La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha anunciado que va a solicitar al Gobierno central la reintroducción del lince ibérico (Lynx pardinus) en la región, al considerarla como un territorio apto para volver a contar con poblaciones estables de esta especie.
La formalización del proyecto se realizaría el próximo año mediante la firma de un convenio entre el Gobierno autonómico y Patrimonio Nacional, organismo público dependiente del ministerio de la Presidencia, según han informado fuentes del ejecutivo de Díaz Ayuso en un comunicado.
La presidenta ha explicado que la consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior trabaja en ello desde hace tiempo, de modo que cuenta ya con un estudio sanitario y sobre los hábitats propicios para el lince, a la vez que ha mejorado las poblaciones de conejo de monte, base de su alimentación.
Así, el Gobierno regional ha determinado que el espacio más adecuado para la primera suelta de ejemplares de lince es el Monte de El Pardo.
Por un lado, porque se trata de una zona con poca peligrosidad a causa del tráfico, lo que rebajaría el riesgo de atropello de los animales; por otro lado, porque los terrenos son propiedad de la Comunidad de Madrid y de Patrimonio Nacional.
Los planes de recuperación lo salvaron de una casi segura extinción hace 20 años
En 2002, la población de lince ibérico, una especie endémica de la península, apenas sumaba 94 ejemplares, sobre todo en dos áreas de Andalucía: el Parque Nacional de Doñana y en la Sierra de Andújar. Esa cifra es lo que se califica ya como pre-extinción.
Sin embargo, ese mismo año se puso en marcha el proyecto LIFE, que tuvo su continuidad luego con los proyectos LIFE + IberLince y LIFENAT, que han llevado a la recuperación del número de ejemplares de esta especie, que aunque aún no son las cifras óptimas para considerarla como no vulnerable, sí al menos la han alejado del peligro de la extinción.
Así, según los datos publicados a mediados de año, en 2023 se contabilizaban ya 1.668 ejemplares, entre adultos y cachorros. Entre ellos, 326 hembras reproductoras, la mitad de las que se consideran suficientes para decretar el fin del peligro de la especie, 750, pero mucho más cerca de la recuperación definitiva.
Por localización geográfica, el mayor número de colonias se da en Andalucía, seguida de Castilla La Mancha y Extremadura. También se cuentan algunas en Portugal gracias a su participación conjunta con España en los proyectos de recuperación de esta emblemática especie única en la península ibérica.
Si finalmente se suma también Madrid, será una buenísima noticia para la recuperación total de este bellísimo felino tan español.