viernes , 22 noviembre 2024

Opinión de Fernando Jabonero Orasio, portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Pastrana: ‘Predicar con el ejemplo. ¡Y el párroco administrador robó!

Fernando Jabonero

Según certificación del Registro de la Propiedad de Pastrana, el 16 de septiembre de 1930,  el párroco de Pastrana puso a nombre de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción la “Ermita de la Virgen de los Remedios en el término de Pastrana, a la salida del Arco de la Castellana, de veinte metros cuadrados. Linda, a poniente con la Plazuela de la ermita de los Remedios, y por los demás aires, con el camino de la Fresneda”, constando también en la certificación que el párroco no presentó ningún título de propiedad y que se accedió a inscribirlo a nombre de la parroquia “sin perjuicio de tercero que pueda tener  mejor derecho”, porque el párroco afirma que la “parroquia venía poseyendo esa finca desde tiempo inmemorial que ni aproximadamente puede fijarse”.

Mentiras y de las gordas. Fraude. Robo de guante blanco. Administración desleal.

Para demostrarlo, hay que dar marcha atrás en el tiempo. Era el 14 de noviembre de 1609 cuando un pastranero, Alonso Castellanos, dice en su testamento mortis causa:

“…Estando como estoy enfermo y en mi buen juicio y entendimiento natural tal cual su Majestad Dios nuestro Señor fue servido de  me da… recelándome de la muerte, deseando poner mi alma en camino y carrera de salvación … quiero disponer de mis bienes y haciendas temporales … como más al descargo de mi conciencia convenga”.

Presintiendo su muerte inmediata, Alonso Castellanos crea una fundación con carácter benéfico que llevaba su nombre a la que dio todos sus bienes (cañamares, viñedos, huertas, olivares, casas, censos , etc.) y también “la Hermita de Nuestra Señora del Remedio, que es mía propia y la reedificó Juan Hernández de Moya, mi abuelo, que está a extramuros de esta villa, fuera de la puerta de la Castellana y frontera de dicha puerta …”. Y en otro lugar del testamento repite: “… mando, quiero y es mi voluntad que en la dicha Hermita que yo tengo de Nuestra Señora del Remedio, que está fuera de la puerta de la Castellana de esta villa …” ademásde referencias salpicadas por el texto en que dice dicha Hermita  mía”, haciendo hincapié claramente en que dicha ermita es suya y cómo desea disponer de ella. Es decir, por voluntad de su dueño, le “Hermita” quedó incorporada al patrimonio de la Fundación Alonso Castellanos, que fue extinta en 1998 sin que se transmitiera la “Hermita” en ningún momento y figurando su solar en el activo de la Fundación de modo ininterrumpido.

Alonso Castellanos nombró patronos de su fundación al alcalde y al cura párroco, con una retribución anual de 3.000 maravedíes cada uno, con la obligación de “tomar cuentas” al administrador quien, a su vez, percibiría 34.000 maravedíes al año, después de aportar una fianza de 4.000 ducados y no poder ser administrador más de seis años, lo que demuestra el buen sentido de Alonso en cuanto a desconfiar de los administradores de por vida que acaban por sentir como propios los bienes administrados, y no sólo sentir sino sobre todo disponer. No está documentado el detalle pero es un hecho la inmensa herencia, patrimonio de la Fundación, fue menguando, menguando, quedando siempre en su acervo material la “Hermita” que finalmente le fue también arrebatada por su administrador clerical.

Vista panorámica de Pastrana

Está claro que la obligación del párroco, como patrono de la fundación, era exigir cuentas para asegurarse de que, mediante una buena y ordenada administración, la fundación cumplía con sus fines. Los patronos tenían la obligación de elaborar el presupuesto anual, la cuenta de ingresos y gastos, y el balance dentro del cual, lógicamente, aparecería como un activo más la Ermita de la Virgen de los Remedios. Es decir, en el año 1930, el párroco  sabía que la ermita era de la fundación y no de la parroquia y tenía la obligación de preservarla como un activo más en el balance de la fundación. Pero la puso a nombre de su parroquia prevaliéndose de su puesto de párroco y de patrono, a sabiendas de que la parroquia no venía poseyendo la ermita “desde tiempo inmemorial”. Fue desleal como patrono. Se aprovechó del cargo, mintió  y robó. Algo que por desgracia los pastraneros han venido sufriendo en rabioso silencio durante mucho tiempo, pues en la memoria de los mayores y de los que oyeron a su mayores las fachadas de las casas de la calle Mayor, desde la Plaza del Ayuntamiento hasta el Palacio Ducal se engalanaban con las colgaduras de la Colegiata, en definitiva con tapices. ¿Dónde están esos tapices? En el Banco de España hay uno y otro en el Museo de Artes Decorativas, lo que se comunicó en 2017 al cura y al alcalde que a la vista está poco han hecho por recuperarlos. Ambas entidades, a requerimiento de particulares, se han negado a devolver los tapices.

La mala fortuna quiso que la ermita fuese incendiada unos  meses después de que el párroco la pusiera a nombre de la parroquia*. El edificio  y lo que contenía  ardieron, quedando sólo el solar que a los cuatro vientos sólo lindaba con el dominio público en definitiva con la plaza. La parroquia también perdió de modo sobrevenido propiedad del solar, pues el Ayuntamiento lo adquirió por usucapión, ya que desde 1931, en las sucesivas remodelaciones de la Plaza de los Remedios, dicho solar fue incorporado a la plaza, sin que la parroquia alegara nada. Por haberlo incorporado el Ayuntamiento a la plaza durante más de 30 años de forma pacífica e incontestada, la parroquia lo perdió.

La mala fortuna también se cebó con la Fundación Alonso Castellanos, porque durante el verano de 1610, apenas unos meses después de su creación, fueron expulsados de Pastrana 2.214 moriscos** Ello provocaría una caída brusca de las rentas que la fundación pudiera obtener de sus activos, mientras que se mantenían constantes sus obligaciones de pago: dos becas anuales para dos estudiantes, tres dotes anuales para sendas doncellas pobres, misas diarias aquí y allá en memoria de  … El gasto fijo anual preestablecido ascendía a 215.682 maravedíes; a ello había que añadir otros 104.720 maravedíes de gastos no recurrentes para el primer año, más otras obligaciones de obras a realizar cuya cuantía no se podía establecer de antemano.

La Fundación Alonso Castellanos fue declarada extinguida el 23 de abril de 1998, por su incapacidad de cumplir con sus fines fundacionales. El párroco, como patrono, fue presentando cuentas anuales hasta 1967 en que presentó las referidas al ejercicio de 1966.

Post data y remate: La Fundación también “perdió” tres pólizas de deuda perpetua al 4% de 23.666,50 ptas. Teniendo en cuanta que en 1931 un kilo de arroz costaba 15 céntimos, con una póliza su hubieran podido comprar 158 toneladas de arroz.

* El 11 de junio de 1931 fue arrestado en Pastrana el cardenal Segura, primado de España, un extremista religioso repudiado de facto por propios y extraños. Sus ataques furibundos a la República por el matrimonio  civil y el divorcio, y el hecho de que escribiera una carta pastoral ordenando a los párrocos e instituciones religiosas que transfirieran al extranjero los fondos de sus cuentas en España (fuga de capitales que la República quería evitar por todos los medios) motivó su destierro. Se fue al Vaticano donde estuvo quince días; volvió de incógnito a España. Su presencia fue detectada y su arresto se produjo en Pastrana. Fue posiblemente entonces, en 1931, cuando ardió la ermita debido al sentimiento anticlerical reinante, estando documentado que en Pastrana y  durante la guerra civil no ardió ningún convento ni ninguna ermita gracias, paradójicamente, a que en Pastrana había un alcalde “rojo” al que el régimen criminal sobrevenido fusiló de madrugada en mayo de 1939 en la tapia del cementerio de Guadalajara, en el “Camino del Río” tras un juicio militar sumarísimo sin defensa; tenía 30 años y dos niños. Este Alcalde defendió de una muerte segura a una veintena de vecinos de derechas que iban destinados a la checa de Vallecas, siendo que nadie de sus familias se solidarizó con su viuda e hijos tras ser ejecutado de modo vil.

** Historia de los Moriscos, Antonio Domínguez Ortiz y Bernard Vincent, Revista de Occidente, 1978, pág. 191

Fernando Jabonero Orasio, portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Pastrana

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