Desde los animalistas de Castilla-La Mancha, no podemos sino expresar nuestra tristeza, indignación y decepción ante los hechos ocurridos en Tendilla. Hoy nos sentimos mal, profundamente afectados y decepcionados, porque, aunque existe una legislación que debería proteger a los animales, su cumplimiento ha brillado por su ausencia en esta ocasión. Nos preguntamos hasta qué punto tiene sentido seguir permitiendo este tipo de actos que suponen una clara vulneración de la dignidad de los animales.
Nuestra postura siempre ha sido clara: creemos firmemente que las fiestas con animales, especialmente aquellas que los exponen al sufrimiento y al maltrato, deberían desaparecer. Lo ocurrido en Tendilla, con la muerte de un toro tras ser atropellado, es una vergüenza que no puede quedar sin consecuencias. Esperamos que este hecho no quede impune y que se actúe conforme a lo que dicta la ley.
Estas fiestas son arcaicas y solo divierten a un sector reducido de la población. Además, el gasto del ayuntamiento para organizarlas es muy elevado si se tiene en cuenta cuántas personas realmente disfrutan de ellas, siendo la mayoría de los asistentes personas que vienen de otras localidades. Del total de la población, ¿cuántos participan realmente? Queremos fiestas populares que verdaderamente sean para todos y todas, donde se pueda disfrutar de la vida en nuestros pueblos sin necesidad de recurrir a la crueldad y la sangre.
No podemos tolerar que en pleno siglo XXI sigan sucediendo estas barbaridades, y mucho menos que queden sin castigo. En esta ocasión, un animal inocente ha perdido la vida de forma trágica y sin sentido. Esto no puede seguir ocurriendo. Exigimos que se depuren responsabilidades y, sobre todo, que se cumpla la ley con todo el rigor necesario.
Las fiestas deben evolucionar para ser inclusivas, pacíficas y respetuosas con todos los seres vivos. Este es nuestro firme compromiso y seguiremos luchando por ello.
Federación Animalista de Castilla La Mancha
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