Ha pasado ya mucho tiempo desde que aquel viejo profesor de Didáctica de la Educación nos hablaba del valor, del carácter didáctico y de la importancia del libro de texto. De cómo eran igual de necesarios tanto para el alumno como para el profesor, pues debían servir para guiar mucho mejor la clase.
Nos explicaba con su habitual pasión y sentimiento que con los libros de texto teníamos garantizado que los niños iban a tener los contenidos necesarios para ajustarse al currículo educativo independientemente del centro escolar y del sitio de España en el que estuviésemos ejerciendo.
Nos decía con su maravilloso discurso retórico y con su espectacular arte de la elocuencia que el libro de texto debe ofrecer siempre una información fiable y veraz, adecuada en un tono y formato de la verdad mayúsculo. Solo así, nos decía con su voz firme, el libro de texto podrá ser una herramienta fundamental en cualquier educación.
Ya han pasado algunos años de aquellas clases magistrales y sin embargo, el carácter y la importancia del libro de texto debería seguir inmutable hoy para nosotros, los profesores, en nuestro día a día y cotidianidad docente. Tristemente no es así y los libros de texto que se usarán para el próximo año lectivo parecen más parte de la propaganda del Gobierno del socialista Pedro Sánchez que manuales didácticos para mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Parece evidente que algunos editores de los libros de texto están perpetrando la gran traición a España construyendo post-verdades y dejando a un lado el rigor académico de los libros. Todo un despropósito que dejará huella en la calidad educativa y en los valores de nuestros jóvenes.
La culpa de esta manipulación de la Educación es, sin ningún género de duda, de estos políticos que quieren adoctrinar a nuestros hijos de forma ideológica y partidista; pero también de todos los cómplices de este despropósito. Unos por manipuladores, por acción; otros por omisión, por indolentes, por irresponsables y por sumisos; como los profesores y padres que permanecen silentes e impasibles ante estos planteamientos ideológicos y partidistas en la educación de sus hijos y alumnos; o los sindicatos y las asociaciones educativas que permanecen impertérritos ante estos nuevos currículos de enseñanza adoctrinadores adaptados a esta Ley LOMLOE (promovida desde el más burdo sectarismo y aprobada sin el consenso amplio) que se impartirán a partir de septiembre en los cursos impares tiñendo de ideología las páginas de numerosos libros de texto aprobada sin es amplio consenso.
Los libros de texto se han convertidos en catálogos de programas políticos con numerosos contenidos y conceptos que implican una carga ideológica muy importante y que no contribuyen a adquirir las competencias. Quieren crear activistas de sus leyes ideológicas. Es un escándalo que estos libros -más bien manuales- de diferentes editoriales asuman en mayor o menor medida la agenda ideológica del Gobierno de Sánchez, llegando en algunos casos a fomentar, a promover y a incitar directamente el odio contra VOX.
Es realmente preocupante la merma de la calidad que provocará esta nueva norma educativa, sobre todo en la rebaja de los umbrales de exigencia. Una Ley que nos trae unos nuevos libros de texto que reproducen de un modo indisimulado la ideología que quiere inculcar el Ejecutivo sanchista, pretendiendo convertir a los alumnos más que en estudiantes en verdaderos activistas del pensamiento que emana hoy de Moncloa.
Libros de texto que se centran en temas como la perspectiva de género o la exaltación del ecologismo y que erigen al Partido Socialista como ejemplo de lo que es la “democracia plena”. Libros que venden la mal llamada “memoria democrática”. Libros que inciden en la permanente advertencia del “acecho de la ultraderecha”. Libros, como el de Historia del Mundo Contemporáneo, de Primero de Bachillerato, en el que se presenta al partido de Santiago Abascal como una formación de “herencia” nazi y fascista. Libros en los que se culpabiliza a EE.UU y no al tirano Maduro del hambre y el éxodo en Venezuela.
Esta Ley y estos libros de texto no van a hacer más que agravar los males que desde hace años acechan y amenazan a la Educación en España.
Antonio de Miguel Antón, profesor en excedencia de Guadalajara, portavoz del Grupo Municipal VOX en el Ayuntamiento de Guadalajara, y precursor del pin parental y del programa educativo de VOX
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Mejor no le contesto, pero manda narices que usted precisamente como representante de un partido de extrema derecha, que no lo digo yo, sino toda Europa por mucho que ustedes lo intenten camuflar, se permita el lujo de decir tantas inexactitudes en tan poco espacio sin ejemplos claros y muchas generalidades. Muy en su línea osea quién pide un pin parental diciendo esto y ni hablar de la religión que ese si que es un claro ejemplo de manipulación y adoctrinamiento en las aulas públicas.
Sr Eduardo, creo que sería mejor que conteste, pero manda narices que usted precisamente que se define en este medio como sindicalista y por tanto perteneciente al club de los grandes comedores de gambas y usadores de ciertos productos y servicios con cargo a fondos públicos, que no lo digo yo, sino los juzgados de casi todo el pais por mucho que lo intenten camuflar, se permita el lujo de decir tantas inexactitudes en tan poco espacio y exigir al resto lo que no es capaz de exigir a los de su palo. Muy en la línea de los dos sindicatos verticales de este pais que, entre otros temas, piden (y han logrado) exigir la excarcelación de los políticos presos en sentencias firmes, que apoyan la eliminación del español en Cataluña, que se manifiestan a favor de los presos de ETA, que defienden a los okupas excepto cuando les ocupan a ellos sus inmuebles, que creen que un paisano de Azuqueca tiene menos derechos que otros de otras regiones del pais, que quiere que le diga, al menos siempre les quedará la religión para poder confesarse y así, limpios de pecado volver a la marisquería mas cercana a celebrar la subvenciones recibidas para no hablar del precio de la gasolina, la luz, del gas, de los tipos de interés, de la inflación, de que la gente nromal no llega a final de mes, etc