Un grupo de grafiteros detuvo anoche un tren de Cercanías que se dirigía a Atocha, procedente de Alcalá de Henares, entre las estaciones de Vallecas y El Pozo para ensuciar la carrocería de los vagones con pintura, ante el asombro, el pánico y la indignación de los viajeros, que tuvieron que esperar más de una hora en el interior del vagón a que el tren se pusiera en marcha de nuevo, según han confirmado a MiraCorredor.tv fuentes de Renfe.
Los hechos sucedieron sobre las 21.15 horas de la noche de ayer jueves 11 de enero. Un grupo de personas accionaron la alarma del tren y se bajaron para pintar un supuesto grafiti que al final, según los viajeros, resultó ser unas sucias pintadas.
La Policía ordenó suspender la circulación en ambos sentidos de las líneas C-2, C-7 y C-8. El servicio y la marcha del tren detenido no se reanudó hasta las 22.38 horas.
Algunos viajeros, presos del pánico, creían que se trataba de un atentado terrorista o de un accidente, y comenzaron a desalojar el tren por su cuenta. Otros permanecieron en el mismo durante más de una hora.
Las quejas de los usuarios en Twitter no se hicieron esperar. Una usuaria, testigo de lo ocurrido, publicó más tarde una foto en la que se puede ver uno de los vagones afectados por las pintadas, una vez que el tren llegó a Atocha.
La Policía Nacional, por su parte, ha abierto una investigación para conseguir atrapar a los autores del incidente.
Fuentes de la Jefatura Superior de la Policía de Madrid informan a MiraCorredor.tv que los vándalos eran al menos cinco jóvenes uniformados al uso: vestidos de negro y portando mochilas.
Se subieron a la cabina final del convoy usando una llave maestra. Desde allí, accedieron al tren para accionar el freno de emergencia, y se bajaron para ensuciar con pintura los vagones de cola.
Después realizaron fotos para «inmortalizar» el momento. Afortunadamente, no hubo que lamentar heridos.