La FAPAM (Federación de Asociaciones Protectoras y de Defensa Animal de la Comunidad de Madrid) y ANAA (Asociación Nacional Amigos de los Animales) se han hecho cargo de 270 perros de raza chihuahua, pomerania y caniche incautados por la Policía Nacional en dos criaderos ilegales en Meco y Arganda del Rey (Madrid), en febrero del año pasado.
De la custodia, cuidados y atención veterinaria de todos estos perros se ha hecho cargo FAPAM y ANAA, según ha informado MiraCorredor.
«Por el momento y a la espera de la decisión judicial no es posible la adopción de ninguno de los perros y además psicológicamente necesitan ser rehabilitados, a consecuencia entre del confinamiento y hacinamiento al que han sido sometidos», explican en un comunicado.
Además, FAPAM y ANAA anuncian que se personarán como acusación particular en el procedimiento judicial, «confiando en que los responsables de tanto sufrimiento paguen por sus actuaciones y que sea una condena ejemplarizante».
Según denuncian, «este caso, y otros muchos en los que FAPAM y ANAA intervienen, es lo que suele definirse como una fábrica de cachorros, ya que en sus instalaciones, deficientes higiénica y etológicamente, se hacinan cientos de perros de muchas razas y algunas de las hembras son sometidas a varias cesáreas, reventado sus cuerpos al criar.
Sin un programa de cría responsable que implica la selección de los perros para favorecer que se mantengan las características positivas y evitar problemas hereditarios; sin protocolos higiénico-sanitarios ni veterinarios responsables que dieran un trato individualizado a los animales; sin un plan de vacunaciones, entre otras muchas deficiencias y sin un trato y condiciones que favorecieran la correcta socialización de los cientos de cachorros que vende».
Estas fábricas de cachorros, señalan, «no existirían si hubiera más conciencia entre la ciudadanía y a la hora de adquirir un animal de compañía no se colaborara con la explotación de animales y se diera una oportunidad a los miles de animales que se abandonan en España».
Para FAPAM y ANAA «es fundamental que operativos como este que ha llevado a cabo la Policía Nacional sirvan de ejemplo para que se actúe de manera contundente y se inspeccione y se persiga cualquier actividad de este tipo para conseguir que estos negocios basados en el maltrato y explotación animal desaparezcan.
También es indispensable la colaboración ciudadana para alertar de lugares como este, las denuncias de las personas que son conocedoras de estos delitos son fundamentales y además es un deber de cualquier ciudadano poner en conocimiento de las autoridades hechos como estos».