A propósito del asombroso nombramiento de Sergio David Gonzalez Egido como Secretario de Ciudad Sostenible y Medio Ambiente en la Comisión Ejecutiva Municipal del PSOE en Guadalajara.
Es sobradamente conocido el dicho de “poner la zorra a cuidar de las gallinas” para referirse a alguien que resulta especialmente inapropiado para ocupar un determinado puesto, justo lo que ha ocurrido con el reciente nombramiento de Sergio David González Egido como Secretario de Ciudad Sostenible y Medio Ambiente en la Comisión Ejecutiva Municipal del PSOE en Guadalajara.
Recordemos que este mismo Sergio David González fue Viceconsejero de Medio Ambiente de la Junta de Catilla-La Mancha, cargo del que tuvo que dimitir tras el grave incendio de la planta ilegal de tratamiento de residuos peligrosos de Chiloeches, en el mes de agosto de 2016, y la publicación en la revista “Interviu” y en otros medios de comunicación de su implicación con la empresa Layna, que gestionaba dicha planta. Hechos por los que está siendo investigado (antes imputado) por el Juzgado de Instrucción nº 1 de Guadalajara, que le imputa un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente (Prevaricación medioambiental), basándose en informes de la UCOMA (Unidad Central Operativa de Medio Ambiente) de la Guardia Civil.
Se ve que todos estos “méritos” le han hecho sobradamente acreedor a la secretaría de Ciudad Sostenible y Medio Ambiente, al frente de la cual le ha puesto el PSOE de Guadalajara, que ha demostrado de paso su enorme interés por asuntos de tanta relevancia para la vida en esta ciudad y su gran coherencia con el discurso verde que quiere tener el PSOE de Cristina Narbona.
Asombradas, boquiabiertas y aturdidas hemos quedado con este nombramiento todas aquellas personas que consideramos al medio ambiente como un bien de vital importancia al que hay que cuidar y proteger. Porque, como se ha puesto de manifiesto y siguiendo el dicho, el Sr. González Egido no resulta precisamente el más apropiado para tener un puesto relacionado con el medio ambiente ni en la “macrogranja” de Castilla-La Mancha, ni en el “pequeño gallinero” de Guadalajara.
Equo Guadalajara
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