Después de años de abandono y falta de mantenimiento de dos de los parques más antiguos y representativos de la ciudad, parece que en breve -el inicio estaba previsto para septiembre, aunque como hemos sabido ahora no había entonces crédito necesario para su ejecución- comenzarán las obras que tanto necesitan La Concordia y el parque de San Roque. Una buena noticia anunciada por el equipo de Gobierno el 18 de junio y 2 de julio respectivamente, el mismo equipo de Gobierno responsable de su estado actual.
Tras examinar los respectivos pliegos hemos visto que se realizarán, entre otras, las obras en la red de drenaje y saneamiento, abastecimiento y riego, muy necesarias, pues al ser parques antiguos, o no existen o son incompletas. Pero la parte más visible será la de pavimentación, tanto la renovación de las zonas ya pavimentadas como las actualmente, muy deterioradas, de tierra compactada. Estas últimas muestran la dejadez que han sufrido en los últimos años de forma muy evidente. Un mínimo mantenimiento habría hecho innecesaria una solución (pavimentado con Aripaq, la que se propone ahora para nuestra ciudad) que no está dando buen resultado en parques como el de La Concepción de Málaga, Cruz Conde de Córdoba, así como otros de Sevilla.
Así, en lugar de restaurar los valores naturales propios de estos jardines, ya históricos, vemos en el concurso de licitación que la mayor parte del presupuesto se destina a la pavimentación de ambos parques, pero no sólo a la renovación de las zonas enlosadas y hormigonadas, sino también de todas las zonas estanciales y paseos que aún se conservan de tierra. Tal es así que del presupuesto total en ambos parques se destina a pavimentación casi el 50% y apenas un 5% a jardinería (incluyendo mobiliario).
Estamos ante una DESnaturalización de los dos parques, pese a lo expresado por el alcalde en sus declaraciones durante la presentación del proyecto el 2 de julio en las que manifestaba que los objetivos primordiales de las actuaciones eran “enfatizar el valor medioambiental del recinto” y “mantener la esencia del emblemático recinto”. Con este mismo fin nuestro grupo presentó en 2015 una moción en la que se proponía la declaración del parque de La Concordia como Jardín Histórico para, entre otras cosas, “garantizar su limpieza, mantenimiento y cuidado de especies arbóreas” y realizar un “Proyecto de recuperación de la Concordia, conservando trazado y diseño y sin dañar elementos naturales y artísticos de más de 150 años”. La moción fue rechazada por el PP y Ciudadanos (C´s).
Sí fue aprobada, y por unanimidad, nuestra moción sobre Arbolado Urbano en el Pleno del 29 de mayo pasado, donde se acordó la renaturalización de los espacios verdes excesivamente pavimentados. Pero con las remodelaciones previstas en La Concordia y San Roque evidenciamos una vez más la falta de coherencia y de respeto a los acuerdos del Pleno de este equipo de Gobierno.
Porque para la protección del patrimonio arbóreo de los dos parques, los pliegos de condiciones de estas obras no contemplan si se estará a lo dispuesto en las Prescripciones Técnicas Generales sobre Uso de Zonas Verdes entre las más de 30 nombradas en ellos, las únicas que se ocupan por el momento de la protección del arbolado urbano.
Perdemos de nuevo la oportunidad de “enfatizar el valor medioambiental” -como afirmaba Román- de nuestras zonas verdes más queridas y concurridas, junto con la ahora enjaulada Fuente de La Niña. Perdemos uno de los areneros, la Escalera Paisajística de granito (acceso a La Carrera) que se cubrirá también con Aripaq, la fuente frente al monumento a Pedro Vives Vich, los aparatos para realizar gimnasia…
Y ganamos en pavimento, en ese extraño concepto de limpieza que nos aparta de la naturaleza sin la que no podremos sobrevivir.
Susana Tundidor, concejal de Ahora Guadalajara
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