Cartas a la Redacción: ‘Lo que la Ley de Violencia de Género oculta y nadie se atreve a contar (II): los más perjudicados son los menores

Si pensaban que nuestros políticos no podían ir más lejos en su voraz búsqueda por obtener un rédito electoral cueste lo que cueste y caiga quien caiga, aunque quien ahora caiga sean directamente los menores, se equivocan, son capaces de cualquier cosa.

Ya en la anterior carta comentaba que con la aprobación de la Ley 8/21 de “Protección a la Infancia” (Ley Rhodes), que modificó el art. 94 del C. Civil, se facultaba a los jueces españoles para que pudieran separar traumáticamente a todos los padres varones de sus hijos, siendo únicamente necesario para cometer esta aberración, que el padre hubiera sido denunciado por violencia de género, aunque luego, como ocurre en el 80% de estas denuncias, las denuncias fueran falsas y terminaran en absolución. Pero a nuestros políticos y jueces que les importa que cientos de miles de menores hayan sido traumáticamente separados de sus padres varones durante 1 o 2 años, que es la media de tiempo que suelen durar estos procedimientos penales hasta que son archivados y sobreseídos, son daños asumibles, dirán.

Si se pregunta cuál fue el móvil por el que nuestros políticos llegaron a aprobar esta leonina y desproporcionada medida judicial, es el de siempre, seguir apuntalando sus políticas e ideologías para obtener un rédito electoral, caiga quien caiga. Pero en esta ocasión fueron aún más lejos, al utilizar, como carroñeros, a los pobres menores que son asesinados a manos de sus padres varones. Y con el pretexto de “proteger” a estos niños de sus padres varones, no les importó lo más mínimo adoptar esta medida, aún a sabiendas, como ya hicieron la Ley de Violencia de Género, de que iba a traer consigo gravísimas injusticias y una asimetría jurídica. Y para ello volvieron a intentar tapar estas injusticias inventando un nuevo término que encajara en sus políticas e ideologías, aunque como es costumbre en ellos, esta nueva invención también fuera falsa y no exista en ningún otro país del mundo, como es la de la “violencia vicaria machista”. Queriendo convencer a la sociedad, y para ello son únicos utilizando todo su poder propagandístico en prácticamente todos los medios de comunicación, que estos crímenes, en los que un progenitor llega a matar a sus propios hijos, solo los podían cometer los padres varones.

Dándose, en este tipo de crímenes en los que un progenitor es capaz de asesinar a sus propios hijos para hacer el mayor daño posible al otro progenitor, la preocupante y paradójica circunstancia, que, en las estadísticas contabilizadas desde el año 2007 hasta el año 2022, se produjeron más filicidios cometidos por madres que por padres. Algo que, a partir de ahora, ya se está ocultando a la sociedad, debido a que actualmente sólo se contabilizan oficialmente y se da publicidad en la mayoría de los medios de comunicación como “violencia vicaria machista”, únicamente a los asesinatos de menores que son cometidos por padres varones, dejando así en el olvido tanto a los pobres menores que son asesinados a manos de sus madres, como a los padres de estos otros menores asesinados.

Cumpliéndose así la máxima de todo “buen político”: Que la realidad, por dramática y terrible que sea, nunca estropee las políticas e ideologías con el único fin de obtener un rédito electoral caiga quien caiga y cueste lo que cueste. Y como en este caso son las madres las que estadísticamente matan más a sus hijos, pues se oculta y punto.

Si quieren un ejemplo de ello, solo tienen que recordar el show vomitivo que se montó con el triste suceso de las dos niñas que fueron asesinadas por su padre en Tenerife en abril de 2021 y que sirvió y se utilizó como acicate para la promulgación de la Ley Rhodes, la cual, trajo de su mano la leonina y desproporcionada medida, “para luchar contra la violencia vicaria”, de prohibir todos los regímenes de vistas a los padres que simplemente fueran denunciados por violencia de género. Y ahora, compárenlo con el distinto tratamiento y publicidad que se dio al asesinato de otra niña en Barcelona y justo unos días después del asesinato de las niñas de Tenerife, pero esta vez a manos de su madre. En el que esta madre reconoció que mato a su hija para causar daño al padre, y donde, curiosamente, en ningún medio de comunicación se trató este crimen como de violencia vicaria. Aquí pueden recordar este luctuoso crimen.

Pero la prueba definitiva del intento de ocultar estos hechos, con el claro el objetivo de que no se les viniera abajo esta nueva invención falsa de la violencia vicaria machista, la pueden comprobar en las propias estadísticas que el Gobierno, a pesar de sus reticencias iniciales para proporcionarlas, no le quedó más remedio que facilitar ante el requerimiento por escrito que realizó una senadora del Partido Popular. Aquí pueden ver un artículo denunciando estos hechos, así como, el documento oficial donde se refleja un número de filicidios mayor a cargo de las madres desde el año 2007 al 2022.

Por cierto, esta senadora del PP debió sufrir un ataque de integridad al solicitar que el Gobierno le facilitara estos datos, ya que debió olvidar que fue su propio partido uno de los que votó a favor de la aprobación de la Ley Rhodes, la cual, por ejemplo, basa la medida de prohibir los regímenes de visitas a los padres que sean denunciados por violencia de género en esta falsa ideología de la violencia vicaria machista, y que, curiosamente, ella misma quiso desmentir al solicitar estos datos. No sé qué pensará su jefe, el Sr. Feijóo, sobre que esta senadora de su partido solicitara estos datos, ya que fue él quien declaró en una entrevista que no le constaba que se estuvieran cometiendo injusticias ni asimetrías jurídicas al abrigo de todas estas las leyes de género que su partido había apoyado para su aprobación.

Otra de las aberraciones legislativas, aún si cabe más grave, y que también trajo consigo la Ley Rhodes, fue la negación legislativa, siendo España el primer y único país del mundo que se ha atrevido a hacerlo y además sin presentar ningún estudio científico que lo avale, de la existencia de cualquier tipo de interferencia o manipulación de un adulto sobre un menor, como es la alienación parental (art. 11.3 de la Ley Rhodes). Es decir, y para que se entienda, este artículo de la Ley Rhodes nos quiere decir que, por ejemplo, un adulto puede abusar sexualmente de un menor, y así está reconocida esta aberración como un tipo de maltrato a menores en esta propia ley, pero, por el contrario, niega que ese mismo adulto, que puede abusar sexualmente de un menor, pueda influenciar o manipular a ese menor. Negándose así, la misma existencia de este terrible maltrato que sufren algunos menores a manos de sus progenitores, como es la alienación parental, y dejando por lo tanto a estos menores totalmente desprotegidos ante este innegable tipo de maltrato.

¿Cómo es posible que se llegara aprobar una aberración legislativa como esta, en la que, en vez de proteger, se desprotege a los menores? ¿Cuál fue el móvil, que llevó a nuestros políticos a aprobar esta basura legislativa? El principal motivo, es el de siempre, el obtener un rédito electoral, en el caso del PP, no perder votos. Aunque el autor intelectual e instigador para que se creara ad hoc el art. 11.3 de la Ley Rhodes, fue el poderoso lobby feminista que impera en España (miles de asociaciones feministas subvencionadas con fondos públicos, grandes grupos y asociaciones de juristas feministas, medios de comunicación afines y el resto de los miles de personas que viven de estas políticas feministas) y que llevaba tiempo presionando al poder político para que les allanara el camino en los procedimientos judiciales de custodia de menores. Para que así y en aplicación de este artículo (11.3 de la Ley Rhodes) no se pudiera demostrar en los juzgados el maltrato que sufren muchos menores por parte de sus progenitores, al ser manipulados para ponerlos en contra del otro progenitor con el fin de obtener la custodia de los mismos, y todo lo que eso conlleva, como pensiones de alimentos, uso de la vivienda familiar, etc… Es decir, lo que se conoce en términos científicos y jurídicos como alienación parental, vamos, y no hace falta ser psicólogo o juez para saberlo, lo que toda la vida se ha conocido como malmeter a un hijo en contra del otro progenitor.

Pero la mejor manera de tener un conocimiento más profundo y científico sobre este terrible tipo de maltrato a los menores, como es la alienación parental, es conocer la opinión de profesionales que trabajan y se enfrentan día a día ante esta lacra, como es el caso del Dr. D. Jorge Guerra González.

Por ello aquí pueden leer un artículo del Dr. Guerra donde alerta del peligro y desprotección a los menores que traería la aplicación de la Ley Rhodes en relación con la alienación parental.

También, el Dr. Guerra, realizó un estudio pionero en el que reflejó las terribles consecuencias tanto para los hijos que sufren alienación parental como para los progenitores alienados. En este Pdf pueden ver un resumen de dicho estudio titulado (… pero existe). Sobre la alienación parental y otras fuentes de daños a los menores a causa del conflicto de sus padres

Llamando la atención por su concordancia, que una de las consecuencias de los menores que han sufrido alienación parental sea el fracaso y abandono escolar, y curiosamente, éste subiera en España hasta un 13,9% en 2022, justo un año después de la aprobación de la Ley Rhodes. ¿Casualidad?

Pero no todo iban a ser malas noticias, por suerte, aunque lejos de nuestras fronteras, se ha producido una noticia esperanzadora, al igual que discordante con la ideología y políticas de género implantadas en España. Ya que, por primera vez, la Fiscalía de Alemania va a perseguir penalmente a los progenitores que realicen actos que puedan provocar alienación parental en sus hijos. Aquí pueden leer (también en idioma español) esta esperanzadora noticia.

Causa pavor solo pensarlo, el ver que el Dr. Guerra cuantifique, y a la baja, entre 10.000 a 20.000 los menores afectados por la alienación parental anualmente en Alemania. Y ahora piensen por un momento, en las decenas de miles de menores que habrá afectados en España, un país, en el que ya no es solo que no se investigue ni proteja a estos menores frente a este maltrato, sino que se ha negado la misma existencia de la alienación parental o cualquier otro tipo de interferencia o manipulación de un adulto sobre un menor.  Es sencillamente de locos, por no calificarlos de otra manera.

Viendo esta respuesta judicial llevada en Alemania para intentar proteger a los menores del maltrato que supone la alienación parental, cabría preguntarse qué opinan al respecto los políticos y el lobby feminista que impulsaron la creación de la Ley Rhodes, así como, los jueces que la aplican. ¿Existe entonces la alienación parental? ¿Existe, pero los menores que viven en España están inmunizados? Viendo cómo se las gasta esta gentuza, cualquier excusa les valdría, caiga quien caiga.

Si tiene hijos, nietos o sobrinos, cruce los dedos o encomiéndese a su dios, si es creyente, porque las próximas víctimas, además de usted, pueden ser ellos.

Y a todas y todos los ciudadanos que se manifestaron el pasado 8 de marzo para celebrar el Día de la Mujer, les pediría que cuando reivindiquen los justos derechos de igualdad para las mujeres, piensen también en las injusticias y las otras víctimas, como por ejemplo los menores, que están generando todas estas leyes.

Fernando Arias Clemente. Azuqueca de Henares

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