Dicen algunos que la Diputación Provincial de Guadalajara ya no es lo que era. Pues afortunadamente, no es lo que era. Y no lo es, porque sin perder nunca el norte, sin abandonar nunca la razón de ser de una Institución que ya ha cumplido 204 años al servicio de nuestra provincia, ha sabido adaptarse a los tiempos. Y lo ha hecho para mejorar, ampliando su catálogo de servicios a los municipios, siempre con el objetivo de alcanzar el mejor bienestar para sus habitantes.
Así es la Diputación de Guadalajara, y así trabaja cada día para intentar atajar la que sin duda es la mayor lacra de los tiempos actuales: la despoblación.
Con ese objetivo, y sin perder nunca la perspectiva, en los últimos años la Diputación de Guadalajara ha ido incorporando nuevos programas de apoyo al medio rural. Programas para promover el empleo a través de la formación, programas para recuperar oficios perdidos que hagan posible el asentamiento de población, programas de apoyo al pequeño comercio, de apoyo a agricultores y ganaderos, de apoyo al turismo; programas para acercar el ocio y la cultura, programas para potenciar el bienestar y la calidad de vida de quienes -a pesar de todo- han optado por seguir anclados a su pueblo, a sus raíces.
En los últimos años, la Diputación de Guadalajara ha puesto también en marcha novedosas iniciativas para optimizar servicios necesarios e irrenunciables –como el servicio de prevención y extinción de incendios o el servicio provincial de recogida de basuras- y ha conseguido llevar a buen puerto un plan –que algunos en sus mejores tiempos ni se plantearon y que otros dejaron aparcado en la cuneta, con la Diputación endeudada hasta las cejas- de mejora integral de la red provincial de carreteras; más de mil kilómetros de vías que, aunque llamadas secundarias, resultan de vital importancia para garantizar las comunicaciones y la seguridad, para acercar los servicios y para que las distancias no sean un obstáculo al desarrollo, hacia un futuro mejor.
Además, la Diputación de Guadalajara evidencia su clara apuesta por el desarrollo rural, por los pueblos, por todos y cada uno de los pueblos, pero especialmente por los más pequeños, asumiendo un coste elevado e importante en relación con los Programas de Desarrollo Rural, cantidades que algunos gestores de esos programas han puesto en peligro por incumplir el convenio firmado con la Diputación Provincial, al destinar más dinero a gastos no productivos no generadores de empleo, entre ellos los de funcionamiento; es decir, más dinero a sueldos y salarios de los responsables de los grupos de desarrollo rural (incluida alguna indemnización cuantiosa) que a inversión productiva, generadora de empleo.
La Diputación de Guadalajara apoya esos programas Leader y Proder, que tienen como finalidad llegar a todos los rincones de nuestra provincia con fondos europeos, para impulsar mejoras en los municipios y también iniciativas privadas que contribuyan a dinamizar la economía local y a generar empleo en el medio rural.
Y todo ello, haciéndolo compatible con el mantenimiento de esas actuaciones con las que, desde siempre, la Diputación de Guadalajara ha contribuido a mantener aquellos otros servicios básicos (pavimentación de calles, infraestructuras hidráulicas, alumbrado, ahorro y eficiencia energética, cementerios, instalaciones comunes….) que hacen más fácil el día a día de los vecinos.
Esta es la Diputación actual, la que también colabora en la restauración del patrimonio de nuestros pueblos y en todo lo que sea necesario para mantener viva a esta provincia, y con tal de que sus gentes tengan una buena calidad de vida que les permita elegir y no tener que salir corriendo porque no tienen donde elegir. Una provincia a la que algunos presumen conocer muy bien, pero demuestran lo contrario cuando la reducen a «botellines», demostrando también un gran desconocimiento de todas las medidas que desde el gobierno de España se han puesto en marcha con la nueva Ley de Autónomos, que ya nos hubiera gustado que se hubiera aprobado en otros tiempos recientes y pasados.
La Diputación de Guadalajara, que a lo largo de su historia ha construido los cimientos de nuestros pueblos, sigue haciendo provincia y sigue construyendo. Otros solo piensan en destruir, demostrando gran interés, pero no precisamente por esta provincia.
Para quienes hoy rigen los destinos de la Diputación Provincial de Guadalajara, el único objetivo es seguir haciendo provincia, poniendo todos los medios, todo el esfuerzo para conseguir avanzar, porque nuestra provincia es nuestra única razón de ser. No todos pueden decir lo mismo. Afortunadamente, para la inmensa mayoría la provincia no se reduce a unos «botellines».
Alberto Domínguez, diputado delegado de Promoción Económica en la Diputación de Guadalajara
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