Esa aproximación hace que el satélite se vea un 14% más grande y hasta un 30% más brillante de lo normal.
De esta media docena de superlunas, solo tres serán visibles al suceder en fase llena, mientras que las otras tres serán con luna nueva.
«Curiosamente, las tres se verán en el cielo de forma consecutiva en el último trimestre del año«, ha señalado el presidente de AstroGuada.
La primera superluna llena será el 7 de octubre y el brillo plateado del disco lunar se observará tras la medianoche.
La segunda sucederá el 5 de noviembre y la Luna asomará mágica y colosal nada más salir por el este para situarse poco después a 356.821 km de la Tierra, que será la distancia más corta entre ambos de este año.
Para ver la tercera y última superluna llena de 2025 habrá que esperar al 5 de diciembre.
También se ‘ocultarán’ los anillos de Saturno
Pero si hay un fenómeno curioso y sorprendente que sobresale este año es la ocultación momentánea de los anillos de Saturno, a partir del 23 de marzo, cuando los bordes de los anillos se orientarán de manera directa hacia la Tierra, como si se colocasen de canto.
«Es decir, la parte más delgada de los anillos será prácticamente invisible al orientarse hacia la Tierra, que estará alineada con el plano del gigante gaseoso’, ha precisado Antonio García-Blanco.
Esta ilusión óptica propia de un truco de prestidigitación sucede cada 13-16 años y coincide con el equinoccio de Saturno, momento en el que el Sol proyecta sus rayos sobre el ecuador del planeta.
«Dado que el Señor de los Anillos tarda 29,4 años terrestres en completar una vuelta a nuestra estrella más cercana, este peculiar camuflaje se repite dos veces en cada movimiento orbital», ha dicho García-Blanco.
La última vez que sucedió fue en 2009 y no volverá a repetirse hasta octubre de 2038; no obstante, seis años antes, en 2032, Saturno estará posicionado de manera perfecta para que sus siete grupos de anillos sean visibles en todo su esplendor.