Se va a cumplir casi un año desde que nuestra vida cambió radicalmente. Este cambio comenzó con un confinamiento absoluto para la mayoría de las personas. La familia se convirtió de pronto en el colchón de casi todos, los hogares eran oficinas, guarderías, coles, refugio ante la crisis sanitaria. Esta paralización nos trajo la crisis socioeconómica, de nuevo las familias al rescate, las que pudieron aguantar. A lo largo de este tiempo las administraciones, los ayuntamientos han trabajado sin parar para ir solventando las diferentes situaciones tan difíciles para todos. Se toman medidas sanitarias, imprescindibles, medidas económicas, muy necesarias. Pero las grandes olvidadas han sido y siguen siendo las familias, y en particular las familias numerosas.
Desde las asociaciones de familias numerosas hemos tenido que dar voz para que se nos tenga en cuenta, reparto de mascarillas, salir a pasear en tiempos de confinamiento, regulación de ERTES… Que fácil aplicar el criterio de número de miembros de la unidad familiar. Hecha esta apreciación, si bien es verdad que es prioritario atender a las personas y familias que se han quedado sin recursos para subsistir, no menos importante es ayudar a las familias que aún no están en quiebra, pero si no se les echa una mano, pasarán a estarlo.
Como dice el refrán, es mejor prevenir que curar y ahí estamos, porque, según una encuesta que ha hecho la Asociación a las más de 800 familias asociadas que tenemos para conocer la situación de las familias numerosas de nuestra provincia, las familias numerosas han sido “golpeadas” por la crisis: el 80% ha visto reducidos sus ingresos y no tiene perspectivas de mejorar este año, porque una cuarta parte han perdido el empleo el 2020 y un 31% tiene a alguno de sus miembros en ERTE, percibiendo una cantidad ridícula para cubrir las necesidades de la familia si hay que pagar alquiler, hipoteca, luz, agua, etc., alimentar y vestir a 3 o más hijos.
Si antes de esta calamidad ya era complicado para muchas llegar a fin de mes, ahora es todo un reto en la mayoría el nivel adquisitivo se ha visto mermado. Somos las familias sandwich, no estamos en riesgo de exclusión, pero tampoco vivimos en la abundancia, como la mayoría de las familias hemos de apretarnos el cinturón.
Hemos estado recibiendo propuestas por parte de las administraciones con ayudas para solventar la situación, pero la percepción de la gran mayoría de las familias ha sido que la gestión de la crisis la familia no ha sido prioridad. Centrándose en las familias más necesitadas, que es lo primero, no se pueden olvidar de la inversión en las familias con hijos, que tanto aportan a la sociedad y al futuro. Invertir en ellas supone un coste mucho menor y el beneficio social, económico es tremendamente grande para todos. Hemos sido las grandes olvidadas y seguimos siéndolo.
Por otro lado, la conciliación ha sido y sigue siendo el gran reto. Progenitores que teletrabajaban en casa, tres, cuatro o más niños, sin medios tecnológicos para estudios y trabajo, las ayudas en este sentido no han llegado, el criterio de renta social no incluye a estas familias. Llega el verano y apenas hay propuestas para la conciliación, pero tampoco ayudas económicas que amainen el gasto de otras alternativas que las familias han tenido que adoptar, sin contar con la” lucha” de pactar con las empresas para poder conciliar.
Lo peor que nos cuentan las familias, la conciliación, tanto en progenitores que han estado en primera línea como el teletrabajo. El principal problema de este último ha sido la dificultad de disponer de dispositivos para trabajar y los estudios de los niños. Lo peor el espacio, pisos pequeños y sin espacios abiertos. Seguimos con muy pocos avances de inversión en lo fundamental, la familia con hijos, solución al desierto demográfico, a la despoblación, soledad, está en juego el bienestar de todos, desde FAMIGUADA insistimos, con muy poco se evita el colapso social de tener que atender cada vez más a familias, a personas sin recursos, solas, LAS FAMILIAS CON HIJOS SOMOS LA SOLUCIÓN.
Ana Isabel Gómez, presidenta de Famiguada, asociación de Familias Numerosas de Guadalajara
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