El contenido de la modificación que afecta al Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) de la Sierra Norte de Guadalajara, entre otras cuestiones, incorpora como actuaciones autorizables dentro del espacio protegido, “los sistemas de interconexión y explotación conjunta de los recursos hídricos”.
Bajo esa denominación aparentemente genérica se esconde en realidad un proyecto con nombre y apellidos, el trasvase de conexión entre los ríos Sorbe y Bornova, un proyecto demandado reiteradamente por las organizaciones agrarias, urbanizadoras y varias formaciones políticas de la provincia de Guadalajara.
Se da la circunstancia de que este proyecto recibió del entonces Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino una rotunda declaración de impacto ambiental “en sentido negativo” por Resolución de 8 de febrero de 2011 de la Secretaría de Estado de Cambio Climático que se publicó en el BOE de 24 de febrero de ese año.
El promotor de esta interconexión, en su día la Sociedad Estatal Aguas de la Cuenca del Tajo s.a., dependiente de la Confederación Hidrográfica, planteaba construir una presa de derivación de 9,5 metros de alto en el Sorbe y un túnel de 10,76 kilómetros hasta el embalse de Beleña, trasvasando 30,9 hm3/año entre ambas cuencas. Todo ello dentro del parque natural de la Sierra Norte de Guadalajara, que se aprobó por la ley 5/2011 de 10 de marzo, y dentro los espacios ZEPA y ZEC de la Red Natura 2000 denominados “Sierra de Ayllón”.
El impacto sobre la hidrología, la fauna, la flora y los espacios protegidos fueron evaluados de forma crítica e irreversible no sólo por el Ministerio, sino también por el Gobierno de Castilla-La Mancha que presentó informes negativos a la obra por parte del Organismo Autónomo de Espacios Naturales y de la Dirección General de Evaluación Ambiental. Además, dicho proyecto no figura en las previsiones de medidas del Plan Hidrológico del Tajo actualmente vigente.
Ahora, sin embargo, las tornas parecen haber cambiado y el Gobierno de Castilla-La Mancha abraza un proyecto al que en su día combatió hasta el punto de blindarse frente a él en la normativa del parque natural.
La modificación del PORN recoge otros cambios que pueden resultar muy perjudiciales para el parque natural. Así el Gobierno regional ha desafectado de la parte protegida del parque, reclasificándola como zona periférica, una notable superficie de terrenos entorno a poblaciones para que puedan urbanizarse. Son 1.311,37 hectáreas en las que se podrá construir cuando se aprueben los correspondientes planes de actuación urbanizadora.
Además el parque da un paso hacia la gestión forestal insostenible al eliminar la normativa que impedía el uso de maquinaria pesada y del fuego en la gestión forestal en las zonas de máxima protección, esto es, el Hayedo de Tejeda Negra y la Reserva del Pico del Lobo-Cebollera.
Para compensar de alguna manera todos estos pasos atrás en la protección del parque natural, se amplía la superficie del parque y se incorporan al mismo como zonas de máxima protección el parque natural del Hayedo de Tejera Negra y la Reserva Fluvial del río Pelagallinas.
Ecologistas en Acción y WWF-Guadalajara entienden que los cambios del PORN que reducen la protección del parque natural podrían ser ilegales, entre otras cuestiones por carecer de justificación o resultar ésta notoriamente insuficiente y contradictoria con anteriores actos de la propia administración regional. La modificación del grado de protección del parque natural debe atender a cuestiones de verdadera necesidad y que no afecten al espacio protegido, circunstancias que no quedan justificadas en absoluto en el texto.
Una vez estudiado con más detalle el decreto de modificación de la normativa del parque natural, Ecologistas en Acción hará públicas las iniciativas que adoptará tanto para evitar que se apliquen como para frenar el intento de resucitar el proyecto de trasvase Sorbe-Bornova.
Ecologistas en Acción de Guadalajara
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