La Guardia Civil tiene desde el año 2005 un Real Decreto por el que se regula la Prevención de Riesgos Laborales. Su conquista fue dura para los guardias civiles, pero está siendo aún más difícil lograr su aplicación en los diferentes puestos de trabajo. Esto es lo que está ocurriendo en la Central Nuclear de Trillo donde la Guardia Civil está permitiendo que los agentes del GRS que velan por la seguridad de estas instalaciones trabajen en vehículos desechados en Navarra por el estado en el que se encuentran con cerca de 400.000 kilómetros. Vehículos, en definitiva, que los han llevado a la central cuando tendrían que estar en un desguace y que por tanto no pueden ser utilizados para el cometido que se les ha encomendado que es vigilar instalaciones de alta seguridad. En el colmo del despropósito uno de los vehículos con menos kilómetros tiene goteras y moho en su interior, lo que puede causar problemas de salud a los agentes como infecciones micóticas, irritaciones de piel, ojos, garganta, pulmones y nariz, especialmente a los que son alérgicos.
Pero si los vehículos están en proceso de defunción, los habitáculos que les han destinado, como ha podido saber AEGC, no pueden considerarse un lugar digno de trabajo. Un “cuartel de chapas” hecho con casetas de obra prefabricadas donde pasan 14 días seguidos los dos equipos del GRS que prestan servicio tanto fuera como dentro de la central. Es decir, módulos eventuales que los han convertido en dormitorios permanentes. Además de tener que vivir en estas condiciones lamentables, a los guardias civiles ni la dirección de la Central ni la Guardia Civil les ha proporcionado, y se ha solicitado por escrito a la comisión de riesgos laborales, medidores unipersonales de radiactividad para el equipo que tiene que operar dentro de la Central Nuclear, con la excusa de que no son trabajadores de la central. Es decir, que para ellos estar protegiendo las instalaciones 14 días al mes no supone un riesgo para su salud, algo que para AEGC es inadmisible y debería serlo para la DGGC, quien está desamparando a los guardias por no exigir a la central este material o no proporcionarlo ella misma a los agentes para que no vean peligrar su salud.
Mención a parte es la comida, es de tan mala calidad que ya se están produciendo molestias estomacales entre los agentes del GRS que prestan allí servicio: gases, acidez, malestar general que les obliga a llevarse la comida de casa para todos los días de servicio que tienen asignados.
Para AEGC es inadmisible que 14 años después de que la Guardia Civil aprobara la norma que regula la Prevención de Riesgos Laborales esta siga siendo la gran desconocida para los máximos responsables de esta Institución, demostrando muy poco interés por la integridad física de sus componentes al permitir que tengan turnos de 24 horas en estas condiciones.
Asociación Española de Guardias Civiles, AEGC
NOTA DE LA REDACCIÓN: EL HERALDO DEL HENARES acepta el envío de comunicados, cartas y artículos de opinión para ser publicados en el diario, sin que comparta necesariamente el contenido de las opiniones ajenas, que son responsabilidad única de su autor, por lo que las mismas no son corregidas ni apostilladas.
EL HERALDO DEL HENARES se reserva la posibilidad de rechazar dichos textos cuando no cumplan unos requisitos mínimos de respeto a los demás lectores o contravengan las leyes vigentes.